Durante el 2021, CAF -banco de desarrollo de América Latina- ejerció un rol catalítico y ofreció respuestas ágiles para mitigar los impactos del complejo entorno global. El monto total de operaciones, sumado a la reciente capitalización de la institución de USD 7.000 millones aprobada por el Directorio, sitúa al organismo multilateral como uno de los actores más destacados del desarrollo regional.
(Caracas, 31 de diciembre de 2021). A lo largo del 2021, CAF aprobó un total de USD 13.200 millones para financiar iniciativas de desarrollo de los países de América Latina y el Caribe. El impacto de estas aprobaciones se traducen, por ejemplo, en que más 2,5 millones de personas tendrán conexiones nuevas o mejoradas de agua potable y/o alcantarillado; se construirán aproximadamente 500 KM de redes de alcantarillado; y más de 1 millón de personas se beneficiarán de proyectos de reducción de la vulnerabilidad climática.
El 29% de las aprobaciones (USD 3.795 millones) se destinaron a responder a la crisis generada por el Covid-19, incluyendo la atención a la emergencia sanitaria y el apoyo a la consolidación fiscal, un aspecto sensiblemente afectado por la crisis sanitaria. El 26,9% de los préstamos (USD 3.555 millones) se destinaron la reactivación económica, especialmente en infraestructuras de energía, transporte y telecomunicaciones. Adicionalmente, a través del sector productivo y financiero se aprobaron USD 5.856 millones a entidades públicas y privadas, así como inversiones patrimoniales y participaciones en fondos de inversión. En 2021, CAF Asset Management, el gestor de fondos de capital privado de deuda para financiar infraestructura, afianzó su presencia en la región con USD 1.500 millones en activos bajo administración, y para el 2026 proyecta estar operando en 10 países miembros de CAF.
También en 2021 el Directorio de CAF aprobó por consenso la mayor capitalización en la historia de la institución, por USD 7.000 millones, que le permitirá duplicar su cartera a 2030. Los nuevos recursos apoyarán la reactivación económica en los países accionistas, y contribuirán a consolidar al organismo multilateral como el banco verde de América Latina y el Caribe.
“La actuación de CAF en este año complejo ha supuesto un importante apoyo para que los países de la región pudieran superar la crisis socioeconómica generada por la pandemia. De cara al futuro, seguiremos apostando por los consensos para enfrentar los temas clave de la región, como el cambio climático, la digitalización, el aumento de la productividad, la integración, el mayor protagonismo del sector privado y la reducción de las desigualdades”, dijo Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF.
Desde la perspectiva institucional, en septiembre de 2021 Díaz-Granados asumió la presidencia de CAF con el objetivo de convertir a la institución en el banco verde y de la reactivación de América Latina y el Caribe, así como de impulsar el desarrollo de infraestructuras sostenibles y resilientes, apoyar al sector privado para incrementar el empleo formal, fomentar políticas de equidad de género, inclusión y diversidad, e promover la digitalización de los países de la región.
En cuanto a la propuesta ambiental, CAF presentó en la COP26 de Glasgow las principales líneas de acción para convertirse en el banco verde de América Latina y apoyar a los países de la región en sus compromisos de conservación ambiental, preservación de los ecosistemas naturales y transición energética. Durante la cumbre, el organismo anunció que durante los próximos cinco años movilizará USD 25.000 millones para fomentar el crecimiento verde en la región. Esto significa que su cartera verde pasará del 24% en 2020 al 40% en 2026.