El Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expresaron ayer, por separado, su disposición de colaborar con el Gobierno para contribuir a cubrir el déficit fiscal proyectado para este año que alcanza al 4,9 por ciento.
La postura surge luego de que el 7 de junio la ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro Hinojosa, anunciara que el Ejecutivo acudirá al financiamiento externo para cubrir el déficit fiscal, provocado, entre otras razones, por el incremento salarial por encima de lo previsto a los sectores de salud y educación.
El representante del BM, Óscar Avalle, señaló que aún el Gobierno nacional no ha formalizado una solicitud en ese sentido, sin embargo dijo: “siempre estamos listos para apoyar en lo que sea necesario y en lo que nosotros podamos hacer”.
Pero además de ello, Avalle mencionó que hay que “ver el déficit, ¿qué monto tiene?, ¿cómo podemos apoyar?, ¿a través de qué instrumentos?”.
El 24 de mayo, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, dijo que el déficit se traducirá en alrededor de mil millones de dólares, pues a esto se debe agregar la gran cantidad de recursos orientados a la inversión pública para este año, que alcanza a 2.428 millones de dólares.
Éste va a ser el primer año que el Gobierno de Evo Morales registre un déficit fiscal, pues desde 2006 Bolivia marcó un superávit continuo: ese año llegó al 4,5 por ciento en este índice; en 2007 a 1,7 por ciento; en 2008 a 3,2 por ciento; en 2009 a 0,1 por ciento y en 2010 a 2,0 por ciento.
LA POSTURA DEL BID
Entre tanto, Baudouin Duquesne, representante del BID en Bolivia, señaló que el organismo al que representa destina al país, cada año, cerca de 60 millones de dólares de libre disponibilidad, los cuales pueden usarse, pero no de forma directa para cubrir el déficit fiscal programado.
“Todos los años, el veinticinco por ciento de nuestros recursos los asignamos a proyectos que llamamos programáticos, básicamente son proyectos que entregan al Estado recursos contrarreformas, entonces son recursos de libre disponibilidad, con los cuales el Estado puede hacer lo que quiera siempre y cuando se hayan cumplido las reformas que el (Gobierno) se ha comprometido”, dijo.
Estos recursos se canalizan mediante proyectos específicos que tienen el objetivo de fortalecer la gestión pública.
Estas operaciones se las realiza con el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Sin embargo, en 2010, no se realizó ningún desembolso de estos 60 millones de dólares. “Así que —dijo Duquesne— el Estado sí va a recibir recursos en el marco de un proyecto específico, no son sólo para el déficit público, son recursos que tienen un contenido muy interesante de incentivar a que avancen las reformas importantes, en particular en gestión pública”.
De hecho, de acuerdo con el representante del BID, el Gobierno reportó grandes avances en estos proyectos, que no sólo el organismo financiero impulsa a nivel global para mejorar la gestión pública.
Los 60 millones de dólares son parte de los 250 millones de dólares que el organismo financiero destinará al país este año.
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