Los créditos en moneda nacional llegan al 96.9 por ciento del total de préstamos otorgados en el sistema financiero del país, a noviembre. El restante 3.1 por ciento corresponde a los créditos en dólares.
De ello da cuenta información de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), la cual evidencia además que la política de bolivianización se ha profundizado en los últimos diez años, no solo en la cartera de créditos, sino también en los depósitos del público.
Entre 2007 y 2015, la colocación de préstamos en moneda nacional se ha multiplicado. Según la Asfi, en ese periodo pasó de 19,1 por ciento a 95.3 por ciento . Hasta noviembre de 2016, el porcentaje sube aún más, alcanzando el 97 por ciento .
En cuanto a las captaciones en bolivianos, estas alcanzaron el 83.3 por ciento del total a noviembre pasado, mientras que los depósitos en dólares llegaron al 16.7 por ciento a ese mes. En este caso, la bolivianización también se ha consolidado, pues los depósitos en moneda nacional pasaron del 35.9 por ciento en 2007 al 82.7 por ciento en 2015, de acuerdo con datos del ente regulador.
Dos años más antes, en 2005, los depósitos y los créditos en el sistema financiero estaban, en gran parte, “dolarizados”. Las captaciones en moneda extranjera alcanzaban el 84.3 por ciento , y las préstamos, el 92.5 por ciento .
“Se ha logrado que el sistema financiero opere prácticamente en bolivianos”, señaló Armando Méndez, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB). Para el también analista económico, la principal ventaja de la bolivianización es que “usamos nuestra propia moneda, no el dólar”.
Usar dólares como moneda de circulación, explicó, es muy caro. “La circulación de 100 o 200 bolivianos le cuesta centavos al país porque los emitimos nosotros”, ejemplificó.
Y una desventaja, añadió Méndez, serían los efectos ante cualquier modificación del tipo de cambio, la cual “afectaría notablemente al sistema financiero, favoreciendo a unos y afectando a otros: los créditos seguirían en bolivianos, pero valdrían menos en dólares; en cambio, quienes tienen depósitos perderían en término de dólar frente a una devaluación.
“Esta bolivianización obliga también a no tener una política cambiaria de devaluación”, complementó. Ello no ocurre hace cuatro años, cuando el BCB realizó la última apreciación del boliviano frente al dólar, 6.97 a 6.96.
Santa Cruz concentra los créditos
Santa Cruz concentra el 40 por ciento de la cartera crediticia con 52 millones de bolivianos, seguido de La Paz con 32.6 millones de bolivianos (25 por ciento ), y Cochabamba con 23,2 millones de bolivianos (18 por ciento ). El 17 por ciento restante corresponde a las demás regiones del país, según datos a noviembre del año pasado.
En La Paz, por otro lado, se encuentra la mayor cantidad de depósitos, 66.3 millones de bolivianos, equivalentes al 47 por ciento del total. A esa región le siguen Santa Cruz con 48,7 millones de bolivianos (34 por ciento ) y Cochabamba con 15,3 millones de bolivianos (11 por ciento ).
Entre diciembre de 2007 y noviembre de este año, el número de cuentas de depósitos del público subió de 2.719.454 a 9.405.836; en tanto que la cantidad de prestatarios se incrementó de 728.068 a 1.338.331 en el mismo periodo.
Respecto al destino de los préstamos, la información de la Asfi muestra que, a noviembre de 2016, el microcrédito concentra la mayor cantidad de la cartera del sistema financiero, con 39,3 millones de bolivianos. Luego están el crédito de vivienda (31,3 millones de bolivianos), el empresarial (25,7 millones), el destinado a las pequeñas y medianas empresas (19,4 millones), y el crédito de consumo (13,6 millones).
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