07 noviembre 2007

Evo sigue otorgando cheques y el Gobierno no oye al BCB

El Banco Central de Bolivia (BCB) y el Gobierno se contradicen sobre la manera de manejar y controlar la inflación. Mientras el primero aplicó al menos cinco medidas para reducir el circulante de la economía, el Poder Ejecutivo inyecta más recursos con cheques venezolanos y bonos sociales que, según Hacienda, ya estaban presupuestados con antelación y no tienen impacto en el alza de precios.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado a octubre llegó a 9,68 por ciento, superando la meta inicial del Gobierno de 3,7 por ciento y la ajustada al 6 por ciento, proyectada por las autoridades económicas del país.

Según el BCB, en la economía circulan 11.500 millones de bolivianos y tras las medidas que aplicó, entre ellas la emisión de bonos, logró retirar unos cinco mil millones.

Hace dos días, el gerente general de la entidad, Eduardo Pardo, sostuvo que cualquier dinero que ingrese en la economía, ya sea del sector público o privado, generará mayor liquidez.

Por esa razón sugirió al Poder Ejecutivo guardar un equilibrio entre sus ingresos y gastos, y revisar todos los mecanismos generadores de inflación, incluida la entrega de cheques venezolanos que distribuye el presidente Evo Morales a las alcaldías de todo el país.

Esa recomendación aún no fue tomada en cuenta, porque, por ejemplo, la tarde de ayer el Primer Mandatario donó un cheque de 80 mil dólares a la Federación de Cooperativas Mineras de Potosí para la construcción de una cancha de fútbol con césped sintético. Inicialmente, el Gobierno afirmó que los recursos serían dirigidos a la producción.

Horas antes, el ministro de Hacienda, Luis Arce, aseguró que el pago del Bono Juancito Pinto y el Bonosol no afectan, porque están incorporados en la programación financiera del Estado para llegar a ciertos niveles de inflación (los cuales se superaron) y que los recursos de donación que recibe Bolivia (como los fondos para distribuir cheques) tampoco se los puede rechazar.

“Qué pasa si Estados Unidos decide regalarnos dos mil millones de dólares. ¿Vamos a decir que no?, por supuesto que lo vamos a recibir. Pero el dinero no vendrá de un día para otro, hay un cronograma de desembolsos que están incorporados en un programa financiero”.

Hace más de un mes, cuando el BCB emitió una resolución que imponía el cobro de una tarifa a las transacción del exterior con el fin de reducir el circulante que ingresa en la economía, el ministro Arce envió una carta al presidente de la entidad emisora, Raúl Garrón, en la que le solicitó “mayor coordinación” y le instó a informarle antes de otorgar cualquier dato a los medios de comunicación.

Ayer, el Ministro insistió en que ambas instancias conversan sobre las acciones que llevan adelante. Explicó que a principios de año definen un programa financiero y que cada viernes se reúnen para coordinar las políticas monetarias y fiscales, los programas de donación, desembolsos de la deuda externa y exportaciones, entre otros.

El economista Gonzalo Chávez criticó que el Ejecutivo subió el gasto corriente (sueldos, compra de bienes y servicios) hasta en un 40 por ciento a contramano de las políticas del Banco Central, que apuntan a retirar circulante para evitar presiones inflacionarias.

Arce admitió un crecimiento del gasto en 3,9 por ciento respecto de 2006, pero descartó que hubiese provocado un descontrol en el nivel de precios.

Entre enero y septiembre, la inyección de recursos corrientes sumaron 13.776,6 millones de bolivianos, mientras que en 2006 totalizaron 13.262,1 millones.

De ese monto, el pago de sueldos creció en 10,4 por ciento por el aumento salarial en educación y salud, y la creación de nuevos ítems. El dinero dirigido por el Estado a la compra de bienes y servicios bajó de 2.425,3 millones de bolivianos a 2.276,5 millones.

Empresarios dudan de subir salarios

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) aseguró ayer que el incremento salarial del próximo año será fijado en función de la disponibilidad de cada empresa.

El líder de la organización, Roberto Mustafá, explicó que en este momento muchas compañías están enfrentando problemas por la falta de diésel para operar, además del contrabando. Precisó que esos elementos deben ser analizados para determinar si es que se sube o no el sueldo de los trabajadores.

Recordó que por el alza de la inflación en los últimos meses los costos de producción de las empresas aumentaron y para no quedarse sin vender, han preferido mantener sus precios al consumidor sin ninguna variación

Un día antes, según ANF, el vicepresidente de la Cámara de Exportadores (Camex), Guillermo Poumont, insistió en que su sector es uno de los más perjudicados con el alza de precios y la devaluación del dólar o apreciación del boliviano. Sostuvo que las políticas del Banco Central de Bolivia, como subir tasas de interés o diferentes tipos de instrumentos monetarios, posiblemente están bien orientadas para bajar la inflación, pero no son suficientes y pueden tener efectos secundarios en temas como el cobro del 1 por ciento a las transferencias del exterior.

Apuntes

Para el BCB, la entrega de cheques, el Bono Juancito Pinto, el pago de aguinaldos a fin de año generan más inflación. La inversión pública también contribuye a generar mayor liquidez.

Para el Ministerio de Hacienda, el alza de precios tiene un contenido especulativo.

El Gobierno argumenta también que existe un aumento de precios generalizado en el mundo, producto de una mayor demanda de alimentos.

La cotización de alimentos subió en Argentina en 16,1 por ciento; en Chile, 14,2 por ciento; en Venezuela, 12,2 por ciento, y en Brasil superó el 7 por ciento.

Los cheques venezolanos no sólo se destinan a las alcaldías, sino también a cooperativas mineras.

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