El ministro de Planificación del Desarrollo, Gabriel Loza Tellería, aseguró ayer que Bolivia pasa por un momento excepcional en el aspecto económico, por lo que los recursos excedentes deben ser destinados a un Fondo de Estabilización y Desarrollo (FED) como mecanismo para enfrentar shocks transitorios y épocas difíciles.
Ese fondo contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) tiene relación con los recursos excepcionales de la renta petrolera, por esta razón el Ejecutivo espera optimizar el ahorro y la inversión pública, así como sus impactos en las finanzas públicas, el desarrollo productivo y la generación de empleos.
“El país atraviesa por una etapa excepcional de su historia económica caracterizada por la existencia de superávit mellizos; en el ámbito fiscal y en la balanza de pagos en cuenta corriente. Los excedentes económicos deben ir a un Fondo de Estabilización y Desarrollo donde una parte de los ingresos se pueda ahorrar y la otra invertirlos en producción”, dijo Loza.
Según los datos del Banco Central de Bolivia (BCB), las reservas internacionales netas se acercan a los 4 mil millones de dólares como resultado del elevado superávit comercial y un significativo ingreso de remesas.
“Es una situación histórica de una gran disponibilidad de recursos como las reservas internacionales, el superávit fiscal y con esa situación excepcional tenemos que entrar a un ciclo virtuoso de crecimiento para usar el excedente económico en inversión, producción y empleo”, aseguró Loza.
El país transita por un período de términos favorables de intercambio y una disminución del stock y el servicio de su deuda externa, resultado de las iniciativas de alivio del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Si bien el país recibió ingresos adicionales respecto a años anteriores debido a la nacionalización de los hidrocarburos, el favorable contexto externo y las buenas políticas macroeconómicas y pese a presupuestar este año un nivel sin precedentes de la inversión pública, que supera 1.000 millones de dólares, estos recursos no son suficientes para atender todas las demandas sociales, sectoriales y regionales. Especialmente de grupos vulnerables que presentan demandas reinvindicativas y exigencias de bonos y compensaciones sociales.
“El país entero debe meditar si esta coyuntura favorable se traduce en una oportunidad para lograr un desarrollo económico y social sostenido o en repetir otro capítulo de la historia de oportunidades perdidas y de mal uso del excedente económico”, sostuvo la autoridad estatal.
El desarrollo económico y social deben expresarse en un incremento sostenido de la producción per cápita de bienes y servicios en el transcurso del tiempo, señala un boletín del Ministerio de Planificación del Desarrollo.
Para lograr esos incrementos se requiere la utilización plena de recursos no utilizados, como la tierra y el trabajo, incrementos en la productividad, reposición de plantas y equipos e inversión neta asociada a nuevas instalaciones productivas.
La nacionalización de los hidrocarburos, el potenciamiento de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y la recuperación de la Empresa Nacional de Fundición (ENAF) junto a una adecuada política tributaria permite transferir a la sociedad el control del excedente que antes se generaba.
En su momento, el vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, dijo que se tiene dos opciones para tener un estado fuerte, vigoroso, moderno que no sea prevendal ni subvencionador.
“La primera opción es guardar la platita y crear este Fondo de Estabilización para las generaciones futuras en un marco de estabilidad y de dignidad estratégica. La otra opción es invertir productivamente ya en industrias, porque producción tiene que ser el objetivo de este gobierno; porque si no se produce riqueza no se sale de la pobreza”, reflexionó.
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