16 mayo 2016

Se prestan dinero para viajar, organizar fiestas y comprar libros

Para obtener un crédito de 600 dólares, que requería con urgencia para viajar a la Argentina, Beatriz Morales decidió acudir a una de las casas de empeño de la calle 25 de Mayo. Una de sus compañeras de trabajo le había indicado que el trámite era rápido y el desembolso del dinero casi de inmediato.

Llegó hasta una casa de empeño para averiguar sobre los requisitos y uno de los encargados le dijo que podía entregar joyas como garantía. Por suerte para esta mujer, su madre le había dejado algunas alhajas como herencia, que le sirvieron para concretar esta operación.

Recuerda que después de conseguir el préstamo, en septiembre de 2015, viajó a la Argentina, para visitar a uno de sus hijos.

Al retornar al país, tres semanas después, la mujer empezó a cancelar puntualmente el interés por el préstamo, que ascendía a 8 por ciento mensual (48 dólares).

Sin embargo, para su mala fortuna, en diciembre de ese mismo año no pudo cancelar a tiempo el interés convenido porque había viajado a la ciudad de La Paz a una boda de su familiar. Cuando retornó y quiso cancelar la deuda y el interés atrasado, el propietario de la casa de empeño le dijo que había dispuesto de las joyas.

Pese a sus reclamos, el prestamista le recordó que en el contrato había una cláusula que establecía esta figura.

PARA SUS ESTUDIOS

Martín Gonzales, de 21 años, estudia en una universidad privada y requería de unos libros bastante costosos que le habían pedido sus docentes de tres materias. Si bien sus padres le envían dinero cada tres meses, a mediados de marzo no disponía de capital y su próxima remesa le llegará recién a finales de mayo.

Por este motivo decidió llegar hasta una casa de empeño del centro de la ciudad para prestarse los 2.500 bolivianos que necesitaba y hacer efectiva la compra.

Para que le desembolsen esta cantidad dejó como garantía un televisor de 42 pulgadas, marca LG, y una laptop.

Martín asegura que gracias a que el préstamo salió rápido pudo comprarse los libros y evitó perjudicarse con sus exámenes.

El interés pactado con el prestamista fue de 10 por ciento , más el 3 por ciento que debe cancelar por el concepto de custodia de la prenda.

El joven universitario considera que no tendrá mayor dificultad para cancelar el capital del préstamo una vez que le llegue su remesa en mayo, toda vez que sus padres nunca le fallaron.

UNA FIESTA

María S. tenía la firme intención de organizar una fiesta de 15 años para su hija mayor. Sin embargo, sus ahorros no le alcanzaban para hacerlo.

El alquiler del local, la comida, la bebida y los tragos, además de la ropa, le cotizaron en 6.000 bolivianos. Se prestó el dinero de un amigo que administraba una casa de empeño, con un interés del 6 por ciento .

En esa oportunidad, y por tratarse de una amistad, el prestamista aceptó una línea telefónica como garantía, pese a que muchas de las casas de empeño prefieren aceptar prendas que se puedan dejar en la oficina.

En abril de 2014 se realizó la fiesta de 15 años de la hija de María S. Cada mes cancelaba por el interés 360 bolivianos, sin fallar, por lo que no tuvo ninguna dificultad para recuperar la línea telefónica que había sido hipotecada como garantía.

Al cabo de seis meses, a finales de septiembre honró su deuda y había cancelado los intereses de todos los meses.

La mujer dice que si bien este préstamo le permitió realizar la fiesta de su hija mayor, como ella quería, afirma que hubiera preferido no hacerlo porque en ese tiempo pagó 2.160 bolivianos, una suma considerada muy alta y que podía haberle servido para adquirir algún bien para su hogar.

DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Perdió un televisor, una radio y garrafas

Vanesa H., de 27 años, ha empeñado casi todo en los últimos 36 meses y por falta de dinero. No pudo recuperar su refrigerador, su radio, su televisor y un par de garrafas que dejó en la casa de un prestamista de la calle 25 de Mayo.

En las cinco oportunidades que se prestó dinero, la casa de empeño le cobró un interés mensual del 10 por ciento .

El plazo se extiende si se paga el interés

El propietario de una casa de empeño afirmó que si el prestatario cumple puntualmente con el pago del interés convenido, el plazo del préstamo se puede extender. El hombre, quien pidió reserva de su identidad, señaló que a sus clientes les otorga más tiempo para cancelar el capital, pero a la primera falla remata la garantía.


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