Ahora que los depósitos y los créditos en bolivianos van en aumento, la banca encareció en 3,4 puntos porcentuales la tasa de interés que cobra por los préstamos en moneda nacional, es decir, la subió de 10,4 a 13,8 por ciento y, paralelamente, bajó en más de un punto porcentual (1,18 por ciento) las tasas por los créditos en dólares.
Los datos están contenidos en un informe de la Superintendencia de Bancos al tercer trimestre de esta gestión.
Hasta septiembre, la moneda nacional se apreció en 1,8 por ciento respecto del dólar como producto de la política cambiaria impulsada por el Banco Central de Bolivia (BCB) y de la caída de la divisa norteamericana en el contexto internacional.
Para evitar la pérdida del valor adquisitivo de los ahorros de la población, la entidad monetaria inició una campaña de promoción con el propósito de que la gente guarde su dinero in-
dexado a la Unidad de Fomento a la Vivienda (UFV) .
La bolivianización de los depósitos supera, según el reporte de la Superintendencia sectorial, el 25,5 por ciento y llegó a 1.106 millones de dólares hasta septiembre de este año.
Contrariamente, el cobro que realizan las entidades financieras por préstamos en dólares bajó de 10,89 a 9,71 por ciento.
El que las instituciones financieras cobren más por los créditos que canalizan significa que cualquier persona o empresa que acuda a la banca para lograr financiamiento se encuentre con condiciones más duras que hace nueve meses.
Los ahorros
Según el análisis de la Superintendencia, los rendimientos que la banca paga a la población por sus depósitos, lejos de mejorar, registraron en promedio una reducción de 3,43 a 3,29 (siete décimas) por ciento en dólares y de 3,46 a 3,39 por ciento (14 décimas) en moneda nacional.
Esta situación se da pese a la exhortación gubernamental para que los afiliados a la Asociación de Bancos Privados de Bolivia mejoren la tasa que pagan por los ahorros que la población deposita.
Sin embargo, en las últimas semanas, las entidades bancarias han estado realizando campañas para fomentar el ahorro en dólares y bolivianos con atractivos intereses que llegan, incluso, al 5 por ciento.
El Gobierno considera que la banca tiene márgenes para aumentar hasta dos puntos el beneficio para los ahorristas.
Precisamente para motivar a que estas instituciones mejoren la retribución en favor de sus clientes, hace dos semanas el Banco Central de Bolivia comenzó a ofrecer al público títulos-valores en forma directa y con tasas de interés de hasta el 8,5 por ciento. La medida tiene como objetivo retirar circulante de la economía y para así contener la inflación en el país.
Créditos productivos
Acorde con la expansión económica que vive Bolivia y luego de algo más de cinco años de contracción, el sistema bancario retomó el liderazgo en la colocación de créditos comerciales.
El financiamiento total otorgado por el sistema, que incluye mutuales y Fondos Financieros privados (FFP) a los sectores productivos y comerciales aumentó en 413,5 millones de dólares en los primeros nueve meses. Así la cartera creció a 4.030,9 millones de dólares.
El 65 por ciento de los préstamos fue concedido por la banca privada, el 20,8 por ciento por los Fondos Financieros Privados (FFP) y el 6,8 por ciento por las mutuales.
Para la “Súper”, esta expansión del crédito refleja la mejora de la economía. Señala que las cifras expuestas demuestran la situación sólida y estable de todo el sistema financiero.
Los depósitos aumentaron en 821 millones de dólares
A pesar de la baja rentabilidad que recibe por su dinero, la población aún confía en el sistema financiero, y una muestra es el crecimiento en 821 millones de dólares (19,4 por ciento) que experimentaron los depósitos en los primeros nueve meses del año.
Según el Banco Central de Bolivia (BCB), esta situación puede interpretarse como una preferencia del público por obtener seguridad en sus ahorros, antes que ganancias.
Los datos de la Superintendencia de Bancos revelan que los ahorros en el sistema llegaron a 5.048,8 millones de dólares.
Este nivel histórico se explica por el creciente flujo de ingreso de divisas en la economía a través del sistema financiero proveniente de las exportaciones y de remesas enviadas por los emigrantes bolivianos. La entidad reguladora recordó que en 1996 fue la última vez en la que el sistema experimentó una expansión similar cuando se registró un aumento anual de 613,3 millones.
Por modalidad, el incremento más notorio se dio en las cuentas de ahorros con 362,1 millones de dólares y Depósitos a Plazo Fijo (DPF) 257,5 millones.
Según la Superintendencia, los recursos confiados bajo esta segunda modalidad hoy permanecen más tiempo, lo cual permite a los bancos contar con recursos para canalizar crédito a plazos más largos.
Alrededor del 58,4 por ciento de los DPF tienen contratos superiores a un año. El 2005 este nivel no superaba el 41,1 por ciento.
Para la entidad reguladora el sistema financiero se encuentra sólido y muestra una disminución de la posición dolarizada de los ahorros en las entidades.
La economía
La economía según la Superintendencia de Bancos continúa reflejando un desempeño favorable.
Gran parte de los indicadores macroeconómicos registran niveles positivos, como las Reservas Internacionales Netas (RIN) y el balance fiscal.
Los efectos de los cambios climatológicos ocurridos en los primeros meses de este año en algunas regiones del país, se reflejaron en una caída de la producción del sector agropecuario, lo cual afectó el ritmo de expansión de la economía.
El resto de sectores evidencia un crecimiento. Es el caso de la construcción,transporte y almacenamiento, los servicios financieros, comunicaciones, industria manufacturera, servicios básicos, comercio, petróleo crudo y gas natural.
En el contexto internacional, las condiciones de demanda y precios continúan siendo favorables, lo cual hace prever que las exportaciones de productos nacionales seguirán registrando el impulso externo, fundamentalmente en los rubros de hidrocarburos y minería.
La demanda interna crece debido a mayores niveles de inversión y consumo, tanto privado como público, resultado de la expansión económica y la redistribución de los ingresos.
Indicadores
La liquidez del sistema financiero al 30 de septiembre alcanzó a 2.029 millones de dólares, monto superior en 284,2 millones comparados con el nivel registrado hasta diciembre de 2006.
El patrimonio del sistema llegó a 640,6 millones de dólares, superior en 35,8 millones al nivel de diciembre de 2006.
Los bancos tuvieron utilidades por 48,7 millones de dólares. Este desempeño positivo se debe al crecimiento de la cartera de créditos y el mejoramiento de su calidad.
Gracias a estos resultados, la rentabilidad sobre el patrimonio de los bancos llegó a 15,87 por ciento, es decir que por cada dólar invertido por sus accionistas obtuvieron un retorno de 15,87 por ciento. La rentabilidad sobre activos se sitúa en 1,51 por ciento.
Los Fondos Financieros Privados (FFP) ganaron 11,4 millones de dólares; las cooperativas, 6,6 millones; y las mutuales, 0,8 millones de esa moneda.
El sistema financiero en su conjunto refleja una sólida posición financiera en comparación con los grados de deterioro de la cartera de créditos que se observó en el segundo quinquenio de la década de los 90 y primeros años de la presente, cuando la actividad financiera se contrajo por la crisis iniciada en 1999.
Los datos están contenidos en un informe de la Superintendencia de Bancos al tercer trimestre de esta gestión.
Hasta septiembre, la moneda nacional se apreció en 1,8 por ciento respecto del dólar como producto de la política cambiaria impulsada por el Banco Central de Bolivia (BCB) y de la caída de la divisa norteamericana en el contexto internacional.
Para evitar la pérdida del valor adquisitivo de los ahorros de la población, la entidad monetaria inició una campaña de promoción con el propósito de que la gente guarde su dinero in-
dexado a la Unidad de Fomento a la Vivienda (UFV) .
La bolivianización de los depósitos supera, según el reporte de la Superintendencia sectorial, el 25,5 por ciento y llegó a 1.106 millones de dólares hasta septiembre de este año.
Contrariamente, el cobro que realizan las entidades financieras por préstamos en dólares bajó de 10,89 a 9,71 por ciento.
El que las instituciones financieras cobren más por los créditos que canalizan significa que cualquier persona o empresa que acuda a la banca para lograr financiamiento se encuentre con condiciones más duras que hace nueve meses.
Los ahorros
Según el análisis de la Superintendencia, los rendimientos que la banca paga a la población por sus depósitos, lejos de mejorar, registraron en promedio una reducción de 3,43 a 3,29 (siete décimas) por ciento en dólares y de 3,46 a 3,39 por ciento (14 décimas) en moneda nacional.
Esta situación se da pese a la exhortación gubernamental para que los afiliados a la Asociación de Bancos Privados de Bolivia mejoren la tasa que pagan por los ahorros que la población deposita.
Sin embargo, en las últimas semanas, las entidades bancarias han estado realizando campañas para fomentar el ahorro en dólares y bolivianos con atractivos intereses que llegan, incluso, al 5 por ciento.
El Gobierno considera que la banca tiene márgenes para aumentar hasta dos puntos el beneficio para los ahorristas.
Precisamente para motivar a que estas instituciones mejoren la retribución en favor de sus clientes, hace dos semanas el Banco Central de Bolivia comenzó a ofrecer al público títulos-valores en forma directa y con tasas de interés de hasta el 8,5 por ciento. La medida tiene como objetivo retirar circulante de la economía y para así contener la inflación en el país.
Créditos productivos
Acorde con la expansión económica que vive Bolivia y luego de algo más de cinco años de contracción, el sistema bancario retomó el liderazgo en la colocación de créditos comerciales.
El financiamiento total otorgado por el sistema, que incluye mutuales y Fondos Financieros privados (FFP) a los sectores productivos y comerciales aumentó en 413,5 millones de dólares en los primeros nueve meses. Así la cartera creció a 4.030,9 millones de dólares.
El 65 por ciento de los préstamos fue concedido por la banca privada, el 20,8 por ciento por los Fondos Financieros Privados (FFP) y el 6,8 por ciento por las mutuales.
Para la “Súper”, esta expansión del crédito refleja la mejora de la economía. Señala que las cifras expuestas demuestran la situación sólida y estable de todo el sistema financiero.
Los depósitos aumentaron en 821 millones de dólares
A pesar de la baja rentabilidad que recibe por su dinero, la población aún confía en el sistema financiero, y una muestra es el crecimiento en 821 millones de dólares (19,4 por ciento) que experimentaron los depósitos en los primeros nueve meses del año.
Según el Banco Central de Bolivia (BCB), esta situación puede interpretarse como una preferencia del público por obtener seguridad en sus ahorros, antes que ganancias.
Los datos de la Superintendencia de Bancos revelan que los ahorros en el sistema llegaron a 5.048,8 millones de dólares.
Este nivel histórico se explica por el creciente flujo de ingreso de divisas en la economía a través del sistema financiero proveniente de las exportaciones y de remesas enviadas por los emigrantes bolivianos. La entidad reguladora recordó que en 1996 fue la última vez en la que el sistema experimentó una expansión similar cuando se registró un aumento anual de 613,3 millones.
Por modalidad, el incremento más notorio se dio en las cuentas de ahorros con 362,1 millones de dólares y Depósitos a Plazo Fijo (DPF) 257,5 millones.
Según la Superintendencia, los recursos confiados bajo esta segunda modalidad hoy permanecen más tiempo, lo cual permite a los bancos contar con recursos para canalizar crédito a plazos más largos.
Alrededor del 58,4 por ciento de los DPF tienen contratos superiores a un año. El 2005 este nivel no superaba el 41,1 por ciento.
Para la entidad reguladora el sistema financiero se encuentra sólido y muestra una disminución de la posición dolarizada de los ahorros en las entidades.
La economía
La economía según la Superintendencia de Bancos continúa reflejando un desempeño favorable.
Gran parte de los indicadores macroeconómicos registran niveles positivos, como las Reservas Internacionales Netas (RIN) y el balance fiscal.
Los efectos de los cambios climatológicos ocurridos en los primeros meses de este año en algunas regiones del país, se reflejaron en una caída de la producción del sector agropecuario, lo cual afectó el ritmo de expansión de la economía.
El resto de sectores evidencia un crecimiento. Es el caso de la construcción,transporte y almacenamiento, los servicios financieros, comunicaciones, industria manufacturera, servicios básicos, comercio, petróleo crudo y gas natural.
En el contexto internacional, las condiciones de demanda y precios continúan siendo favorables, lo cual hace prever que las exportaciones de productos nacionales seguirán registrando el impulso externo, fundamentalmente en los rubros de hidrocarburos y minería.
La demanda interna crece debido a mayores niveles de inversión y consumo, tanto privado como público, resultado de la expansión económica y la redistribución de los ingresos.
Indicadores
La liquidez del sistema financiero al 30 de septiembre alcanzó a 2.029 millones de dólares, monto superior en 284,2 millones comparados con el nivel registrado hasta diciembre de 2006.
El patrimonio del sistema llegó a 640,6 millones de dólares, superior en 35,8 millones al nivel de diciembre de 2006.
Los bancos tuvieron utilidades por 48,7 millones de dólares. Este desempeño positivo se debe al crecimiento de la cartera de créditos y el mejoramiento de su calidad.
Gracias a estos resultados, la rentabilidad sobre el patrimonio de los bancos llegó a 15,87 por ciento, es decir que por cada dólar invertido por sus accionistas obtuvieron un retorno de 15,87 por ciento. La rentabilidad sobre activos se sitúa en 1,51 por ciento.
Los Fondos Financieros Privados (FFP) ganaron 11,4 millones de dólares; las cooperativas, 6,6 millones; y las mutuales, 0,8 millones de esa moneda.
El sistema financiero en su conjunto refleja una sólida posición financiera en comparación con los grados de deterioro de la cartera de créditos que se observó en el segundo quinquenio de la década de los 90 y primeros años de la presente, cuando la actividad financiera se contrajo por la crisis iniciada en 1999.
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