La Prensa / Agencias.- El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en mayo tuvo una variación negativa de 0,18 por ciento con relación a abril, la cuarta vez en el año. Sin embargo, el Gobierno asegura que la economía nacional aún no sufre una deflación.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) presentó ayer el informe mensual sobre la variación de los precios de los bienes y servicios que consume la población, como alimentos, ropa, telefonía y otros, que continuó a la zaga.
Los alimentos que más bajaron de precio en mayo fueron el sábalo, que cayó en 17,26 por ciento; la naranja en 7,49; la papa en 3,09; el arroz en 2,2 y la carne de res con hueso en 0,91 por ciento (ver infograma).
El producto que más se encareció el mes pasado fue el queso criollo que subió en 9,56 por ciento en comparación con abril, seguido por el tomate en 4,75 por ciento, la haba en 6,92 por ciento y carne de pollo entero en 2,63 por ciento.
Aunque varios análisis señalan que el descenso de precios obedece a menores ingresos de la población y cautela frente a los efectos que pueda generar la crisis económica mundial, el Gobierno descartó esa hipótesis.
El ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre, negó que la gente haya comprado menos porque no tiene dinero, por lo que puntualizó: “En el mercado hay un grado de satisfacción en las compradoras sobre lo que es la rebaja de los alimentos básicamente”.
Aseguró que en el país no hay deflación, pues este tema está vinculado con periodos largos sostenidos, condición que aún no se cumple en Bolivia.
Para que suceda esa situación, el estancamiento en el alza de precios debe darse por al menos dos trimestres consecutivos.
La autoridad recordó además que la baja no es general. De los 364 productos que considera el cálculo del IPC, 198 subieron su costo en mayo. De acuerdo con los datos del INE, en enero la inflación fue de 0,36 por ciento, en febrero empezó el cambio con un registro de -0,07 por ciento, en marzo la situación fue similar
de -0,49 por ciento y en abril fue de -0,43 por ciento.
Según Aguirre, después de un periodo de inflación importada de otros países, ahora sólo se retorna a los precios normales de los alimentos y bebidas no alcohólicas, es decir un reajuste de costos.
En el ámbito regional, la ciudad que más abarató su costo de vida fue Potosí con un descenso de -0,92 por ciento, como efecto de una menor actividad minera por la caída de precios del zinc y estaño debido a la crisis financiera mundial.
Luego se ubica otro departamento minero, Oruro, con -0,73 por ciento y Trinidad con -0,61 por ciento.
El IPC en otras ciudades como en Tarija registró -0,57 por ciento, en Cobija -0,36 por ciento, La Paz -0,24 por ciento, Sucre -0,17 por ciento, Cochabamba
-0,12 por ciento y Santa Cruz fue la menos costosa con un índice de -0,02 por ciento.
Los datos
Durante los dos recientes años el país soportó un alza de precios generalizada.
Los productos que más se encarecieron en 2008 fueron el pan, el pollo, la papa y el aceite.
La demanda mundial hizo que las materias primas y los alimentos subieran sus costos.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) presentó ayer el informe mensual sobre la variación de los precios de los bienes y servicios que consume la población, como alimentos, ropa, telefonía y otros, que continuó a la zaga.
Los alimentos que más bajaron de precio en mayo fueron el sábalo, que cayó en 17,26 por ciento; la naranja en 7,49; la papa en 3,09; el arroz en 2,2 y la carne de res con hueso en 0,91 por ciento (ver infograma).
El producto que más se encareció el mes pasado fue el queso criollo que subió en 9,56 por ciento en comparación con abril, seguido por el tomate en 4,75 por ciento, la haba en 6,92 por ciento y carne de pollo entero en 2,63 por ciento.
Aunque varios análisis señalan que el descenso de precios obedece a menores ingresos de la población y cautela frente a los efectos que pueda generar la crisis económica mundial, el Gobierno descartó esa hipótesis.
El ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre, negó que la gente haya comprado menos porque no tiene dinero, por lo que puntualizó: “En el mercado hay un grado de satisfacción en las compradoras sobre lo que es la rebaja de los alimentos básicamente”.
Aseguró que en el país no hay deflación, pues este tema está vinculado con periodos largos sostenidos, condición que aún no se cumple en Bolivia.
Para que suceda esa situación, el estancamiento en el alza de precios debe darse por al menos dos trimestres consecutivos.
La autoridad recordó además que la baja no es general. De los 364 productos que considera el cálculo del IPC, 198 subieron su costo en mayo. De acuerdo con los datos del INE, en enero la inflación fue de 0,36 por ciento, en febrero empezó el cambio con un registro de -0,07 por ciento, en marzo la situación fue similar
de -0,49 por ciento y en abril fue de -0,43 por ciento.
Según Aguirre, después de un periodo de inflación importada de otros países, ahora sólo se retorna a los precios normales de los alimentos y bebidas no alcohólicas, es decir un reajuste de costos.
En el ámbito regional, la ciudad que más abarató su costo de vida fue Potosí con un descenso de -0,92 por ciento, como efecto de una menor actividad minera por la caída de precios del zinc y estaño debido a la crisis financiera mundial.
Luego se ubica otro departamento minero, Oruro, con -0,73 por ciento y Trinidad con -0,61 por ciento.
El IPC en otras ciudades como en Tarija registró -0,57 por ciento, en Cobija -0,36 por ciento, La Paz -0,24 por ciento, Sucre -0,17 por ciento, Cochabamba
-0,12 por ciento y Santa Cruz fue la menos costosa con un índice de -0,02 por ciento.
Los datos
Durante los dos recientes años el país soportó un alza de precios generalizada.
Los productos que más se encarecieron en 2008 fueron el pan, el pollo, la papa y el aceite.
La demanda mundial hizo que las materias primas y los alimentos subieran sus costos.
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