Después de las fiestas, tener un plan para ejecutar sus finanzas le permitirá un mejor rendimiento de sus ingresos, menos incertidumbre frente a los imprevistos y mayores posibilidades de invertir o viajar. ¿Cómo lograr que se ejecute sin tanto estrés?
Tres de cada diez personas dedican un tiempo para planificar sus finanzas a un mediano y largo plazo. Y, si se lo convierte en minutos, equivale a menos de 5 horas que la población invierte en elaborar un plan para 365 días. Así lo confirma un estudio realizado por el portal financiero Debt.com, una firma que trabaja en el asesoramiento financiero en Norteamérica y diversos países en el mundo.
Planificar las finanzas demanda disciplina. De acuerdo con Carola Aguilera, subgerente de Marketing del Banco Ganadero, un plan financiero va determinar el cumplimiento de las metas familiares y personales y va realizarse acorde a las prioridades y al diseño de la vida que quieren alcanzar en el futuro.
“Poner todos los huevos en la misma cesta, prestarse para viajar, trabajar para comer y vestir bien, son algunos de los principios que se aplican en la práctica al momento de pensar en las finanzas sin tomar en cuenta lo que puede ocasionar personal como familiarmente y, muchas veces afectar incluso la salud mental y física”, expresa.
Una correcta planificación financiera, según Aguilera, mejora la calidad de vida, optimiza los ingresos y gastos, genera el hábito del ahorro pensando en un largo plazo y permite reducir la incertidumbre. ¿Cómo lograr ejecutar un plan financiero este 2023 sin fracasar en el intento? La directiva nos da al menos cuatro consejos:
1. Logre un equilibrio sincero entre sus gastos e ingresos
Si gana 1.000 dólares y quiere tener una vida que le demanda gastos superiores a los 1.000, sin duda, tendrá un desequilibrio en sus finanzas. Un experto en el área explica a la BBVA que se debe conocer con exactitud los ingresos y diseñar un plan de gastos real y transparente a corto y mediano plazo, considerando los que son imprescindibles, los gastos reales en cumpleaños, entretenimiento, en refrescos, pasajes, etc. “No se trata de ganar más dinero, el objetivo es administrar lo mejor posible los ingresos y acostumbrarse a revisar los gastos para cuidar las finanzas y las prioridades”, expresan.
2. Acostúmbrese a ahorrar e invertir el excedente
Ahorrar demanda dominio propio. Si no lo tiene puede optar por productos financieros como los Depósitos a Plazo Fijo (DPF) o Fondos de Inversión SAFI. Mientras más antes empiece más resultados verá en un determinado plazo. Puede empezar por montos pequeños e ir subiendo según las posibilidades que tenga. Ahorrar no significa guardar lo que le sobra, sino destinar un monto para ese fin ni bien reciba sus ingresos. ¿Y qué hacer con sus ahorros? Invertir. Es decir, lograr un mejor rendimiento de su dinero y conseguir que, en tiempos de inflación, el capital no pierda el poder adquisitivo. Puede acercarse a un banco y conocer los planes que ofrecen para invertir o buscar oportunidades en algún área de expertiz que usted tenga.
3. Mantenga un fondo para imprevistos y ocúpelos para ese fin
Un imprevisto es cualquier urgencia personal y familiar, principalmente de salud, que afronte durante el año. Destinar un fondo para este fin, evitará el desequilibrio de su presupuesto. Este fondo es vital para sus finanzas ya que, en caso de necesitar dinero para pagar una cirugía, un examen médico o una reparación evite contraer nuevas deudas que le demandarán el pago de intereses. “No sabemos lo que vendrá en el futuro y disponer una parte de los ingresos guardados para cubrir una contingencia es una sabia decisión familiar. Este monto puede ayudarle también cuando haya desempleo o menos ventas, en caso de ser independiente”, explica Aguilera.
4. Identifique claramente una necesidad real de una inventada.
Las necesidades varían de persona a persona, sin embargo, existen muchas que son esenciales como, por ejemplo, la comida, los servicios básicos, el entretenimiento, el celular, un techo, la vestimenta, entre otras. Comprar un celular de alta gama, como ejemplo, teniendo un teléfono que le permite realizar bien su trabajo y que está en un buen estado, puede convertirse en una necesidad inventada e impulsada por las amistades, una proyección personal o el marketing. “Tener ropa es una necesidad, pero comprar una determinada marca de ropa puede ser una necesidad inventada. Al momento de realizar sus gastos mensuales, recuerde preguntarse si realmente necesita ese producto o lo está convirtiendo en una obligación de compra para ganar un estatus, probar o ceder a una tentación. Esos gastos pueden desequilibrar sus finanzas”, expresa la directiva.
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