21 enero 2014

Miguel Cirbián revela la fortaleza y los retos de la Jesús Nazareno

A 50 años de la Cooperativa Jesús Nazareno, su presidente, Miguel Cirbián, hace una evaluación del crecimiento de dicha entidad que empezó con medio centenar de personas y hasta la fecha tiene aproximadamente 106 mil socios. El crecimiento es significativo, al igual que los obstáculos por los que ha tenido que atravesar la entidad financiera. A decir del mismo presidente, este 2014 puede ser un año difícil por la nueva Ley de Servicios Financieros.

¿Qué los impulsó para iniciar la cooperativa?
M.C.: El inicio de la cooperativa fue organizado por un párroco de la iglesia Jesús Nazareno, estos padres españoles ya tenían la cultura de las cooperativas en su país, entonces todas las iglesias, como la Fátima, San Martín, Nazaret, Jesús Nazareno, entre otras nacen a raíz de los padres españoles, así ellos venían y enseñaban.

¿Cuál es la evaluación de crecimiento de la Cooperativa Jesús Nazareno en los últimos años?
M.C.: En los últimos diez años, el crecimiento en activos fue de 64 millones (el 2003) a 228 millones (el 2013) lo que resulta un crecimiento del 253%. En pasivo el crecimiento es del 275%, reflejados entre el 2003, cuando se contaba con 54 millones, hasta el 2013, con 205 millones. En el patrimonio creció un 132% y la cartera un 198%. La cartera es grande porque hablar de millones no es lo mismo que hablar de miles. Es fácil decir, yo crezco el 10% cuando tengo mil o mil cien, pero cuando tengo un millón ya no puedo crecer fácilmente un 10%.

Dentro del crecimiento que ha tenido la cooperativa, en el 2003 habían 14 oficinas y en este momento hay 35 y de estas últimas, 16 son las oficinas con inmuebles propios de cinco que habían antes.

¿En la actualidad, cuántos socios tiene la cooperativa?
M.C.: Son 106 mil socios aproximadamente los que tienen hasta el momento la cooperativa Jesús Nazareno.

¿Cómo es que la cooperativa logra mantenerse en crecimiento continuo?
M.C.: Es un esfuerzo, no solo del directorio, sino más que todo de la parte ejecutiva, porque los funcionarios son los que tienen que ponerse la camiseta con honradez y con toda las virtudes que ellos tienen para convencer a la gente de que esta cooperativa es sólida y no le va a fallar.

¿Cuáles son las ventajas de ahorrar en una cooperativa?
M.C.: Por muchos años trabajé en la banca, después trabajé en la Superintendencia de bancos y ahora en cooperativa y con mi experiencia, me gusta mucho más la cooperativa porque tiene una labor más social para la gente de menos recursos, se le puede dar cosas que en la banca no se le da, ya que la primera es una entidad que lo único que le interesa son las utilidades. En cambio, a una cooperativa no le interesa tener mucha utilidades cuando podemos devolverles de esas utilidades algunas cosas al socio que no las puede pagar, como el caso del servicio médico. La gente van al servicio médico completamente gratis, son médicos de primer nivel que están equipados y de esta manera la cooperativa hace campaña de diabetes, osteoporosis, entre otros de manera gratuita no solo para los socios, sino para las personas que lo soliciten.

¿Qué servicios novedosos puede destacar de la cooperativa?
M.C.: El servicio de ahorro y crédito, lo que tiene es la caja de ahorro, depósito a plazo fijo, los tipos de créditos para la pequeña industria, personales, de consumo.

¿Por qué se destaca la cooperativa Jesús Nazareno del resto?
M.C.: La forma de hacer las cosas. Nosotros hacemos las cosas completamente transparente, no tomamos decisiones sin antes hacer un consenso con todos, porque primero lo analizamos y después lo presentamos al directorio para que ellos sepan qué es lo que se quiere hacer. Esa transparencia yo creo que no la tiene el resto y es una de las característica más claritas de la Jesús Nazareno.

¿Qué expectativas tienen para esta gestión?
M.C.: En esta época, la cooperativa está abocada a la transformación de las nuevas leyes, tanto a la ley financial y la baja de intereses que está poniendo el Gobierno. Pero vamos a esperar primero a ver qué pasa, porque puede ser un año muy difícil, entonces paramos un poco las construcciones que nos han hecho bien.

¿En qué sentido puede ser difícil?
M.C.: Lo que pasa, es que nosotros no tenemos lo mismo que tiene la banca. La banca tiene cuenta corriente y no le pagan ningún centavo, es plata gratis que tienen para financiar. En nuestro caso, nosotros no tenemos cuenta corriente y todo lo que tenemos en ahorro y en DPF (depósito a plazo fijo) pagamos intereses. Entonces para nosotros, los créditos que podamos dar, tienen que ser un poco más caros. Y si el gobierno ahora nos dice: vamos a bajarle la tasa de interés, ya para nosotros va ser más difícil, nadie va a querer que le bajemos los intereses a su DPF para poder prestarle a otra persona. Entonces, eso nos trae a una situación que tenemos que achicar parte de la cartera o dedicarnos a otro tipo de crédito.

'Nosotros hacemos las cosas transparentemente, tomamos decisiones en consenso con todos'.

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