¿Prestarle plata a la gente de bajos ingresos? Hace poco más de 20 años plantearse un tema así parecía una locura. Pero así un fenómeno comenzó a surgir en el país, las microfinanzas. En ese momento se rompieron todos los esquemas del sistema financiero y hoy Bolivia es un ejemplo mundial en este campo. Más allá de ser un negocio rentable, es también un instrumento que ayudó a frenar la pobreza y el desempleo en el país.
¿Darle un seguro a la gente de bajos ingresos? es ahora la nueva pregunta. Casi emulando la historia del microcrédito hoy en día surge como una opción el microseguro que, según los expertos, puede también ser un buen negocio pero, sobre todo, otro instrumento para enfrentar a la pobreza. En este caso, para ofrecer a los sectores de bajos ingresos acceso a algo que hoy parece imposible, un seguro para la familia, para el trabajo o para su maquinaria.
Un microseguro es un seguro, como los que existen ahora en el mercado, de vida, contra accidentes, de salud, entre otros. La novedad está en que fue adecuado a las características de los sectores más pobres, por eso los montos a pagar (primas) son mínimos y las coberturas específicas y rápidas, sin mucho papeleo ni trámite, explicó Carlos Rodríguez, director ejecutivo del centro AFIN.
“Estamos hablando de primas que van desde un dólar hasta cuatro dólares al mes en seguros destinados a los micro y pequeños empresarios y la gente de escasos recursos económicos”.
“Aquí, los productos y servicios se desarrollan según las necesidades de los clientes. No son los enlatados de siempre. El microseguro es una protección contra determinados riesgos que pueden afectar a una persona, principalmente de bajos ingresos. La cobertura es simple y es de rápida realización”, informó también Raúl Angulo, del Consejo Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Woccu por sus siglas en inglés).
En promedio, por una cuota mensual de 20 bolivianos, la gente podría acceder a un seguro que puede alcanzar, incluso, al futuro de la familia en caso de muerte del cliente. “Lo que busca también un microseguro es que la familia no se quede desvalida en caso de desgracia y que pueda seguir generando ingresos”, señaló Angulo.
Según los expertos, el microseguro puede ser un gran negocio porque prácticamente todo el número de clientes de las microfinanzas conformarían el potencial mercado. Y proponen una lucha contra la pobreza porque permitiría el acceso de las grandes mayorías a servicios que nunca tuvieron, como el de salud. “Estamos frente a una clara propuesta de inclusión”, señaló Rodríguez.
En Bolivia los primeros pasos en esta experiencia los dio el BancoSol, “con gran éxito”, según un vocero de la entidad. Los Andes es la otra entidad pionera.
Sin embargo, el camino no es tan simple. Dos grandes desafíos se muestran en el futuro: Primero cómo proponer a la población un producto que llame la atención, de calidad y a bajo costo, y segundo cómo hacer que la gente entienda su valor y se acerque al seguro cuando no tiene esa cultura.
Para superar el primer obstáculo el Woccu y AFIN diseñaron un programa de acercamiento entre las instituciones de microfinanzas y las empresas aseguradoras. “Se trata de que conozcan a fondo este campo, generen alianzas estratégicas y entre ambas preparen productos que sean del interés del público meta”, dijo Rodríguez.
Con este fin, ambas instituciones realizaron el pasado jueves y viernes encuentros entre representantes de ambas industrias.
Cómo hacer con el segundo obstáculo. Pues las organizaciones patrocinadoras del microseguro en el país también pensaron en esto y, a la fecha, se encuentran trabajando en una masiva y agresiva campaña de promoción, que será difundida por lo medios de comunicación nacionales a partir del segundo semestre de este año.
Esta campaña tendrá como principal objetivo mostrar las bondades del microseguro, pero también comenzar a sembrar una cultura del seguro en el país.
“Queremos llegar a toda la población, pero específicamente a la gente de menores ingresos, a ese pequeño productor o comerciante para que sepa que puede obtener un seguro por un módico costo que en algún momento le puede servir, eso porque uno nunca esta libre de tener una desgracia”, señaló también Angulo.
La gran esperanza es que se repita la historia del microcrédito y pronto, el microseguro pueda estar también entre la población de bajos ingresos, que es la mayoría en el país, “dándoles tranquilidad y ayudando en la lucha contra la pobreza”, señaló Rodríguez.
“De manera concreta lo que se está haciendo en microseguros es lo que se hizo hace 25 años en Bolivia con el microcrédito, cuando había un gran segmento de la población marginada y al final tuvo una oportunidad de inclusión”.
La historia y el contexto
Consolidación
La transformación de las ONG en Fondos Financieros Privados se ha consolidado paulatinamente y ha permitido un mejor ordenamiento de los servicios microfinancieros en el país. Al mismo tiempo las Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) han logrado consolidarse y son el nexo de las microfinanzas en las zonas rurales.
Nuevo producto
El microseguro es un sistema de comercialización de productos que una Entidad Aseguradora realiza por medio de la red de oficinas de una Institución de Microfinanzas, dándole a ésta la pertenencia del producto. Aquí fue importante el interés por parte de la Cooperación Internacional en el desarrollo del sector, con recursos y fortalecimiento.
Las características
Universalidad: Las pólizas deben proteger los intereses y riesgos a todas las personas naturales. Sencillez: El usuario final puede comprenderlas fácilmente. Estandarización: Los textos de las pólizas deben ser iguales. Comercialización masiva: Opera por la red microfinanciera. Primas: Adecuadas a las condiciones de la demanda.
África primero
Bajo el concepto de inclusión, el microseguro surge en África, donde por el tema del VIH, la industria del microcrédito comienza a bajar. Por eso se diseña un plan a través del cual también se pueda incluir a la gente con VIH y es entonces donde nace un producto financiero, pero también con un seguro.