La política de apreciación de la moneda nacional se mantendrá, aún existe margen en comparación con otros países”
“Los reglamentos para canalizar créditos al sector productivo estarán listos luego de la Semana Santa. Se trabaja con el sistema bancario”
La ministra de Planificación para el Desarrollo, Graciela Toro, asegura que todas las medidas que ejecuta el Gobierno para combatir la inflación se aplican en otros países de América Latina. Explica que se continuará con la política de apreciación de la moneda nacional, atención de la demanda de alimentos, restricción de la masa monetaria y se apunta a reducir las tasas de interés en forma conjunta al sistema bancario una vez que se concluya el reglamento operativo. Anuncia que los créditos a los medianos y grandes productores con los recursos del Fondo para la Reconstrucción, Seguridad Alimentaria y Apoyo Productivo estarán disponibles luego de la Semana Santa. Éste es el diálogo que tuvo La Prensa con la autoridad del área económica.
—¿Qué resultados se esperan de la aplicación del Fondo para la Reconstrucción, Seguridad Alimentaria y Apoyo Productivo? ¿Cómo va a ayudar a reducir las presiones inflacionarias?
—Pensamos que puede tener tres resultados. Primero, frenar la inflación con mecanismos de corto plazo, porque una parte de los 600 millones de dólares que tendrá el Fondo se destinará a apoyar las importaciones de algunos productos de la canasta básica de la población y que en los últimos meses se incrementaron. Estamos hablando del arroz, trigo, harina y manteca. Eso se va a apoyar a través de este Fondo. Lo que se busca es seguridad alimentaria y que la población tenga los productos que necesita. En ese marco, se estableció una línea de financiamiento para hacer transferencias directas por 80 millones de dólares para compras estatales, vía Emapa, de trigo, maíz, hortalizas —compras directas a los pequeños y microproductores—, semillas, bienes de capital e insumos. También se generará una dinámica productiva a través de créditos dirigidos a pequeños, medianos y grandes productores. Con esto lo que se busca es dar un incentivo a los productores, articulando la inversión pública y la privada y generando una reconversión productiva. Buscamos un cambio de la matriz productiva.
—¿En cuánto tiempo las medida tendrían resultados?
—Todas las inversiones necesitan madurar. Hay algunas que pueden ser generadas en tres o seis meses, por ejemplo entregar recursos para producir hortalizas. Pero hay otro tipo de inversiones que requieren madurar más tiempo, de uno a cuatro años. Para eso fue creado el Fondo.
—En el corto plazo, ¿qué medidas se tiene para combatir la inflación?
—Tenemos las políticas de corto plazo con los decretos de importación de productos básicos, compras internas. Después está el decreto que prohíbe las exportaciones de productos básicos para que se dé prioridad al mercado interno. Adicionalmente se aplica el control de precios en coordinación con las alcaldías y, por otro lado, el control social a través de brigadas. Eso ayuda a reducir precios, sobre todo en La Paz y El Alto. Por otra parte, el Banco Central de Bolivia, en coordinación con el Ministerio de Hacienda, aplica políticas sectoriales para restringir la masa monetaria y controlar las presiones inflacionarias provenientes de la gran cantidad de recursos que ingresan por remesas y exportaciones. Además, se hacen compras de títulos-valores y se realiza la apreciación del tipo de cambio, que ayuda a frenar la inflación. Por su lado, Hacienda trabaja en la preservación de la estabilidad con una política de austeridad. Todas estas políticas apuntan a frenar la inflación, pero también a lograr el crecimiento económico y a cambiar la matriz productiva.
—¿Bolivia puede asumir las medidas que aplican otros países, como Chile, que juega con sus tasas de interés?
—Queremos analizar eso, lo que sucede es que en Bolivia se debe buscar un equilibrio. ¿Qué quieres?, una tasa de inflación un poco más elevada pero al mismo tiempo incentivar la producción, o quieres tener recesión y menores tasas de interés. Hay que tomar posturas intermedias que nos permitan hacer un buen manejo del asunto. Nosotros en Bolivia no sólo queremos tener una tasa baja de inflación, sino que se reactive la economía, porque es la única manera en la que vamos a lograr más ingresos y empleo. Esto quiere decir que necesariamente tenemos que jugar con una tasa de inflación no tan baja como la que hemos estado acostumbrados, pero eso no quiere decir que la inflación se nos vaya de las manos. Para reactivar la economía necesitamos una tasa de interés adecuada y que incentive al productor, porque tenemos ganancias grandes en el sistema financiero, que como nunca tuvo una bonanza. El año pasado, las utilidades alcanzaron a 114 millones de dólares, y una buena parte de esas ganancias la banca no la destina a la producción, sino al comercio y los servicios. Por eso, lo que ahora se quiere con el Fondo es hacer un acuerdo con la banca para que se bajen las tasas de interés y que los 100 millones de dólares que el Estado quiere canalizar a través del Fondo incentiven a medianos y grandes productores.
—Pero los analistas dicen que el BCB no puede jugar directamente con las tasas de interés...
—Sí se puede, pero depende de los objetivos de desarrollo. Si nuestro objetivo es lograr menores tasas de inflación, las tasas de interés subirán, porque eso tiene el objetivo de restringir la masa monetaria. Pero si el objetivo de desarrollo es lograr crecimiento y diversificar la producción, entonces ahí las tasas de interés deben bajar. Se busca una política intermedia, pero es bastante complicado.
—¿Cómo están las negociaciones con la banca?
—El viernes, junto con el Ministro de Hacienda, nos hemos reunido con algunos representantes de la banca y les hemos presentado un primer esquema de la línea de 100 millones de dólares que tiene el Fondo y ellos están muy interesados. Hemos quedado en conformar una comisión técnica para trabajar en la reglamentación de esta línea y ver los mecanismos, los esquemas de ejecución, las tasas de interés y los plazos.
—¿Hasta cuándo estarían listos los reglamentos?
—Estamos trabajando aceleradamente. Después de la Semana Santa podría tener un reglamento de consenso y comenzar a trabajar.
—¿El BCB ya aprobó el desembolso de 600 millones de dólares?
—Se requiere un conjunto de informes y el Directorio del BCB se ha estado reuniendo.
—¿Se sabe a qué tasa de interés el Banco Central va a canalizar la plata al Estado?
—A un 2 por ciento y 30 años de plazo, es aún una posibilidad.
—¿A qué tasa de interés le llegará al productor interesado? ¿Se habló de 11 por ciento?
—Es una tasa tentativa. En realidad, el Gobierno quisiera que fuera 7 por ciento.
—¿La apreciación de la moneda nacional continuará?
—Estamos haciendo el seguimiento desde el grupo macroeconómico y por el momento la política se mantendrá como está. Además, tenemos un mayor grado de libertad para trabajar porque los países vecinos han apreciado mucho más su moneda. Pero estamos con una apreciación muy gradual.
—Pero el sector exportador está preocupado porque asegura que pierde competitividad…
—Los exportadores no deberían esperar competitividad sólo por la vía del tipo de cambio, esto se logra con mayor producción y desarrollo tecnológico.
—¿El Estado puede otorgar incentivos a los exportadores?
—Lo que se debe lograr es mayor productividad entre todos los sectores.
“Los reglamentos para canalizar créditos al sector productivo estarán listos luego de la Semana Santa. Se trabaja con el sistema bancario”
La ministra de Planificación para el Desarrollo, Graciela Toro, asegura que todas las medidas que ejecuta el Gobierno para combatir la inflación se aplican en otros países de América Latina. Explica que se continuará con la política de apreciación de la moneda nacional, atención de la demanda de alimentos, restricción de la masa monetaria y se apunta a reducir las tasas de interés en forma conjunta al sistema bancario una vez que se concluya el reglamento operativo. Anuncia que los créditos a los medianos y grandes productores con los recursos del Fondo para la Reconstrucción, Seguridad Alimentaria y Apoyo Productivo estarán disponibles luego de la Semana Santa. Éste es el diálogo que tuvo La Prensa con la autoridad del área económica.
—¿Qué resultados se esperan de la aplicación del Fondo para la Reconstrucción, Seguridad Alimentaria y Apoyo Productivo? ¿Cómo va a ayudar a reducir las presiones inflacionarias?
—Pensamos que puede tener tres resultados. Primero, frenar la inflación con mecanismos de corto plazo, porque una parte de los 600 millones de dólares que tendrá el Fondo se destinará a apoyar las importaciones de algunos productos de la canasta básica de la población y que en los últimos meses se incrementaron. Estamos hablando del arroz, trigo, harina y manteca. Eso se va a apoyar a través de este Fondo. Lo que se busca es seguridad alimentaria y que la población tenga los productos que necesita. En ese marco, se estableció una línea de financiamiento para hacer transferencias directas por 80 millones de dólares para compras estatales, vía Emapa, de trigo, maíz, hortalizas —compras directas a los pequeños y microproductores—, semillas, bienes de capital e insumos. También se generará una dinámica productiva a través de créditos dirigidos a pequeños, medianos y grandes productores. Con esto lo que se busca es dar un incentivo a los productores, articulando la inversión pública y la privada y generando una reconversión productiva. Buscamos un cambio de la matriz productiva.
—¿En cuánto tiempo las medida tendrían resultados?
—Todas las inversiones necesitan madurar. Hay algunas que pueden ser generadas en tres o seis meses, por ejemplo entregar recursos para producir hortalizas. Pero hay otro tipo de inversiones que requieren madurar más tiempo, de uno a cuatro años. Para eso fue creado el Fondo.
—En el corto plazo, ¿qué medidas se tiene para combatir la inflación?
—Tenemos las políticas de corto plazo con los decretos de importación de productos básicos, compras internas. Después está el decreto que prohíbe las exportaciones de productos básicos para que se dé prioridad al mercado interno. Adicionalmente se aplica el control de precios en coordinación con las alcaldías y, por otro lado, el control social a través de brigadas. Eso ayuda a reducir precios, sobre todo en La Paz y El Alto. Por otra parte, el Banco Central de Bolivia, en coordinación con el Ministerio de Hacienda, aplica políticas sectoriales para restringir la masa monetaria y controlar las presiones inflacionarias provenientes de la gran cantidad de recursos que ingresan por remesas y exportaciones. Además, se hacen compras de títulos-valores y se realiza la apreciación del tipo de cambio, que ayuda a frenar la inflación. Por su lado, Hacienda trabaja en la preservación de la estabilidad con una política de austeridad. Todas estas políticas apuntan a frenar la inflación, pero también a lograr el crecimiento económico y a cambiar la matriz productiva.
—¿Bolivia puede asumir las medidas que aplican otros países, como Chile, que juega con sus tasas de interés?
—Queremos analizar eso, lo que sucede es que en Bolivia se debe buscar un equilibrio. ¿Qué quieres?, una tasa de inflación un poco más elevada pero al mismo tiempo incentivar la producción, o quieres tener recesión y menores tasas de interés. Hay que tomar posturas intermedias que nos permitan hacer un buen manejo del asunto. Nosotros en Bolivia no sólo queremos tener una tasa baja de inflación, sino que se reactive la economía, porque es la única manera en la que vamos a lograr más ingresos y empleo. Esto quiere decir que necesariamente tenemos que jugar con una tasa de inflación no tan baja como la que hemos estado acostumbrados, pero eso no quiere decir que la inflación se nos vaya de las manos. Para reactivar la economía necesitamos una tasa de interés adecuada y que incentive al productor, porque tenemos ganancias grandes en el sistema financiero, que como nunca tuvo una bonanza. El año pasado, las utilidades alcanzaron a 114 millones de dólares, y una buena parte de esas ganancias la banca no la destina a la producción, sino al comercio y los servicios. Por eso, lo que ahora se quiere con el Fondo es hacer un acuerdo con la banca para que se bajen las tasas de interés y que los 100 millones de dólares que el Estado quiere canalizar a través del Fondo incentiven a medianos y grandes productores.
—Pero los analistas dicen que el BCB no puede jugar directamente con las tasas de interés...
—Sí se puede, pero depende de los objetivos de desarrollo. Si nuestro objetivo es lograr menores tasas de inflación, las tasas de interés subirán, porque eso tiene el objetivo de restringir la masa monetaria. Pero si el objetivo de desarrollo es lograr crecimiento y diversificar la producción, entonces ahí las tasas de interés deben bajar. Se busca una política intermedia, pero es bastante complicado.
—¿Cómo están las negociaciones con la banca?
—El viernes, junto con el Ministro de Hacienda, nos hemos reunido con algunos representantes de la banca y les hemos presentado un primer esquema de la línea de 100 millones de dólares que tiene el Fondo y ellos están muy interesados. Hemos quedado en conformar una comisión técnica para trabajar en la reglamentación de esta línea y ver los mecanismos, los esquemas de ejecución, las tasas de interés y los plazos.
—¿Hasta cuándo estarían listos los reglamentos?
—Estamos trabajando aceleradamente. Después de la Semana Santa podría tener un reglamento de consenso y comenzar a trabajar.
—¿El BCB ya aprobó el desembolso de 600 millones de dólares?
—Se requiere un conjunto de informes y el Directorio del BCB se ha estado reuniendo.
—¿Se sabe a qué tasa de interés el Banco Central va a canalizar la plata al Estado?
—A un 2 por ciento y 30 años de plazo, es aún una posibilidad.
—¿A qué tasa de interés le llegará al productor interesado? ¿Se habló de 11 por ciento?
—Es una tasa tentativa. En realidad, el Gobierno quisiera que fuera 7 por ciento.
—¿La apreciación de la moneda nacional continuará?
—Estamos haciendo el seguimiento desde el grupo macroeconómico y por el momento la política se mantendrá como está. Además, tenemos un mayor grado de libertad para trabajar porque los países vecinos han apreciado mucho más su moneda. Pero estamos con una apreciación muy gradual.
—Pero el sector exportador está preocupado porque asegura que pierde competitividad…
—Los exportadores no deberían esperar competitividad sólo por la vía del tipo de cambio, esto se logra con mayor producción y desarrollo tecnológico.
—¿El Estado puede otorgar incentivos a los exportadores?
—Lo que se debe lograr es mayor productividad entre todos los sectores.
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