01 diciembre 2015

BM recomienda políticas para población en edad de trabajar

La dinámica demográfica puede favorecer el desarrollo de un país si los gobiernos ejecutan políticas tomándola en cuenta.

Es así que los países cuyas tasas de fertilidad descienden pueden beneficiarse de un aumento de su porcentaje de población en edad de trabajar, según señala en el informe del Banco Mundial, titulado “Los objetivos de desarrollo en una era de cambio demográfico”.

Estos países, con cambio demográfico, como es el caso de Bolivia, tienen el potencial de hacer realidad la reducción de la pobreza, propiciar la prosperidad compartida así como el crecimiento y el desarrollo globales. La mitad de la población del mundo —la mayoría de la población pobre a nivel mundial— vive en países en los que está aumentando el porcentaje de población en edad de trabajar.

El beneficio que pueda derivarse de tal aumento depende del grado en que los gobiernos garanticen que las políticas y las instituciones aprovechen estas tendencias.

Bolivia, según datos del informe, está en un buen momento en la transición demográfica, una tendencia que seguirá hasta 2050, debido principalmente al aumento de la población en edad de trabajo, lo que va a proporcionar oportunidades de crecimiento e incremento del ahorro al país.

Cambio demográfico

La población en edad de trabajo en Bolivia, en 1990, fue de 54,4 por ciento; actualmente, es del 61,1 por ciento y se prevé que en 2050 sea de 65,2 por ciento.

Los estudios del Banco Mundial sugieren que un aumento de 1 punto porcentual en la proporción de población en edad de trabajar está asociado a un incremento de 1,1 a 2,0 puntos porcentuales en el PIB per cápita, en promedio.

Los países en la etapa inicial del dividendo demográfico, como es el caso de Bolivia, son en su mayoría de renta media que han superado la transición de fertilidad. Las tasas de fertilidad han descendido a menos de cuatro nacimientos por mujer y la proporción de población en edad de trabajar está aumentando.

Según el estudio del BM, estos países necesitan centrarse en obtener el primer dividendo demográfico (aumento del número de trabajadores en la economía) y poner los cimientos para hacer realidad el segundo dividendo demográfico.

En Bolivia, la tasa de fertilidad de 1985 a 1990 alcanzó 5,09 hijos por mujer y se espera que de 2015 a 2020 alcance 2,83 hijos por mujer.

En ese sentido, el desafío boliviano es crear empleos productivos para la población en edad de trabajar en aumento, a fin de cosechar el primer dividendo demográfico.

Políticas adecuadas

El BM señala que responder adecuadamente a esta dinámica requiere políticas sólidas que estén adaptadas al contexto demográfico de cada país.

En los países en la etapa inicial del dividendo demográfico, como es el caso boliviano, la prioridad es acelerar la creación de empleo invirtiendo en capital humano, y garantizando un entorno propicio para el desarrollo del sector privado a fin de hacer realidad el primer dividendo demográfico y establecer los fundamentos para el segundo dividendo.

La acción política centrada en el desarrollo humano puede ayudar a los países en la etapa previa al dividendo demográfico a progresar a la siguiente etapa de la transición demográfica. Estas políticas incluyen: mejorar la salud materno infantil; extender la educación, en particular para las niñas; y empoderar a las mujeres en el hogar, en el mundo laboral y en la economía de modo más generalizado (Bloom et al. 2009; Soares y Falcao 2008; Banco Mundial 2015a).

Asimismo, es necesario acelerar la creación de empleo, garantizando que tanto el aspecto del suministro (en especial el desarrollo de capital humano) como el de la demanda (crecimiento económico generador de puestos de trabajo) de la creación de empleo sean suficientes para absorber la mano de obra en todos los niveles de ingresos (Fox y Sohnesen 2012; Lee y Mason 2006; Troiano 2015; Banco Mundial 2013b). Estas políticas incluirían también la eliminación de obstáculos a la participación de las mujeres en el mercado laboral, dada la brecha de género persistente en el mismo.

Las políticas

Acelerar la creación de empleo.

Crear puestos de trabajo productivos para población en edad de trabajar en aumento, a fin de cosechar el primer dividendo demográfico.

Invertir en desarrollo humano, incluida la formación profesional y técnica.

Aumentar la movilidad del mercado laboral.

Reducir los obstáculos a la participación de las mujeres en el mercado laboral.

Mejorar las condiciones que favorezcan el ahorro.

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