En los últimos cinco años, el Gobierno contrató deuda externa por 3.991 millones de dólares, a pesar de que el país recibe más ingresos, principalmente del gas, recaudaciones y registra superávit en sus cuentas fiscales.
Así lo revelan las cifras oficiales publicadas por el Banco Central de Bolivia (BCB) que asegura que la deuda es sostenible.
Del monto contratado, los desembolsos de hasta el 31 de diciembre de 2010 alcanzaron a 1.921,7 millones de dólares.
Las obligaciones fueron asumidas por el Gobierno a pesar de que entre 2005 y 2010 las recaudaciones tributarias crecieron en 105%, al pasar de 15.881 millones a 32.852 millones de bolivianos, según datos oficiales.
La bonanza de ingresos permitió alcanzar un superávit promedio de 2,2% por año en el periodo de análisis, en contraste al déficit fiscal promedio de (-6) alcanzado entre 2001 y 2005.
Causas
Para el ex presidente del BCB Armando Méndez, si el país registra más ingresos que gastos en los últimos años, no había ninguna razón para endeudarse.
La única explicación posible es que el Gobierno se prestó para honrar las obligaciones contraídas en el pasado o acumular recursos, porque no hay gastos.
Sin embargo, el país puede honrar las obligaciones porque recibió una condonación de 3.500 millones de dólares y tiene superávit fiscal, agregó Méndez
En criterio del ex gerente de la Bolsa Boliviana de Valores, Armando Álvarez, la única razón que explica que el país siga recurriendo al endeudamiento es que requiere asumir el creciente gasto corriente, honrar los bonos sociales y financiar la inversión pública. Los recursos contratados deberían ser destinados al desarrollo de infraestructura, a la inversión productiva, sobre todo en la actualidad, cuando hay serios problemas de seguridad alimentaria, opinó.
Por su parte el BCB, mediante un comunicado, aseguró que la deuda externa es sostenible ya que se realiza continuamente ejercicios de sostenibilidad y los resultados muestran excelentes trayectorias en todos los indicadores, incluso cuando se simulan escenarios adversos.
“Los indicadores de solvencia y liquidez de nuestro país han tenido importantes mejoras en los últimos años. Estos indicadores se encuentran actualmente muy por debajo de los umbrales establecidos”, afirma el Instituto Emisor mediante el documento.
Añade que con relación a otros países de América Latina, la deuda pública externa de Bolivia es una de las más bajas.en porcentaje del PIB, por lo tanto, ampliamente sostenible.
Obligaciones
# Multilateral Los montos contratados en cinco años ascienden 2.223 millones de dólares. Los organismos con los que más se contrajo deuda es con la CAF, BID y BM.
# Bilateral Los recursos contratados con países amigos en cinco años ascienden a 1.768,7 millones de dólares.
# Venezuela Las obligaciones contratadas con este país en cinco años ascienden a 654,7 millones de dólares.
# PGE 2011 El Presupuesto 2011 estipula un financiamiento externos de Bs 5.516.088 o $us 478 millones.
Punto de vista
“Bolivia es adicta a la deuda”
Alberto Bonadona - Economista
La economía boliviana es adicta a la deuda porque no es una economía que cuida de sus gastos. Si sube el superávit fiscal es porque los ingresos estatales han crecido exorbitantemente pero no porque se ha decidido ser cauto en los gastos.
Si las exportaciones suben vertiginosamente, asimismo se incrementan las importaciones. A los bolivianos nos gusta gastar y si tenemos nuevas fuentes de ingresos, lo hacemos como nuevos ricos para dilapidar y ostentar.
Pensar en el mañana no tiene mayor sentido. Pensar en mejorar las condiciones de los más pobres mejorando las condiciones de salud y educación es para los finlandeses.
Aquí hay que despilfarrar comprando aviones o satélites y si estos no existieran, no los inventariamos porque no somos buenos para eso de la investigación y el desarrollo, preferiríamos comprar lo que está hecho y si es más caro, muchísimo mejor.
La parsimonia, el recato, la humildad, la no ostentación, la prodigalidad son practicas para los sonsos.
Aquí en Bolivia debemos ser grandilocuentes y pedantes en todo hasta en las palabras.
Y así nos farreamos el presente y el futuro de una sola vez.
Ahora que podemos generar mejores condiciones de producción para el futuro no nos ponemos a planificar lo esencial sino a sublimar el presente y aumentar el gasto incluso con dinero prestado venga de donde venga, Irán, Venezuela o la China.
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