Las ventas en los restaurantes, supermercados, transporte aéreo de pasajeros y carga, la venta de combustible para automotores y lubricantes, los aparatos electrónicos, los vehículos automotores, entre otros, crecen en el país y el Gobierno confirma el buen desempeño económico este año; sin embargo, los empresarios tienen cautela y aún ven días difíciles.
En el último decenio, el crecimiento económico sostenido de la economía boliviana (5% promedio 2006-2015) estuvo respaldado por el buen comportamiento de la demanda interna, lo cual genera optimismo en el Ministerio de Economía para seguir liderando el crecimiento en la región durante este año.
Datos divulgados por esa cartera de Estado señalan que al primer trimestre de 2016 las ventas facturadas en restaurantes y supermercados sumaron $us 300 millones, superior en casi un 2% respecto a igual periodo de 2015 y un 15,4% más que 2014. A marzo de 2016, el valor de las ventas facturadas del transporte aéreo de pasajeros y carga ascendieron a $us 103 millones, superior un 15,5% al obtenido en igual periodo de 2015 de $us 89 millones y 25,6% más que 2014 (ver infografía).
De acuerdo con el Ministerio de Economía, en el interior del consumo se observa que, entre 2006 y 2015, la demanda de los hogares o privados representó en promedio el 70,7% del PIB y se constituyó en el principal determinante del crecimiento.
Argumenta que con las políticas de redistribución del ingreso, impulsadas por el Gobierno –como son las transferencias condicionadas, incrementos salariales por encima de la inflación, generación de empleos, entre otros– se lograron incrementos significativos en el poder adquisitivo de las familias, traducidas en un alza permanente de su consumo.
Empresarios, escépticos
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, si bien destaca los indicadores macroeconómicos que mantienen un comportamiento estable, ve signos de una desaceleración que se manifiestan en la caída del valor de las exportaciones y recaudaciones tributarias menores a las registradas el año pasado.
El titular de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Luis Barbery, optó por mantener cautela. “Son datos de sectores muy dinámicos, sería interesante revisar qué ha ocurrido en el segundo trimestre”, indicó.
El mandamás del sector privado cruceño aclaró que el agro y la industria en general son los reales impulsores del desarrollo porque crean empleo digno y estable, pagan impuestos, garantizan la alimentación de los ciudadanos y, en el caso de los exportadores, generan divisas nuevas.
Además, refiere que las presiones fiscales y laborales, la importación y el contrabando, el exceso de trámites y problemas climáticos hacen que muchas industrias tengan una gran capacidad productiva sin ser aprovechada y que impactan en el cierre de empresas.
En ese sentido, Barbery sostuvo que lo importante es que la demanda interna sea abastecida con productos nacionales, porque el consumo de mercancías importadas genera una salida neta de recursos que no favorece al crecimiento.
En medio de esta situación, los empresarios bolivianos coinciden en que el sector no está atravesando buenos momentos. La Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz) advirtió, a través de su presidente, Ibo Blazicebic, que cada día una industria se cierra en el país.
Argumentó que en 2015 se registraron 372 cancelaciones de matrículas correspondientes al sector industrial manufacturero y entre fines de diciembre de 2015 y abril de 2016 se registraron en Fundempresa 114 cancelaciones de matrículas de comercio de dicho sector.
La CNI afirma que las dos causas principales del cierre de industrias manufactureras en Bolivia son, en primer lugar, el masivo contrabando de productos manufacturados que realiza una competencia desigual y desleal con la industria nacional y, segundo, el incremento de los costos de producción, en particular de los costos laborales producto de los incrementos salariales anuales y el segundo aguinaldo.
Nuevas empresas
Según datos de la Fundación para el Desarrollo Empresarial (Fundempresa), a junio de 2016, la creación de nuevas empresas ascendió a 9.535 unidades económicas, equivalente aproximadamente a la apertura de 52 nuevos emprendimientos por día a escala nacional.
Este resultado es atribuible al mayor dinamismo de la demanda interna y al clima económico favorable del país, que a pesar del contexto de crisis internacional posibilitó de- sarrollar nuevos emprendimientos
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