06 junio 2017

50 por ciento de entidades multinivel procesadas en Bolivia operaba en área rural de la Llajta

“¿Cansado de esperar que tu inversión crezca? Triplica tu dinero en tan solo 50 días, sin referir, sin vender, sin rogar”. Esa “oportunidad” de recibir intereses de más de 14 mil bolivianos al día “sin mover un solo dedo” tienta a la población del país hace menos de tres años.

Así sucedió con Juan A., que echa la culpa a su vejez por haber sido estafado. “Yo no sé de tecnologías, no sé de internet ni de esas cosas. Mis sobrinos me han dicho que vaya a una presentación de un negocio de monedas (Bitcoin Cash) en Quillacollo y yo he dado todo lo que tenía ahorrado”.

Fueron 14 mil dólares los que Juan apostó a Bitcoin Cash, un monto que, en teoría, da un rédito diario de 840 dólares al inversor (casi 6 mil bolivianos). También se puede invertir, como tope, 35 mil, entonces los intereses diarios son de más de 14 mil bolivianos.

Sin embargo, como no hay un negocio real por detrás, Juan no recibió esos intereses y además perdió sus ahorros.

Entidades multinivel como esa fueron clausuradas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) por la comisión de múltiples delitos como el beneficio económico indebido, intermediación financiera sin autorización o licencia, entre otros. Además, se instauraron procesos penales en contra de media docena de empresas de ese tipo que operaban en todo el país. El 50 por ciento de todas tenía sede en Cochabamba, específicamente en Chimoré, Ivirgarzama y Quillacollo.

MODUS OPERANDI Juan habla poco de la estafa y, de forma muy puntual, cuenta que una vez que entregó el dinero, le dijeron que debía tener un celular de última generación para verificar el estado de la cuenta donde le depositarían sus intereses. Como no contaba con ese equipo, delegó esa función a uno de sus sobrinos.

Cuando llegó el día en el que tenían que depositarle su primer interés, le dijeron que el sistema no funcionaba, que estaba en reparación. “Pasó el tiempo y cada día era una diferente excusa, mi sobrino no quería ayudarme a averiguar qué estaba pasando”. Entonces, con 63 años de edad encima, Juan emprendió la búsqueda de los estafadores que, según recuerda, estaban a la cabeza de Selva Zabala.

Intentó dar con su casa, pero no pudo. Luego buscó a sus conocidos y tampoco los encontró. Juan está resignado, su rostro lo denota, piensa que contratar un abogado para demandar a los “embajadores de Bitcoin Cash” le costará mucho dinero, y eso es lo que menos tiene ahora.

CARACTERÍSTICAS

Al ponerse en la situación de Juan, uno piensa que él fue muy ingenuo, pues casi nadie podría invertir tanto dinero en un negocio que conoce por vez primera, pero los “líderes” de las entidades multinivel cumplen muy bien su rol.

Este medio de comunicación se puso en contacto con una persona que ofrecía, a través de Facebook, unirse a un negocio de ese tipo.

Mediante un mensaje privado se le solicitó una reunión en su oficina para recibir información. Demoró más de un día en responder y cuando lo hizo sugirió que la cita sea en la plaza principal 14 de Septiembre.

Al llegar al lugar, el “líder” era una persona de bajo perfil, pero gran capacidad de convencimiento. Lo poco que logró decir de él mientras se llevaba adelante la “reunión de negocios” al pie de una palmera de la plaza es que vivía en la zona sur de Cochabamba y estaría dispuesto a mostrar la ubicación de su casa para garantizar cualquier inversión.

“Hasta mi vecina está metida en esto. Antes su casa era solo de obra gruesa, ahora vive en mejores condiciones”.

Cuando se le consultó sobre la sede de la empresa multinivel y la fórmula de obtención del dinero, explicó que los “gerentes” estaban en otro país, por eso no tenían oficinas en Bolivia. Si bien no venía al punto, argumentaba que hasta sus papás están metidos en el negocio, por lo que era imposible que se trate de un timo.

De acuerdo con la ASFI, generalmente, los estafadores tienen ese perfil. Son amables, pero cuando el negocio se rompe, desaparecen.

El “líder”, que en ningún momento dio su nombre completo, nos pidió que para la próxima invitáramos a más gente, porque esa era otra manera de ganar dinero.

Sugirió no ingresar al negocio con un monto muy bajo, “mientras más alto es el dinero que pones, sentirás lo mucho que se gana”.

Hay varias entidades multinivel como esas que operan en el país. Algunas captan los ahorros de la gente para invertirlos, por ejemplo, en la explotación de diamantes, de oro e incluso monedas virtuales. A cambio, pagan intereses diarios que son superiores a los que ofrecen los bancos regulados por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) o la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).

Pay Diamond, por ejemplo, que dice tener su sede en Hong Kong (China), pero explota piedras en África, luego las pule, las talla y demás, hasta convertirlas en diamantes y venderlos a seis veces su precio. De ahí provienen las ganancias que generan para los socios, de acuerdo con un video institucional que circula en la página de Facebook de esa entidad.

El SIN ya clausuró más de una treintena de empresas de este tipo en diferentes departamentos del país. Se calcula que, solo las víctimas de Pay Diamond en Bolivia son más de 200 mil.

Actualmente, ASFI está procesando a seis entidades multinivel en el país. La directora de esa institución, Lenny Valdivia, detalló que “a la fecha se tienen instaurados seis procesos penales contra personas que operan con la empresa Pay Diamond y Bitcoin Cash. Uno se encuentran en la ciudad de Santa Cruz, tres en Cochabamba y dos en El Alto”.

Los estafadores procesados en la Llajta operaban, principalmente, en el área rural y ciudades intermedias. “Ante el desconocimiento de la tecnología e internet, se pudo evidenciar que la población del área rural es la más sensible para este tipo de estafas”, explicó Valdivia.

A su criterio, ese sector está en la búsqueda de alternativas de inversión de su dinero y una vez que ingresan a la pirámide y perciben sus “beneficios”, suelen reinvertirlos en la misma cadena. “Su ingenuidad les hace creer que están entrando a un grupo de inversores privilegiados y legalmente establecidos en el país”.

SANCIONES

De acuerdo con el Código Penal, las estafas son sancionadas con la reclusión de entre uno a cinco años.

Pero ese no es el único ilícito que cometen los promotores de esas entidades, sino también delitos financieros que pueden derivar hasta en 10 años de prisión.

Según la ASFI, actualmente en el país hay cinco personas con detención preventiva y ocho con medidas sustitutivas que incurrieron en ese tipo de ilegalidades. Todas fueron procesadas en el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Penal de El Alto (La Paz).

1 Rastrillaje

La ASFI informó que aún no tiene resultados del rastrillaje que sus supervisores de riesgo tecnológico están haciendo a las redes sociales y páginas web para identificar promotores de negocios piramidales.

Advertencia

Si hay elementos probatorios, la ASFI procesará a los que promueven empresas multinivel en las redes sociales.

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