04 agosto 2014

Ven racional que remesas sean un gasto de consumo

El ingreso económico que el país recibe por concepto de remesas, en los últimos años no ha variado de los $us 1.000 millones anuales. El 2013 representó entre 4% y 5% del Producto Interno Bruto (PIB). Al constituir esos ingresos económicos, fruto del esfuerzo laboral de compatriotas migrantes en otros países del mundo, como efecto de la penosa necesidad del empleo, es catalogado por expertos en el tema como un recurso fresco exclusivamente y de familiares, destinado al consumo de bienes y servicios, cuyo aprovechamiento es absolutamente racional.

Al contrario, si el Estado interviniera en esos recursos, estaría vulnerando un derecho que no le compete dice el economista Armando Méndez. Es más, algunos señalan que formularse una pregunta ¿si esos recursos son bien aprovechados o no?, es caer en la tentación "intervencionista" que solo cala en la mente de un régimen económico estatista.

"En esto, nada tiene que meterse el gobierno. Esta es una transferencia de recursos, gracias al ahorro de sus familiares que desempeñan una sacrificada labor por ganar algo de dinero para sus hijos y familiares. Y estos en uso de sus necesidades, saben en qué lo van a gastar, una buena parte lo hace incluso en la compra de un terreno, la refacción de una vivienda. Entonces, son recursos muy bien utilizados", precisó Méndez.

En el debate profundo. Sin embargo, los criterios son dispares cuando se piensa en la necesidad de que el Estado, debe plantearse una política alternativa, primero de reinserción laboral en base a la creación de nuevos empleos de esa población que vende su fuerza laboral, y al mismo tiempo, con años fuera, decide volver al país.

"Las remesas contribuyen a que el país tenga más divisas y aumenten las reservas internacionales. Pero las mayores beneficiadas, son las familias sobre todo de bajos ingresos. Pese a la recesión económica de Europa y Estados Unidos, las remesas no han bajado significativamente. Entendido así, qué puede hacer el Estado, lo más acertado es que no es posible eso, más allá de facilitar que esos recursos lleguen de manera rápida y oportuna a sus destinatarios. Creo que eso ya se ha dado", señaló Henry Oporto, Sociólogo.

Sobre el aprovechamiento de esos recursos, el economista Jimmy Osorio de manera didáctica destaca que esos "dineros" de afuera van, "hablando coloquialmente, de cajón" a cubrir necesidades básicas (comida, vestimenta, transporte, educación, salud, etc.), consumo (electrodomésticos, electrónicos) y bienes raíces (compra de terrenos, construcción, mejoras y mantenimiento).

"El dinero de los migrantes generalmente ha ido a apoyar a educación, salud y construcción. Obviamente, el consumo referido a la alimentación tiene que ver con la salud de sus familiares, pero esos recursos al ser gastados recaen en beneficio directo de los alimentos que el país importa y otro tanto proveniente del contrabando. Eso no es un beneficio a nuestros productores. En el tema de educación, se favorece al sector privado de los colegios y universidades. Por tanto va fundamentalmente al consumo", argumentó el economista Julio Alvarado.

Los últimos datos. Pese a la crisis y a los problemas financieros internacionales experimentados en los últimos diez años, fue cuando más remesas recibió el país desde 1997, año en que el Banco Central empieza este registro y cuenta con datos oficiales.

Según el último informe del Banco Central de Bolivia (BCB), las remesas en el mes de mayo 2014 alcanzaron a $us 91,2 millones. Entre enero y mayo de 2014, Bolivia recibió $us 470,3 millones por concepto de remesas de trabajadores, inferior en 1,1% respecto al monto de similar periodo de 2013."Considero que esta disminución de las remesas, aunque los datos del Banco Central no son precisos, se debe a la situación económica que está viviendo la Argentina, por el aspecto cambiario y más aún con esto de los fondos buitres, esos ingresos se verán afectados con tendencias a bajar mucho más, pese a que dicho país cuenta con el mayor número de migrantes bolivianos del mundo", señaló Alvarado, economista.

Por su parte, José Alberti, vicepresidente del Colegio de Economista, señaló que si bien las remesas han dejado de crecer con tendencias a mantenerse estables, se prevé en lo inmediato su caída en el mercado interno en el consumo de bienes y servicios.

Además, los datos de un estudio sobre el nivel de ahorro de esos recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) del 2008, destaca que el 45% de las remesas se destinó al consumo de bienes y servicios, el 21% se utilizó en educación, el 14% se invirtió en algún tipo de negocio, 10% fue al ahorro y un 10% fue a la actividad de la construcción.
"Entonces, si uno suma, alrededor del 70% de lo que viene de afuera está destinado al consumo de bienes y servicios. Entonces es muy poco lo que queda para el ahorro", apuntó Alberti.

Los datos a mayo del BCB dan cuenta que en los primeros cinco meses de 2014, las remesas por origen provinieron principalmente de España 48,7%, Estados Unidos 17,1%, Chile 7,5%, Argentina 7,1%, Brasil 5,6% y de otros países 14,1% . El hecho más llamativo, son las remesas provenientes de Chile, que crecieron de un cuarto lugar el 2013, ubicándose como el tercer país en importancia en el envío de dichos recursos.

En cambio, los referidos ingresos por destino como cita el BCB, entre enero y mayo de 2014, llegaron a los departamentos de Santa Cruz en un 40,6%, Cochabamba 29,5%, La Paz 16,0% y al resto del país 13,9%. Prácticamente el eje central concentra el 86,1.

Tareas posibles. Los expertos coincidentemente señalan que el Estado no debe intervenir en absoluto en el destino de las remesas. Sin embargo, Julio Alvarado, manifiesta que en países de Centro América, hay programas estatales para que una parte de esos recursos, vayan a fortalecer emprendimientos productivos. Y Oporto, menciona que el Estado ha contribuido a que esas familias reciban los recursos de manera oportuna y menos costosa. "Son las propias familias las que saben cuáles son las necesidades", finalizó.

Latinoamérica
México sigue en 1er. lugar como receptor de remesas

Contexto. Las remesas enviadas a los países de Latinoamérica y el Caribe por sus emigrantes alcanzaron en 2013, los 60.000 millones de dólares, un leve descenso del 1% respecto a las de 2012, con Paraguay, Ecuador y México como los países que registraron descensos más notables. Para algunos expertos el bajón en los ingresos por remesas no necesariamente tiene que ver con la crisis internacional, sino también con las acertadas políticas económicas de sus países de origen.

Región. De acuerdo a datos del Banco Mundial (BM), se calcula que en la actualidad cerca de 26 millones de latinoamericanos trabajan fuera de sus países, la gran mayoría en EEUU. En primer lugar, ubica a los países cuyos datos muestran una caída con Paraguay a la cabeza, seguida por Ecuador o Perú.

Situación. El caso de México, que es el principal receptor de remesas del continente con 21.000 millones de dólares y que también ha visto reducirse los envíos, responde a las continuas deportaciones desde EEUU y al declive en los ingresos entre los emigrantes mexicanos indocumentados.

Migrantes. Según expertos internacionales, en EEUU se calcula que viven más 11 millones de personas indocumentadas, por lo que un cambio en los sistemas migratorios puede alentar este 2014 a un incremento en el envío de remesas con la mejora de las condiciones laborales en el primer país del mundo.

Recursos
Un paliativo a la falta de empleo en el país

Definición. Se entiende por remesa al dinero enviado por familias que emigraron del país en busca de trabajo y mejores ingresos para sus familiares, cuyos recursos ganados, fruto del sacrificio laboral, es utilizado en el país para la educación, la salud y la alimentación de sus hijos, sobre todo.

Ingresos. Según el BCB, el 2013, las remesas enviadas a Bolivia por los compatriotas trabajadores crecieron en un 8%, respecto al año al 2012. De $us 1.094 millones a $us 1.181 millones.

Mecanismo. Los mecanismos de envío y recepción de remesas a lo largo de últimos diez años, han mejorado con la mediación del Banco Central que ha facilitado que las entidades financieras en su conjunto, indistintamente su posición institucional, desarrollarán sus actividades facilitando y poniendo a disposición del usuario el mayor número de puntos de atención para que los familiares cobren sus remesas. "Vayas donde vayas, estaremos cerca a tu hogar o lugar de trabajo, porque cuentas con la red más grande de oficinas y sucursales", reza el aviso de un Banco.

Punto de vista

Jimmy Osorio
Economista y experto en el tema

"Es difícil aplicar políticas de desarrollo con remesas "

Las remesas son fondos (dineros) que envían nuestros compatriotas que trabajan en el extranjero a Bolivia, particularmente a sus familiares.

Ahora bien, este ingreso si bien está contemplado en el marco de la planificación económica nacional, tiene efectos, siendo los más importantes y visibles en la economía nacional, los siguientes: estimula la Inflación, genera una burbuja de consumo que no es sostenible y fomenta el rentismo; y en el ámbito social, provoca desmembramiento familiar e incentivo a la migración.

Pero visto desde otro punto de vista, si nos preguntamos qué pasaría si nuestros compatriotas no trabajaran en el extranjero y no enviaran dineros?, la respuesta puede ser muy subjetiva.

En esa línea, si analiza el destino de las remesas, estas van a cubrir necesidades básicas, consumo y de bienes raíces. Sin embargo, tales actividades no son generadoras de recursos, en consecuencia, cuando el migrante decide volver, se encuentra solamente con un incremento en sus bienes raíces en el mejor de los casos.

Finalmente, si bien los recursos que ingresan al país por parte de las remesas, son considerables con respecto al producto interno bruto (7% aproximadamente), estos son atomizados. No entran como un solo recurso y si se ve el comportamiento de transferencia a cada familia, en promedio no sobrepasa los $us 5.000 anuales, por lo que se hace más que difícil establecer o aplicar una política de desarrollo económico con base a las remesas.

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