11 septiembre 2011

Las monedas dieron fama al país

Gracias a la riqueza mineral del Cerro Rico de Potosí, Bolivia fue conocida a nivel mundial por la fabricación de monedas.

Según el Banco Central de Bolivia, BCB, las primeras monedas de plata acuñadas en el país datan de 1827. Sin embargo, el historiador Julio Benavides, en su libro “La Historia de la Moneda de Bolivia”, indica que las primeras piezas fueron acuñadas en 1545 en Potosí, donde se fundó la primera Casa de la Moneda del Alto Perú, es decir, hace 466 años, en plena época colonial.

Según Benavides, allí se empezaron a hacer las primeras monedas sólo en un horno de fundición y un taller de acuñación a puro martillo.

Las monedas acuñadas a golpes eran denominadas macuquinas que tenían valores de 2 y 4 reales.

El coleccionista e historiador de numismática en Cochabamba Roberto Flores explicó que las macuquinas eran golpeadas por esclavos del África, que eran castigados si no cumplían con el número solicitado de piezas acuñadas. Con el tiempo, las macuquinas pasaron a denominarse reales.

FALSIFICACIÓN

Durante la época colonial se dio la mayor falsificación de monedas del Gobierno español, encabezado por Francisco de La Rocha, que logró influenciar a los ensayadores para adulterar la pureza de las monedas de plata.

A cada pieza de plata que debía tener 9.7 por ciento de pureza se puso mayor cantidad de cobre, hasta reducir la pureza a un 8 por ciento .

Cuando fueron descubiertos, Francisco de la Rocha y los ensayadores fueron sancionados económicamente y luego ahorcados.

Debido a que las monedas acuñadas en Potosí circulaban en los países colonizados, los españoles decidieron mejorar la calidad de las piezas y cambiaron el diseño de las mismas aumentando el porcentaje de plata.

Es así que en 1769 comenzó a acuñarse las monedas columnarias, que en el anverso tienen la imagen de las columnas de Hércules y en el centro un globo terráqueo sobre las olas del mar.

Durante la época de la Colonia se comenzaron a acuñar varias monedas en Lima, Chile, Colombia y otros países. Sin embargo, las monedas de mayor valor eran las que se acuñaban en Potosí.

PERIODO REPUBLICANO

En 1827, se acuñaron las primeras monedas bolivianas en la Casa de la Moneda de Potosí.

A pocos meses de haber logrado la independencia se emitió una Ley Monetaria con la que se ordenó la creación de monedas en sueldos, siendo ocho el sueldo más alto.

Durante ese tiempo hubo una pelea entre la Asamblea Legislativa Constituyente y el Mariscal José Antonio de Sucre, quien se oponía a que su imagen sea colocada en las monedas.

Luego de dos años de debate, Sucre, que consideraba que era demasiado mérito colocar su imagen en las monedas, logró que solamente se imprima el busto de Simón Bolívar.

La ley también ordenaba la acuñación de monedas en oro con 21 quilates de pureza. Es así que desde 1831 hasta 1840 se acuñaron estas monedas en valores de soles.

Durante el mandato del Mariscal Andrés de Santa Cruz se comenzó a acuñar el feble, moneda que tenía menor contenido de plata. Esta disposición generó respuesta negativa de la población, porque incluso en el Perú circulaba la moneda boliviana por la pureza de la plata.

En 1853, el presidente Manuel Isidoro Belzu instituyó la construcción de la segunda Casa de la Moneda en La Paz, en la cual se acuñó gran cantidad de monedas que contribuyeron al circulante en el país.

SISTEMA MÉTRICO

DECIMAL

El sistema métrico decimal se introdujo durante la presidencia de José María de Achá. En ese entonces se establecieron cinto tipos de monedas de plata: el peso fuerte de 500 granos, el medio boliviano de 250 granos, el tomín con 10 granos, el décimo de boliviano con 50 granos y el medio real de 25 granos.

Durante la presidencia de Mariano Melgarejo y tras la victoria de Viacha en 1866, el mandatario mandó a acuñar el “Peso Melgarejo”, una moneda feble con 400 granos de peso.

En este Gobierno también apareció la inscripción del “Boliviano” en las monedas y la frase “La unión hace la fuerza”.

La Asamblea Constituyente de 1872 estableció la elaboración de monedas en oro, plata y cobre.

Cuando el precio de la plata cayó a fines del siglo XIX por adopción del patrón oro en la economía, se dejó de acuñar las monedas de plata, y en 1893 comenzaron a ser acuñadas en níquel con el diseño del escudo boliviano y el valor de la moneda con el signo del dios griego Hermes.

En 1942, por falta de las monedas en circulación, se mandó a hacer acuñaciones en unidades de 10, 20, y 50 centavos en zinc y cobre en una casa de Filadelfia.

Por el periodo de inflación que vivió Bolivia, la nacionalización de las minas, la Guerra del Chaco y el abandono del patrón oro, se cambió la moneda en el año 1962, segunda presidencia de Víctor Paz Estenssoro. Ese año se cambió la denominación de boliviano a peso boliviano. Cuatro años después, la necesidad de usar monedas con valores más altos obligó a las autoridades a crear la moneda de cinco pesos bolivianos.

Ya en 1986, se creó los modelos de monedas de 2, 5, 10, 20, 50, centavos, de éstos sólo los tres últimos siguen en vigencia.

La moneda de dos y de cinco bolivianos que reemplazaron a los billetes del mismo valor fueron acuñadas en 1991 y 2001, respectivamente.


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