La respuesta a la pregunta está en la información pública que manejan tanto BBVA como Futuro de Bolivia. Hasta el 29 de febrero, las dos AFP tienen bajo su gerencia $us 19.457 millones de los aportantes. De estos recursos, más de un 50% está invertido en el sector financiero; es decir, es dinero usado por los bancos para colocar en créditos.
Así, de todos los recursos que manejan las dos administradoras, menos del 1% está en efectivo y se usa para pagar las jubilaciones de los trabajadores que pasaron al retiro.
Recientemente, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia propuso al Gobierno que los trabajadores retiren hasta un 10% de sus aportes para enfrentar la crisis económica generada por el coronavirus en el país.
Desde el 22 de marzo, en Bolivia, rige una cuarentena total que paralizó toda la actividad económica, salvo algunos sectores considerados de emergencia como los alimentos, sanidad y el de salud, todos dejaron de operar. Por eso los empresarios plantearon que los trabajadores retiren parte de sus recursos para que se pueda reactivar el consumo.
Ya en detalle, BBVA maneja $us 10.334 millones. De esta cantidad la administradora invirtió un 55,5% ($us 5.683 millones) en la banca y otro 29,9%, $us 2.996 millones, en bonos del Tesoro General de la Nación (TGN).
Por su parte, Futuro de Bolivia, que gestiona $us 9.123 millones, tiene hasta un 60% de estos recursos ($us 5.473 millones) colocados en el sector financiero a través de Depósitos a Plazo Fijo (DPF) y fondos de ese sector. Además, tiene colocado otro 22% ($us 2.007 millones) también en bonos del TGN.
Estas inversiones están enmarcadas de acuerdo a los límites establecidos en la normativa legal vigente en el país que permite diversificar el riesgo y generar adecuados niveles de rentabilidad. Dichas operaciones son valoradas según la Metodología de Valoración emitida por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
Se necesita un decreto
Alberto Bonadona, especialista en pensiones, explicó que, para facilitar la devolución parcial de estos recursos, se necesita que el Gobierno emita un decreto supremo que lo reglamente.
Recordó que, del total de los fondos que tienen las AFP, solo hay una pequeña parte del dinero en efectivo que se usa para pagar a los jubilados y que la mayoría están invertidos en títulos de deudas y Depósitos a Plazo Fijo, o bonos que emiten las empresas.
“Para tener efectivo, ellos tienen que vender estos títulos en el mercado que son los bancos o empresas. Ellos pueden hacer un arreglo con las empresas en la Bolsa de Valores”, señaló.
Bonadona planteó que el Banco Central de Bolivia (BCB) compre algunos bonos de las AFP y que las administradoras, previamente establecido un sistema de devolución, inyecte esos recursos a los aportantes que quieran recibirlos.
Recomendó establecer un rango de edades y un porcentaje de devolución para hacer este retiro. Una categoría, de entre los 40 y 50 años, podría retirar hasta un 30% de sus aportes. Y otro grupo, arriba de 58 años, retiraría hasta un 35%.
A su vez el analista económico, Napoleón Pacheco, señaló que al estar la mayoría de las inversiones en la banca solo se necesitaría solicitar esos recursos realizados en Depósitos a Plazos Fijos (DPF) y pedir parte de ellos a las financieras.
Para Pacheco, el retiro de los recursos que tienen los trabajadores es, por estos momentos de emergencia, y en definitiva la única alternativa real para poder estimular el consumo y la producción tomando en cuenta los bajos precios de los hidrocarburos y la reducción de las remesas que llegan del exterior.
“Hasta el momento es la única alternativa real. No hay otra solución para estimular el consumo. Pero para hacer esto se necesita una reglamentación”, señaló.
No es una buena idea
El especialista en pensiones, Gustavo Rodríguez, señaló que la propuesta planteada por los empresarios no es buena porque recorta los años de aportes, derechos y montos de pensiones de los trabajadores.
“Se abrirá una caja de pandora, luego saldrán otros pidiendo retirar más del 30%. Hoy se puede dar dinero a personas que después no se podrán jubilar”, señaló.
Para Rodríguez lo planteado por los empresarios, los aportantes y algunos analistas es un “error”, además de una mala propuesta.
Explicó que si por ejemplo un trabajador con 20 años de trabajo y Bs 200.000 de ahorro, tiene derecho a una jubilación de Bs 1.200, puede llegar hasta los Bs 2.000, con la pensión solidaria.
“Pero si retira el valor de cinco años de aportes su pensión se reduciría a solo Bs 900”, señaló.
Para Rodríguez, postergar el pago a los aportes es mucho más factible, o abrir la posibilidad de que las AFP, en vez de entregar parte de los aportes, den crédito a los trabajadores. Incluso planteó adelantar la jubilación de algunos trabajadores.
“También se debería crear un bono de cesantía a las personas que tengamos más de 50 años y se queden sin trabajo, hasta que se puedan jubilar”, señaló.
Se envió unas preguntas al Ministerio de Economía, para conocer su percepción sobre el tema, pero todavía no contestaron.
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