13 enero 2017

Inflación de países vecinos afectan el comercio

Las políticas adoptadas por Brasil y Argentina en los últimos años, sumadas a la inflación y la crisis impactan en la balanza comercial con Bolivia, pese a que el país registra uno de los mejores índices de crecimiento y menor inflación.


Las cifras del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) respaldada con informes del Instituto Nacional de Estadística (INE) son contundentes. Después de 13 años de balanza comercial favorable con Brasil en la que se incluye las exportaciones de gas natural, hasta noviembre de 2016, se observa un saldo negativo de $us 47 millones, es decir, en exportaciones sumó 1.292 millones, mientras que el vecino país nos vendió 1.339 millones.
Si se quita el energético, la cifra se dispara hasta 1.278 millones a favor de Brasil.


En el caso de Argentina, después de cinco años positivos para el país se registra un saldo negativo de 70 millones, incluyendo el gas; sin el energético la cifra suma 741 millones favorable a la nación vecina (ver infografía).


Al respecto, el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, señala que “lo cierto es que podemos jactarnos de tener una inflación más baja que Argentina, Brasil y Venezuela, pero tenemos al frente países más competitivos”.


La Cainco refirió que al país el alza de la inflación regional reduce parcialmente el impacto negativo que ha tenido la depreciación de las monedas de los principales socios comerciales, aspecto que se observó también en 1999, 2002 y 2009.


La situación en los países
Toda esta situación se da pese a la inflación, que es un dolor de cabeza para el gobierno de Mauricio Macri. Argentina registró en diciembre una inflación de 1,2%, una sensible baja respecto a noviembre, cuando fue de 1,6%, informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Sin embargo, la inflación promedio acumulada en 2016, calculada por las consultoras privadas, llegó a 40,3%, según un informe divulgado por diputados opositores.


Por su lado, Brasil terminó 2016 con una inflación del 6,29 %, una cifra que se sitúa por debajo del llamado "techo de tolerancia" del 6,5%, lo que constituye un alivio para Michel Temer, que no ha logrado el despegue económico prometido cuando asumió el poder tras la destitución de Dilma Rousseff.


El dato se da en un contexto de desaceleración del país que, según cálculos de los analistas, se contrajo un 3,5% el 2016, y a su vez genera tranquilidad para esa nación, que cerró 2015 con una inflación del 10,67%, la mayor tasa en 13 años

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