24 marzo 2008

8 familias controlan el 14% de la banca

El sistema financiero nacional tiene una amplia participación de corporaciones y grupos empresariales. Pero pese a ello, aún existen paquetes accionarios en manos de familias. Esta situación se observa en cuatro bancos del sector. Los expertos aseguran que no es bueno manejar estructuras de este tipo para las grandes compañías.

Ocho familias de grupos empresariales cruceños y paceños controlan el 14 por ciento del patrimonio del sistema bancario en Bolivia. Entre ellas están los Bedoya, Monasterio, Kuljis, Marinkovic, Kempff, Petricevic, Tardío y Saavedra Bruno.

Con base en datos de la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros, se estableció que entre todos manejan aproximadamente 535,5 millones de bolivianos, de los 3.931,8 millones que tiene todo el sector.

Los expertos consideran que la estructura familiar no es la mejor opción para conducir una empresa y sugieren la implementación de administraciones corporativas que garanticen la eficiencia de las compañías.

De acuerdo con la reguladora, la familia paceña Bedoya controla alrededor del 49,58 por ciento del paquete accionario del Banco Nacional de Bolivia (BNB), que al 31 de diciembre de 2007 tenía un patrimonio de 456,2 millones de bolivianos (ver cuadro).

El BNB es la entidad más antigua de Bolivia y es la tercera más importante del sistema en cuanto a captación de depósitos, cartera y otros indicadores financieros.

El economista Alberto Bonadona señaló que los Bedoya también participan en el sector asegurador y en otras empresas bajo una estructura estrictamente familiar. Otras fuentes aseguraron que sus vínculos se extienden a la industria molinera, la importación y el comercio.

La familia Kempff, que radica en Santa Cruz, también tiene acciones en el Banco Nacional de Bolivia. Participa con el 2,94 por ciento, tal como lo demuestran los datos de la Superintendencia de Pensiones. Así, su patrimonio supera los 13 millones de bolivianos.

El Banco Económico cuenta con un patrimonio de 218,5 millones de bolivianos. Tatiana Marinkovic Jovicevic, hermana de Branko Marinkovic, presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, quien es opositor al Gobierno, es su principal accionista. Controla el 16,9 por ciento de la entidad financiera.

Según el último reporte del Registro del Mercado de Valores, Branko Marinkovic es uno de los directores del banco.

En una investigación que este diario publicó en 2007 se dio cuenta además de que esa familia es dueña de la compañía Industrias Oleaginosas S.A. (IOL), que produce el aceite Rico. Tatiana es la gerente general.

La familia Kuljis también controla el Banco Económico. El empresario Ivo Mateo tiene el 11,1 por ciento; su hermano Tomislav Carlos, el 2,33 por ciento, y su compañía Curtiembre Vis Kuljis, el 7,75 por ciento (ver cuadro).

Según la reguladora, ese linaje además tiene participación en la industria del cuero, el aceite, la papelería y la construcción.

Los Monasterio son dueños del Banco Ganadero. Administran el 100 por ciento del paquete accionario de la entidad, cuyo patrimonio asciende a 157,1 millones de bolivianos.

Según publicó este diario, basado en reportes del rubro, esa familia es dueña de una parte del matadero Frigor, uno de los que aprovisionan de carne a La Paz y que hasta 2006 poseía 78.340 hectáreas en el departamento de Santa Cruz y 20.505 hectáreas en la misma capital.

Los datos de la página web de la red televisiva Unitel señalan también que ésta fue creada en 1997 por el Grupo Empresarial Monasterio, presidido por Osvaldo Monasterio.

Por otro lado, los reportes de la Superintendencia de Pensiones indican que los Petricevic mantienen sus acciones en el Banco Unión, aunque en menor proporción a las que tenían antes de que el Tesoro General de la Nación (TGN) asuma la mayoría. Controlan un 9,5 por ciento de la entidad.

El Banco Unión tiene un patrimonio de 198,4 millones de bolivianos.

La familia Tardío también tiene participación en el Banco Unión con el 3,97 por ciento del paquete.

Los Saavedra Bruno no se quedan atrás. Tienen acciones en el Banco Nacional de Bolivia y en el de la Unión.

Fuentes del sector señalaron que la familia Zuazo aún mantiene una importante participación accionaria en el Banco Mercantil, que tras su fusión ahora es controlado por grupos y corporaciones de inversionistas como Inversiones Ovendal, Los Álamos Compañía de Inversiones, entre otros. No se pudo corroborar a cuánto asciende el paquete de los Zuazo.

El ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Juan Antonio Morales aseguró que el peligro de las estructuras familiares es que en las operaciones no siempre toman en cuenta los aspectos técnicos. “La excepción a la regla es el Banco Nacional de Bolivia que está muy bien administrado, pero lo recomendable es que los bancos no estén ligados a la familia. En otros países se exigen directores independientes en los bancos”.

Opinó que algunas entidades deben abrirse más e implementar prácticas de buen gobierno corporativo. “La estructura familiar no es la más adecuada para un banco ni para una empresa. La apertura y la incorporación de nuevos socios es algo que se ha estado recomendando siempre”.

Aseguró que los vínculos de algunos bancos con grupos agroindustriales u otras empresas siempre estuvieron vigentes en el sistema financiero. Recordó que incluso en la década del 90 esta presencia fue más fuerte aún porque los accionistas eran propietarios de compañías y, a su vez, de bancos.

Esa situación, dijo, generó una serie de problemas de insolvencia en el sistema a raíz de la otorgación de créditos vinculados, lo cual derivó en la intervención y liquidación de varias instituciones de intermediación financiera.

Recordó que la legislación vigente en el país prohíbe la otorgación de este tipo de financiamiento.

Aunque la regulación mejoró sustancialmente, Morales dijo que la Superintendencia de Bancos debe continuar con una adecuada supervisión de las entidades.

El ex gerente de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) Armando Álvarez señaló que a partir de la mejora de la regulación hoy en día es más difícil que desde dentro de un banco se dé el nacimiento de empresas vinculadas al rubro, tal como ocurría antes.

“En los últimos años la situación cambió y son los empresarios que obtienen ganancias en sus compañías quienes deciden incursionar en el sistema financiero. Además, la banca se encuentra más diversificada a nivel societario y no como ocurría antiguamente”.

El economista Bonadona señaló que la vinculación de los bancos con grupos empresariales está ligada a los ciclos económicos del país. Durante el auge de la minería, las entidades como el Mercantil o el Nacional estuvieron administradas por empresarios mineros.

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