El sector agropecuario, agroindustrial y minería son los principales generadores de dólares para esta gestión. Estos sectores son los que dan la cara ante la caída de los ingresos por las menores exportaciones de hidrocarburos, un fenómeno que se vino dando desde hace diez años, según instituciones, analistas y representantes de sectores.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la exportación de gas natural en Bolivia de representar un 54% del total de las exportaciones, en 2013, en 2023, solo representó el 18,8%.
Por ejemplo, entre 2005 y 2015, el rubro de los hidrocarburos fue el principal producto de exportación ocupando entre el 39% y el 54% de las exportaciones, pero a partir de 2016 empieza el descenso y en 2024 alcanzan su punto más bajo, por detrás de la extracción de minerales y otros sectores exportadores.
En 2014, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) recibió $us 6.011 millones por la exportación de 17.608 millones de metros cúbicos de gas natural, pero en 2024, el flujo de los ingresos cayó a $us 1.615 millones. Brasil se mantiene como el único destino para estas exportaciones.
Desde la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex) indicaron a EL DEBER que desde 2022 las exportaciones de alimentos, tanto de origen vegetal como animal, han superado a las exportaciones de hidrocarburos de Bolivia.
“Desde ese punto de vista y teniendo en cuenta que todo el territorio nacional tiene vocación de producción de alimentos y que la demanda mundial de los mismos se incrementará, es este sector que podría generar más ingresos por exportaciones”, dijeron los exportadores a este medio mediante un comunicado.
También señalaron que la apertura del mercado chino a la chía y el sorgo pueden contribuir a que se incremente las exportaciones.
A esto se le puede sumar que si las condiciones son favorables, como el clima y la provisión oportuna de diésel, el sector oleaginoso podría exportar alrededor de 3 millones de toneladas y repuntar en relación con los años anteriores.
Asimismo, si el veto a las exportaciones de carne bovina se libera, situación que esta desde febrero de este año, se podrían generar más de $us 200 millones.
“Para que las exportaciones No Tradicionales puedan crecer es necesario mejorar la productividad y atraer inversiones con vocación exportadora y la mejora de la infraestructura logística”, complementaron desde Cadex.
Héctor Córdova, especialista en minería de la Fundación Jubileo, indicó que la exportación de minerales genera importantes divisas porque se exporta por año entre $us 5.000 y $us 6.000 millones en minerales, de los cuales quedan para el Estado entre $us 300 y $us 400 millones.
Agregó que pasa lo mismo con la explotación aurífera donde, por ejemplo, en 2022 se exportaron más de $us 3.000 en oro, pero lo que entró al Estado solamente fueron $us 63 millones porque las cooperativas no pagan impuestos.
“Si hubiera un mayor control sobre la explotación aurífera, el Estado podría disponer fácilmente de unos $us 1.500 a $us 2.000 millones por año, pero el Estado no está cobrando los impuestos que debería cobrar y les están pagando una regalía engañosa, que es un 2% cuando debería ser 7%”, manifestó Córdova.
En tanto, Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), señaló que los dos sectores que a corto plazo podrían generar más divisas son el agropecuario/agroindustrial y el forestal/maderero por su rápida capacidad de reacción.
“Siempre y cuando se den estas tres seguridades: la jurídica para combatir los avasallamientos y bloqueos, la de mercados para la libre exportación y la de buenas políticas públicas para el pleno uso de la biotecnología, abastecimiento de combustibles y mejora de productividad, entre otros”.
También lamentó que, debido a las restricciones para exportar carne bovina y el grano de soya, además del retraso en vender sorgo a China, las nuevas fuentes de ingresos “a corto plazo” están siendo perjudicadas justo cuando más divisas precisa Bolivia.
Luis Ampuero, presidente de la Cámara Boliviana de Turismo (Cabotur), sostuvo que este sector es una opción para la generación de divisas por diversas razones, una de ellas es que el país tiene un importante potencial turístico que no requiere grandes obras de infraestructura y tecnología, sino únicamente requerimientos del tipo regulatorio, administrativo y de fomento.
“Necesitamos promoción, seguridad jurídica y turística, además de conectividad para que los turistas puedan llegar. Todos estos son temas manejables en un marco en que el Estado esté dispuesto a realizar una pequeña inversión en turismo que lamentablemente no la realiza”.
Si bien no se tienen cifras oficiales de cuánto genera el turismo en divisas, hasta hace unos seis años se estaba bajo los $us 1.000 millones, un número bajo comparado con otros países de la región.
Por último, René Martínez, analista en presupuestos públicos de la Fundación Jubileo, explicó que para que el país pueda contar con divisas para fortalecer las reservas internacionales, primero se tiene que solucionar el tema relacionado con el tipo de cambio.
“Los sectores no van a introducir sus divisas al sistema financiero mientras no se resuelva esto porque sufrirían perdidas debido al tipo de cambio oficial y el cambio paralelo. Este es un ajuste que se tiene que hacer”.
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