Los desafíos económicos para 2025, año del bicentenario del país, se sintetiza en el dólar y en los indicadores inflacionarios.
La escasez de dólares que se hizo patente a partir de 2023, es sin dudas el mayor problema que deberá hacer frente, durante 2025, la administración del presidente Luis Arce.
Germán Molina, analista económico, explicó que el Ejecutivo deberá encontrar los mecanismos para generar una mayor fluidez de la divisa extranjera.
“Es el comercio internacional, a corto y mediano plazo, el encargado de generar los dólares que necesita el país. Ahora el sector privado debe tener el apoyo del Estado. No se puede seguir con un modelo restrictivo y solo controlador. Los cupos de exportación deben ser técnicos y no una interpretación política”, explicó Molina.
Para Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las exportaciones deben ser impulsadas desde el Gobierno que debe tomar nota que en 2024 se llegó a un punto de quiebre, debido a que la escasez de dólares produce inflación e impacta en toda la cadena productiva del país.
Rodríguez remarcó que la seguridad jurídica, garantizar los mercados y las correctas políticas públicas son los otros factores que no se deben descuidar si se busca evitar repetir el derrumbe del comercio internacional boliviano.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula que el comercio exterior de Bolivia experimentó una caída de $us 3.000 millones al tercer trimestre.
Las exportaciones cayeron $us 1.643 millones, mientras que las importaciones bajaron $us 1.337 millones, con lo cual, Bolivia va camino a registrar un segundo déficit comercial consecutivo en 2024.
“Menos exportaciones implican menos dólares en Bolivia para financiar sus compras externas. Por la falta de dólares, se encarece la divisa y suben los costos de importación y producción”, observó Rodríguez.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, hizo notar que a pesar de la alta bolivianización de la economía, “el peso del dólar estadounidense es innegable y su escasez durante 2024 fue un golpe duro a la actividad productiva del país”.
Costo de vida
Con una inflación acumulada, a noviembre de 2024, de 8,8%, es otro de los indicadores que tiene en ascuas al Gobierno, pues tras 16 años, se llega a estos porcentajes, que de acuerdo con los analistas consultados al cierre de 2024 se podrá estar muy cerca de los dos dígitos.
El analista económico, José Gabriel Espinoza remarcó que los costos de producción entre 2022 y 2023 no se transfirieron al valor final, pero que este año, debido el encarecimiento del dólar, y de las importaciones, los costos se empezaron a transmitir al mercado de bienes y servicios, “por lo tanto, aparece un problema que se lo estaba negado y es el proceso inflacionario”.
Omar Castro, presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), sostuvo que el encarecimiento del alimento es resultado del incremento de los costos de producción, debido a la escasez y al aumento de precio del dólar en el mercado paralelo.
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