26 abril 2009

Luis Arce, Ministro de Economía: “La economía se desacelerará a un 4 o 5 por ciento”

La Prensa

Cuando las exportaciones del país en el primer trimestre ya muestran un deterioro debido a la crisis financiera internacional, el Gobierno se sincera y el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, admite que los efectos incidirán en la economía, que este año se desacelerará y sólo crecerá entre 4 y 5 por ciento y que las exportaciones nacionales caerán entre 1.000 y 1.200 millones de dólares.

Aun así, la autoridad, en una entrevista con La Prensa, destacó que ese nivel de expansión aún es positivo y superior al promedio que se espera en América Latina. Además destacó el colchón de 558 millones de dólares acumulados gracias al superávit fiscal que permitirá amortiguar la caída de ingresos en minería e hidrocarburos.

—¿Qué nos puede decir del crecimiento económico del año pasado y las perspectivas para este año?

—El 6,15 por ciento del año pasado ha sido un crecimiento realmente histórico. Desde 1975 que no habíamos tenido un crecimiento de esa magnitud. Ese hecho rebate todas las opiniones que en el pasado se escucharon. Recuerdo el año 1997, cuando la CEPAL siempre hace sus proyecciones, donde proponía que íbamos a crecer un 3 por ciento, hemos crecido en 6,15 por ciento, e inclusive fue un 2,8 por ciento de la CEPAL. Lo han mencionado los medios de comunicación. En una conferencia de prensa en que también discutimos ese dato les dije que no creo en la CEPAL, no creo en las proyecciones del Fondo (FMI), no creo en las proyecciones del Banco Mundial. Creo que las proyecciones que hacen estos organismos no toman en cuenta los cambios estructurales que está teniendo la economía boliviana y siguen con su viejo modelo para proyectar la economía boliviana.

No nos hemos equivocado, nadie pensaba que íbamos a estar en el doble que la región. Tal vez es una de las primeras ocasiones en que Bolivia duplica el promedio de crecimiento en el mercado

—Pero es la minería la que jaló el crecimiento con su 56 por ciento de expansión.

—No es tanto así si uno mira objetivamente los datos de crecimiento. Se ha dicho mucho que la minería y San Cristóbal… No es cierto. ¿Qué participación tiene la minería en la economía nacional? 7 u 8 por ciento, no es más. La actividad que mayor peso tiene en la economía es el sector agropecuario, que creció en 2,6 por ciento pero que tiene una participación del 10,4 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB).

—Pero el sector minero generó exportaciones de unos 900 millones de dólares. ¿Es el segundo rubro en importancia?

—Estamos, hablando del PIB, pero también es importante hidrocarburos. La minería es el 8,55 del PIB, ha crecido en 56 por ciento. Si tú te vas a agricultura, 10,4 por ciento, es más pesado el sector agropecuario, y lo que es más pesado todavía, la manufactura, con 11 por ciento. Esto es lo que hay que ver para ver la composición del PIB. Entre agropecuaria y manufactura estamos hablando del 22 y 23 por ciento del PIB.

—Pero ¿desde el punto de vista de ingresos?…

—¿Qué ha ocurrido en este último trimestre? En minerales, en valor ha disminuido, sin duda, pero en volumen está creciendo. En 2008 exportamos en el primer trimestre 1.590 millones de dólares, un récord, mucho de esto estuvo influenciado por la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y de Erradicación de la Droga (ATPDEA), como había el rumor de que no iban a extenderse los beneficios, los textileros han exportado ese trimestre como nunca. Si se compara con este año en valor, las exportaciones del primer trimestre evidentemente caen en 27 por ciento. En manufacturas se baja de 411 a 266 millones de dólares, aquí esta el tema ATPDEA. En hidrocarburos nadie niega la caída en ingresos y volúmenes porque se vendió menos a Brasil. En minerales, el volumen subió de 218.000 toneladas a 248.000 toneladas.

Los ingresos han caído por el descenso de precios, pero la producción sigue en ascenso, por eso que no se puede hablar en este momento de recesión económica.

—Si no hay recesión, ¿qué es lo que hay?, ¿existe una desaceleración económica?

—Es una desaceleración de la economía por precios internacionales, por un shock externo. Así se define la situación económica boliviana.

—Con este panorama, ¿cuánto va a dejar de crecer la economía este año?

—Hemos estimado a principios de año un crecimiento económico de 5,05 por ciento. Ahora, si vemos la disminución de los volúmenes de producción de hidrocarburos y la caída del 17 por ciento que se prevé en los ingresos del sector, entendemos que el crecimiento va a estar entre el 4 y el 5 por ciento. Ése es nuestro rango, podemos poner una media de 4,6 por ciento, pero aun así estamos mejor que varios países de América Latina viendo las proyecciones que tienen los organismos internacionales. Yo no fui a la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero todos los países han ido a cuestionar sus proyecciones. Esa entidad estima para Bolivia un crecimiento de 2,2 por ciento, pero estamos mejor que otros países.

—¿Qué sectores van a empujar la economía este año?

—La producción agropecuaria, construcción, manufacturas y minería, que siguen creciendo

—En agropecuaria, si teníamos el 2,6 por ciento, ¿se espera todavía mayor crecimiento?

—Se espera más. Este año, felizmente, no tenemos los efectos del fenómeno La Niña, es un año normal para la agricultura, por lo que tiene que mostrarse mayor crecimiento en la producción agropecuaria en nuestro país. Lo mínimo que se espera de crecimiento en el sector es un 3 a 3,5 por ciento, sin hacer nada, que es el crecimiento histórico que ha tenido el sector en años normales. Pero con el aporte de la Empresa de Apoyo a la Producción y comercialización de Alimentos (Emapa) se espera una mayor dinamismo. Además se han puesto a disposición créditos para el sector a través del Banco de Desarrollo Productivo. Hay 200 millones de dólares para los medianos y grandes productores.

Esto a diferencia de lo que sucede en Colombia, México… Sin crédito, las empresas no funcionan, ése no es el caso boliviano. Otro de los motores será la inversión pública. Está claro por dónde vamos y qué resultados esperamos, en ninguno de los casos yo creo que el crecimiento económico va a ser menor al 4 por ciento.

—¿Eso implica modificar las metas previstas?

—No necesariamente, crecer al 4 por ciento en un entorno bien pesimista y donde el continente tiene problemas es positivo. Acá, lo que ha ocurrido es que los países que se han dejado llevar por tratados de libre comercio y que fundamentaban su expansión en la demanda externa tienen problemas porque, cuando los países desarrollados frenan sus demandas, son los primeros en sentir los efectos.

—Pero no tenemos mercado interno grande y dependemos de mercados externo.

—Cuando tú firmas un TLC, como lo ha hecho México, con Estados Unidos, un puntito que caiga el Producto Interno Bruto en Estados Unidos te afecta. En el caso boliviano, la economía en los dos últimos años ha crecido porque el Gobierno ha apostado no sólo al mercado externo, sino al interno. Por eso, ahora con la crisis externa la economía no se ha derrumbado. Desde 2006 hemos empezado a incrementar la demanda interna del país, la capacidad de consumo en el país. El consumo de los hogares ha crecido en 5,48 por ciento. Antes sólo se expandía en 2 por ciento, 3 por ciento a lo sumo.

—¿Y esto qué significa, qué peso tiene en la economía el consumo?

—Es muy importante, el 71 por ciento del PIB es consumo, y aún estamos bajos, en otros países, como en Estados Unidos, el consumo es 85 y 86 por ciento. El neoliberalismo destruyó el mercado interno y su demanda con disminuciones salariales o incrementos ínfimos. En cambio ahora, cuando pagamos la Renta Dignidad, su gasto va a consumo, a electricidad; eso es consumo asociado al lado que es producción.

El Bono Juancito Pinto ha creado demanda interna, el muchachito del campo con su dinero se ha comprado una vaquilla que ahora la da leche, y la leche o se la consume o se la vende: generó mayor demanda.

—¿Qué otra variable hay aparte de esos dos bonos?

—Los incrementos salariales que hemos hecho, ese incremento salarial del salario mínimo nacional. ¿Cuándo se han visto esos incrementos? Entonces, esto es muy importante, Bolivia le está apostando a crecer no solamente como Colombia o como México, no solamente a base del sector externo, sino también a base del sector interno, y eso es el éxito de la política económica actual que tenemos.

Además, con el superávit fiscal alcanzado en los dos últimos años no se va a sentir la ausencia de los recursos por el gas o los minerales que se dejarán de percibir. Ese dinero lo estamos inyectando a la economía como inversión pública, como financiamiento a través del Banco de Desarrollo Productivo.

—¿Cuánto de ahorro tienen acumulado por el superávit?

—En 2008 equivalía al 3,1 por ciento del PIB, eso es más o menos 558 millones de dólares. Casi 600 millones es lo que teníamos de superávit fiscal.

—¿Ese colchón nos va a servir para afrontar esta época de menos ingresos que percibirá el país?

—Así es. En época de vacas gordas hay que ahorrar para usar en épocas de vacas flacas. Se cumple eso.

—¿Cuánto prevén de caída de ingresos por exportaciones?

—Entre 1.000 y 1.200 millones de dólares. Lo más fuerte es minería e hidrocarburos, por el descenso de precios.

—Pero minería generaba empleos y ahora hay desempleo en Potosí, Oruro y ése es un problema social en potencia.

—Eso lo tenemos pensado. La gente que salga de la minería volverá a la construcción y por eso se ha relanzado el Programa de Vivienda.

—Pero el Programa de Vivienda no avanza. Son ocho viceministros que han cambiado, todos los que entran hacen relanzamientos y no avanza.

—De acuerdo, por eso se está relanzado el programa. Cada reunión de gabinete, el Ministro de Obras Públicas debe informar el avance. También se agilizará la inversión pública. La instrucción del Presidente es que hay que marcarle pulso cada día a la inversión pública, cada 15 días se debe informar al Presidente y Vicepresidente.

—Cuál era el cuello de botella?

—Las trabas burocráticas, inscripción de proyectos, uso de recursos, las modalidades y no objeciones de los organismos internacionales.

En 2008, la expansión de la actividad fue histórica

El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, aseguró que el crecimiento económico de 6,15 por ciento de la gestión 2008 fue histórico y nunca se había alcanzado durante los últimos 33 años.

En comparación, América Latina alcanzó un crecimiento promedio de 3,5 por ciento.

La autoridad señaló que, si bien la minería fue uno de los puntales, las actividades que mayor peso tuvieron en esta expansión fueron la agricultura (2,6 por ciento), que tropezó con un año complicado por los fenómenos naturales, y la construcción (9,2 por ciento) a pesar del alza de los materiales y la mano de obra.

La actividad en el agro fue impulsada fundamentalmente por la Empresa de Apoyo a la Producción y Comercialización de Alimentos (Emapa), que logró que la superficie cultivada en el país se expandiera en 17 por ciento y permitiera mejorar la producción y oferta de maíz, arroz y trigo y soya.

La autoridad destacó también el dinamismo alcanzado por la manufactura, en 3,6 por ciento, por la cantidad de mano de obra que emplea.

Los otros sectores que contribuyeron a la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) fueron transporte (4,4 por ciento), servicios financieros (9,3 por ciento), comercio (4,7 por ciento), hidrocarburos (2 por ciento) y electricidad (3,5 por ciento).

La anterior vez que la economía boliviana alcanzó una expansión grande, de 5 por ciento, fue en 1998.

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