14 febrero 2008

Windsor Goitia, dueño de Roghel “No sé cuánto invirtió la gente, creo que es un millón de dólares”


“Tengo una importante inversión en el Banco Bisa con plata de los ahorristas, es una inversión que está congelada”

“Se devolverá la plata a los ahorristas cuando la Superintendencia levante sus medidas contra la empresa Roghel”

A los 21 días de la clausura de la empresa Roghel Bolivia por, supuestamente, efectuar intermediación financiera de forma ilegal, su dueño, Windsor Goitia, dio la cara. Aseguró que se devolverá el dinero a los clientes, que él llama socios, sólo si éstos lo piden y después de que la Superintendencia de Bancos descongele sus cuentas y levante la intervención de sus oficinas.

En una entrevista con La Prensa, el ejecutivo de la compañía aseguró que invirtió los recursos de 15 mil personas en la Bolsa de Nueva York y en diferentes empresas locales que está por crear. Explicó que ese movimiento le permitió ganar réditos para otorgar cada mes un interés del 10 por ciento. Además reveló que ha colocado recursos de sus clientes en acciones del Banco Bisa.

Goitia se calificó a sí mismo como un hombre visionario que comenzó como vendedor callejero y que llegó a ser dueño de su propia empresa.

—¿Cuándo nace Roghel Bolivia?

—Fue creada hace cuatro años con el único fin de generar inversiones en el país. Con los réditos pagamos un interés a la gente.

—¿Desde qué montos de inversión recibía de la gente?

—Lo básico era 100 dólares. Actuamos dentro de las normas legales, somos una empresa de inversiones comerciales. La Superintendencia no tiene competencia, por eso, cuando nos mandaron una nota para que regularicemos nuestra situación, respondimos que no tenían por qué molestarnos.

—¿Qué cartera de inversiones maneja Roghel Bolivia?

—Tenemos 15 mil clientes en todo el país.

—Está bien, pero le hablo de los montos colocados por la gente y que luego la empresa canalizó como inversión…

—Tenemos montos e inversiones diferentes, sería cuestión de calcular con ellos, los socios tienen la obligación de saber en qué invertimos.

—¿Dónde invierte la plata de la gente?

—En el país. Tenemos varias empresas donde invertimos. Obtenemos los réditos y pagamos a la gente.

Paralelamente, creamos nuevas empresas y generamos empleos. Tenemos cuatro actividades paralizadas por la acción de la Superintendencia de Bancos pero que vamos a resolver por la vía legal para seguir trabajando. Tenemos un 80 por ciento de la plata de los clientes en maquinaria y el resto en bienes inmuebles.

—¿A cuánto asciende la cartera de inversiones? Insisto.

—En la cabeza no tengo el dato, puedo decir que tenemos cerca de un millón de dólares.

—¿Qué empresas tiene Roghel?

—Como sociedad puedo citar a la empresa Goitia-Pareja, que es una generadora eléctrica que tiene su base en Cochabamba, tiene su propio Número de Identificación Tributaria (NIT), máquinas nuevas que han llegado a la Aduana. Tenemos una lapidadora de piedras preciosas y joyería; en fin…, podría citar muchas empresas.

—Pero, precisamente, para que a la gente le quede claro, ¿por qué no nos habla de las otras empresas que posee?

—(Se apresura a hablar) La Superintendencia tiene conocimiento bien claro de todo esto porque ha hecho investigar.

—¿Tiene una casa de cambios?

—Tenemos Devoil Change, que está ubicada en la avenida 25 de Mayo en Cochabamba. Paralelamente, ahí va a funcionar una operadora de viajes porque nosotros queremos apoyar el turismo y generar ingresos con esta actividad.

—Es decir que son empresas nuevas. Pero si funcionan hace cuatro años, ¿en qué invertían antes?

—En la Bolsa de Valores de Nueva York, yo estoy inscrito, pero ya no es nuestra actividad principal porque se ha decidido que todas las inversiones se hagan en el país.

—¿Durante cuánto tiempo invirtió en la Bolsa de Nueva York?

—Bueno, ha sido en dos compañías, no recuerdo bien. Pero alrededor de un año y medio en una de ellas.

—¿En qué compañías invirtió allá?

—Prefiero no mencionarlas para no generar problemas y porque se ha despertado mucha susceptibilidad… (Su abogado interviene y aclara que se ha solicitado información a las compañías para que certifiquen las operaciones realizadas y se tenga documentos para divulgarlos a la opinión pública.)

—Si no puede decir las empresas donde invirtió, al menos díganos los rubros.

—Bolsa de valores y compra de acciones.

—¿Cuánto se paga como rentabilidad a los clientes?

—Oscila, y el tope es 10 por ciento mensual. Todo depende de las utilidades que obtengamos. Siempre se ha cumplido hasta ahora.

—Pero los analistas dicen que es muy difícil que una empresa obtenga semejante rentabilidad por una inversión en el país.

—Hacemos inversiones en varias empresas. Donde se rinda, metemos la plata.

—Pero aun así se dice que ni en Wall Street se gana tanto.

—Bueno (reflexiona), es cuestión de dónde hayan aprendido, dónde se maneja. De hecho, tampoco le puedo decir que exclusivamente ganamos ahí. Sí, efectivamente, los réditos no son muy altos y por eso pensamos hacer inversiones en Bolivia.

—Pero los réditos debieron ser altos en Nueva York para que garanticen 10 por ciento de interés a la gente.

—No necesariamente, ya teníamos inversiones acá. Hay productos que nosotros estamos acumulando para vender, es el caso de Ecoagua, un producto que se pone en la cañería de las casas y ayuda a economizar el gasto de agua. Distribuíamos también un producto Ecotax y Guarana (no precisó de qué se trata).

En fin, puedo citar muchos casos. (Piensa.) Lo que es la curiosidad de la gente, ¿por qué?, ¿de dónde?, ¿cómo?… Roghel Bolivia no tiene ningún secreto, se ha invertido en ene cosas, puedo mencionar hasta champú.

—Pero dígame alguna actividad que genere una ganancia de 10 por ciento.

—Repito, esto se invierte en diferentes actividades y con la diversificación se logra esa rentabilidad.

—¿A cuánto asciende el patrimonio que tiene Roghel?

—Tenemos las oficinas y maquinarias de industrias que estamos pensando impulsar, es el caso de industria plástica. En el caso de la lapidadora, la maquinaria es propia.

—La Superintendencia dice que usted hacía intermediación que se reflejaba en que la gente obtenía vehículos y casas.

—Es el programa de vivienda propia. Un cliente daba su capital y daba la orden de que se lo hiciéramos trabajar y le proporcionáramos una casa o vehículo.

—¿Van a devolver la plata a la gente que se lo pida?

—A la gente que quiere retirarse de Roghel, sí, cuando la Superintendencia levante la clausura y nos deje operar. Tenemos plata en los bancos, pero está congelada y nuestras inversiones están paralizadas.

—¿Cuánta plata tienen congelada?

—Sería cuestión de que lo vieran en el Banco Bisa.

—¿Usted es accionista del Banco Bisa?

—Efectivamente. Tenemos una importante inversión. No recuerdo, pero es 0,003 por ciento, se compraron acciones del banco y también tenemos inversiones en las cuentas Premier.

—¿Se compró acciones con plata suya o de los clientes?

—De los inversionistas. Es una inversión. Tenemos plata en el Bisa, en las cuentas Premier, pero todo está congelado. Ya se imaginarán lo molestísimo que estoy con la Superintendencia de Bancos.

—¿Cómo van a solucionar el problema?

—A aquellos que busquen retirarse de Roghel se les devolverá su dinero una vez que la Superintendencia levante sus medidas en contra de la empresa.

—Las personas que confiaron su dinero esperan su cuota de rendimiento el 17 de febrero. ¿Se les pagará este mes?

—Depende de que se levante la clausura.

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