16 julio 2013

Seis firmas tienen aval para la oferta de seguros médicos



S eis empresas aseguradoras tienen el aval de la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros para ofrecer seguros médicos en los ámbitos boliviano e internacional: Seguros Alianza, Alianza Vida, Bupa, Bisa Seguros, Credinform y Nacional Vida. Existen paquetes desde $us 10 mensuales y cubren la cancelación de consultas, de operaciones, de compra de medicamentos, de internaciones hospitalarias, entre otros servicios.

La Ley de Seguros 1883, del 25 de junio de 1998, es el marco regulatorio para estas compañías. La dependencia gubernamental señala a Informe La Razón que, por ejemplo, Bisa Seguros oferta el Seguro de Salud Internacional de Enfermedades Graves, mientras Bupa posee varios planes: Bupa Advantage Care, Bupa Secure Care, Bupa Essential Care y Bupa Critic, tienen vigencia en Latinoamérica y Estados Unidos, y Bupa Complete Care y Bupa Diamond Care gozan de cobertura mundial.

Los datos oficiales determinan que los siniestros pagados en el país por estas aseguradoras hasta diciembre del año pasado, por asistencias médicas locales y extranjeras tienen a Santa Cruz como el departamento con una mayor inversión en el rubro, con Bs 14,1 millones, le sigue La Paz, con Bs 4,7 millones; Cochabamba, con Bs 576.000; Beni, con Bs 7.000; Chuquisaca, con Bs 3.000 y Tarija, con Bs 1.000. Oruro, Potosí y Pando no registraron ningún pago en este tema.

Hay planes para todos los bolsillos. Seguros Alianza tiene el MundiSalud, que sirve de ejemplo para entender la aplicación de estos beneficios. Éste plantea que la cuota o prima debe ser cancelada hasta dos años antes de presentarse el mal o de haber sido declarado por quien la padece. El paciente (de hasta 49 años) que decide pagar $us 10 mensuales o $us 120 anuales, puede asegurarse por $us 100.000, que le permitirán acceder a cobertura médica nacional e internacional.

Esto también implica beneficios por maternidad, atención para recién nacidos, consultas ambulatorias, el pago de honorarios médicos, adquisición de medicamentos, medicina nuclear, cirugía cardiaca, trasplante de órganos y tratamientos para el cáncer. Existen montos deducibles desde $us 10.000 hasta $us 20.000 que deben ser cancelados por el asegurado al momento de requerir un servicio médico. Y la compañía se hace cargo de la inversión que llegue a $us 100.000.

“Como son enfermedades por las que se llega generalmente a consumir el valor asegurado, la condición es que nosotros ponemos un deducible, debido a que los costos son demasiado altos en el exterior”, sostiene Reynaldo Lanza, subgerente de la regional de Seguros Alianza en La Paz. Los paquetes promocionados por otras firmas nacionales guardan relación con este esquema. Y según entrevistados, los seguros de salud ganan, cada vez, más adeptos.

INVERSIÓN. Otra oferta tiene como objetivo a clientes de más de 50 años, que pagan $us 15 al mes, o sea, $us 180 al año, monto que debe cancelarse un año o seis meses después de la declaración de salud; el capital asegurado asciende a $us 250.000. “Tenemos otro plan de hasta dos millones de dólares en el que una persona de hasta 29 años paga 414 dólares mensuales y otra de hasta 64 años, puede cancelar 2.075 dólares. Igual, los primeros gastos corren por cuenta del asegurado”.

La ejecutiva comercial de Nacional Vida, Karen Mercado, explica que su producto Salud Global Plus y sus planes Mundial y Sudamérica, con límites máximos de cobertura desde $us 10.000 hasta $us 200.000 anuales, deben calcularse en relación a la edad, el capital y el monto deducible del solicitante. Por ejemplo, un individuo de 40 años que opta por el seguro de $us 100.000 y está dispuesto a cancelar $us 15.000 cuando precise atención médica, pagará $us 82,06 mensuales.

Seguros Alianza trabaja junto a la empresa Red Salud, que organiza paquetes de atención médica en el extranjero. Su representante, Giussepe Aliss, indica que se coordina la forma de pago con la aseguradora y las redes médicas. Comenta que la cobertura está dada por la póliza de cada cliente. “Primero cuantificamos cuánto puede ser el gasto en el que incurrirá y en base a eso, lo asesoramos para ver cuánto puede brindar de anticipo”.

Lizeth Flores, asesora comercial de Seguros Alianza, señala que en Bolivia su compañía ofrece dos sistemas: el cerrado, que cuenta con una guía médica en la cual están técnicos, especialistas médicos, farmacias, laboratorios y otras instituciones a las que el paciente puede acceder presentando el carnet de asegurado y cancelando el 20% de su seguro, y el abierto, en el que la persona elige al galeno y al centro médico de su preferencia.

Luego de un chequeo y los exámenes, el paciente debe pedir la factura a nombre de la firma aseguradora, que le reembolsará el 80% del total gastado, más un formulario llenado por el médico en el cual se incluyen los medicamentos y los análisis requeridos. El monto a cancelar se basa en los aranceles del Colegio Médico de Bolivia. “Las consultas se cotizan en 150 bolivianos, y de valer más, cubrimos el 80%, es decir, 150 bolivianos, y el saldo tendría que cubrirlo el asegurado”.

No existen denuncias de incumplimiento

Rodrigo Roca lucha para que su esposa Cecilia se sane del cáncer de tiroides que le detectaron tras haber peregrinado por centros médicos y consultorios privados en Bolivia. Ella acude a tratamientos en la clínica Las Condes, en Santiago de Chile. No obstante, ambos libran otra batalla en los estrados judiciales, ya que denunciaron a una aseguradora que les ofertó sus servicios, al trabajar Rodrigo en una petrolera de Santa Cruz. La empresa —de la cual Informe La Razón se reserva su nombre—, según el testimonio de los afectados, se negó a la cancelación del monto total de la factura de la paciente.

El lío se presentó cuando la enfermedad fue más grave de lo que se pensaba y Cecilia, tras una intervención de riesgo que la dejó cinco días en la unidad de terapia intensiva, debía cancelar $us 30.000; pero la aseguradora se hizo de la vista gorda pese a haber autorizado el servicio. Ello provocó el reclamo de Rodrigo, que invirtió $us 50 mensuales, durante dos años, para acceder al beneficio y, además, se comprometió a pagar los $us 10.000 deducibles en cuotas descontadas de su sueldo. “Al final se determinó que debíamos pagar 17.000 dólares del total porque, aparte, me hicieron el radioyodo, que es el equivalente a la quimioterapia y tuvimos que volver a la clínica después de un mes de la cirugía”, narra Cecilia.

Al respecto, Lizeth Flores, asesora comercial de Seguros Alianza, comenta que no conoce ninguna denuncia de este tipo contra su firma, pero que sabe de gente que desea acceder a una operación antes del año de cancelar el seguro, mediante artimañas, por lo que es imposible cubrir las atenciones médicas. Asimismo, la Asociación Boliviana de Aseguradores y la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros indican que no cuentan con quejas que tengan relación con este tema.

Mediante un cuestionario respondido a Informe La Razón, la entidad gubernamental señala que la normativa establece que esta clase de controversias pueden solucionarse con la conciliación y el arbitraje. No obstante, quienes se sientan perjudicados con la cobertura de cualquier seguro o los servicios de una institución aseguradora, pueden presentar sus reclamos en las oficinas de la Autoridad de Fiscalización, que puede sancionar a las compañías que incurren en el incumplimiento de la ley.

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