El Gobierno tiene previsto llegar a un crecimiento de 4,5 por ciento para cumplir con el doble aguinaldo, pero a falta de recursos por los precios bajos del petróleo en el mercado internacional acudirá a la deuda externa e hipotecará más el país, y en comparación con países de la región, Bolivia sigue retrasada, opinan, por separado, los analistas económicos, Ernesto Bernal y José Gabriel Espinoza.
El presidente Evo Morales, al indicar que la inversión pública registró un crecimiento importante en los últimos años, destacó el esfuerzo que se realiza en esta materia y recordó que antes de su gestión, la misma llegaba a 600 millones de dólares y ahora bordea los 8.000 millones.
Respecto al tema, Espinoza señala que si bien la inversión pública ha sido su principal herramienta para promover el crecimiento, la situación no se ha modificado, pero ahora los recursos ya no vendrán de la venta de las materias primas, por los bajos precios, sino se acudirá a más deuda externa.
Bernal señala que el motor del crecimiento empleado por la actual administración siempre fue la inversión pública, pero ahora será mediante deuda externa, y hace los esfuerzos para contraer más obligaciones y mantener un crecimiento por encima del 4 por ciento, aunque su meta es 4,7 por ciento, tal como está proyectado en el Presupuesto General del Estado 2018.
ECONOMÍA
En criterio de Bernal, la economía no está en un buen momento, debido a lo registrado en los últimos años, cuyas cifras muestran desaceleración, de llegar a más de 6 por ciento en 2013 bajó a 4,2 por ciento en 2017.
Los organismos internacionales proyectan un crecimiento no mayor al 4 por ciento. La comisión Económica para América latina y el Caribe y el Fondo Monetario Internacional, mientras el Banco Mundial fija una cifra menor a 4 por ciento.
La reducción del crecimiento desde el 2014 hasta el 2017 es una muestra clara de la desaceleración que registra la economía nacional y van dos años consecutivos que no se llegó a 4,5 por ciento para el pago del doble aguinaldo.
Más bien la deuda va en aumento, que alcanza en un 24 por ciento respecto al Producto Interno Bruto, aproximadamente, si se toma en cuenta que el mismo alcanzó a 37.000 millones de dólares.
Sin embargo, el déficit fiscal también registra incrementos y para la presente gestión se fija un porcentaje por encima del 8 por ciento, al igual que este indicar, también hay otros que muestran que la economía no está en su mejor momento, reflexionó Bernal.
INCREMENTO SALARIAL
Asimismo, señala que otra dato de que la economía nacional no pasa por su mejor momento, es el referido al aumento salarial, fijado en 5,5 por ciento al haber básico y 3 por ciento al mínimo nacional, porcentajes que no colman las expectativas de los trabajadores y más bien preocupan a los empresarios.
El sector privado preocupado por la falta de recursos que ingresan al país por los precios bajos del gas en los mercados vecinos y del petróleo en el mercado internacional, diferente a la registrada en años pasados.
PIB
Respecto al crecimiento del PIB, ambos economistas coinciden, por separado, que el mismo es un dato absoluto, pero sí se realiza ejercicios para descontar con otros indicadores, la cifra es menor, por ello, el Presidente sólo brinda datos macroeconómicos generales.
“Cuando hablas de niveles absolutos, el PIB siempre va a tener un crecimiento. El Gobierno muestra un punto de vista no verídico, ya que las cifras muestran que estamos creciendo menos que los años 2016 y 2015”, señala Bernal.
Entretanto, Espinoza aclara que el Presidente en sus discursos se refiere a cifras macroeconómicas en términos reales, pero también en nominales, que registran divergencias en los datos, que pueden llegar a mal interpretarse.
“Efectivamente, el PIB creció en más de 30.000 millones de dólares en términos nominales, pero en términos reales si uno le quieta variaciones de precios, el crecimiento no fue tan grande”, señala el experto en economía.
Por ejemplo, si se habla en términos per cápita, recuerda Espinoza, que en 2005 la cifra estaba en 800 dólares por habitante, y ahora la misma creció a 3.000 dólares; pero en Sudamérica el dato estaba, en el mismo período, en 3.000 y actualmente el monto se elevó a 12.000 dólares.
Como se puede observar el resto de la región también creció, y son economías que exportan materias primas, y se beneficiaron al igual que Bolivia del boom del precio alto de los comoditties.
Es por ello que el crecimiento, a pesar de las cifras registradas, se diluye un poco cuando se observa cómo se ha desempeñado el resto de la región, y se observa que su equipo económico no ha modificado su estrategia de crecimiento.
PRECIOS INTERNACIONALES
Por otra parte, con referencia a la recuperación de los precios internacionales, en especial del petróleo, Bernal señala que el valor puede variar, debido a que hoy puede estar en 70 dólares el barril de crudo, y dentro de unos meses puede bajar a 40 dólares; es volátil.
Es por ello que las proyecciones que realizan organismos internacionales sobre el crecimiento de Bolivia, y fijan una cifra de 4 por ciento, se elaboran en base a una información confiable y al comportamiento de los valores de los comoditties a futuro.
DESARROLLO Y CRECIMIENTO
Mientras tanto, Espinoza señala que tasa de crecimiento o un buen desempeño, no significa desarrollo, y se puede observar con las cifras negativas que registra el comercio exterior de Bolivia, que muestran merma de ingresos de las ventas no tradicionales.
“Se refiere en que cada vez en las exportaciones, las no tradicionales tienen una menor participación, aquellas que generan empleo, y vienen de un proceso de innovación y de inversión privada”, lamentó y afirma que cada vez el país está más rezagado en esta materia.
Según el entrevistado, el porcentaje de los productos con valor agregado alcanzan a 10 por ciento, mientras que el 90 por ciento son productos primarios, hidrocarburos, minerales hasta soya.
Entretanto, las importaciones, el consumo interno, crecieron de manera extraordinaria. “En 2005 de cada dólar que gastaba el boliviano 20 centavos se destinaba a la importación, hoy en día de cada dólar que gasta, 45 centavos son importaciones”, señaló.
Lamenta que cada vez la canasta de la familia boliviana, el consumo interno, está cubierta con importaciones, lo que muestra que el aparato productivo nacional no se ha desarrollado al ritmo que se ha incrementado el consumo,
“Esto no se condice con una situación de desarrollo que el Presidente quisiera mostrar en sus datos. Hay incremento del consumo, ciertamente; hay incremento en el ingreso disponible, sí, pero son situaciones que se han dado en el resto de la región”, apuntó e indica que a diferencia de la región, en Bolivia se ha fomentado la importación, que a las cadenas productivas nacionales.
EMPLEO
En el caso del empleo, Espinoza informó que cada año se requiere más o menos 75.000 a 85.000 trabajos nuevos, y el sector público no puede cubrir el requerimiento, y es por ello que en términos de crear fuentes de empleo de calidad, las políticas del Presidente han fracasado.
Señala que en los últimos 10 años la informalidad ha estado en torno al 78 por ciento y 80 por ciento, y a pesar de la intención de las autoridades de crear empleos de calidad, a través de su Programa de Empleo, en los últimos seis meses sólo logró generar 1.000.
MEDIDAS PELIGROSAS
Por su parte, el expresidente de la Federación de Empresarios de Tarija, Álvaro Baldivieso, calificó la aprobación de las normas, el aumento salarial y la Ley de Empresas Sociales, como medidas peligrosas para el sector privado.
Señala que si bien el Gobierno tiene datos del crecimiento empresarial, el número de emprendimientos formales no pasa del 30 por ciento, y lamenta que todas las cargas laborales se las tengan que cargar.
No comparte la decisión que asumieron los trabajadores y el Gobierno, de determinar un aumento salarial, sino que deberían convocar a la Confederación del sector privado para conocer la verdadera realidad de las empresas.
EMPRESAS SOCIALES
Con respecto a la aprobación de la Ley de Empresas Sociales, pone en emergencia al sector, y ya el ente matriz del sector anunció acudir a las instancias legales para probar su vulneración de sus derechos.
Asimismo, Baldivieso dijo que “se estigmatiza al empresario boliviano, el empresario boliviano no siempre es una persona rica que explota a los trabajadores; el empresario es un digno ciudadano que ha apostado sus pequeños ahorros para implementar una pequeña unidad de negocios, hipotecando los bienes de su familia para que después de manera muy fácil soportemos tantas cargas tributarias, laborales y encima de que los trabajadores se queden con la empresa”.
“Cualquier trabajador, cualquier ciudadano boliviano, tiene la posibilidad de ser empresario y sepan lo que pasamos nosotros también y que no se nos estigmatice”, reflexionó.
“Yo veo realmente familias preocupadas, porque el doble aguinaldo y el incremento salarial, cargas sociales y laborales, ponen en riesgo la actividad de sus empresas. Realmente una preocupación muy fuerte”, lamentó.
Ojala que el Gobierno en alguno momento recapacite; porque ni siquiera hemos concluido el periodo para confirmar un crecimiento de 4,5 por ciento, y ya se lanza una medida como es el doble aguinaldo.
“Creemos que si son medidas políticas, debería tener mucho cuidado con las familias bolivianas; finalmente, los empresarios también somos pueblo”, dijo.
LEY DE EMPRESAS
Se promulgó la Ley de Creación de Empresas Sociales, que según las autoridades busca dar estabilidad laboral a los trabajadores.
“Esta creación de las empresas sociales no es para quitar sus empresas e industrias a los privados. Si ese privado no puede o abandona o está en déficit, ahí los trabajadores se organizan para tener una empresa social”, dijo el presidente Evo Morales.
La Ley de Creación de Empresas Sociales se enmarca en el artículo 54 parágrafo tres de la CPE, que establece tres modalidades para crear empresas sociales en el país: quiebra, liquidación y abandono.
En esa dirección, la ley señala que una empresa social será constituida por los trabajadores activos de una compañía privada que se encuentre en quiebra o liquidación conforme al Código de Comercio, o cuando exista cierre o abandono injustificado.
Solo en La Paz cerraron 10 empresas en los últimos dos años y cinco pasaron a ser administradas por los trabajadores, según el secretario ejecutivo de la Confederación General de Fabriles de Bolivia, Vicente Pacosillo.
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