De enero a marzo de este año, la economía boliviana se ha ido desacelerando hasta alcanzar una expansión de solo el 0,55%, uno de los crecimientos más bajos de los últimos 19 años si se lo compara con el primer trimestre de cada gestión, según el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), información que es publicada mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
A este ritmo es probable que en abril, cuando la economía boliviana estaba prácticamente paralizada debido a la emergencia sanitaria y a la cuarentena decretada por el Gobierno para hacer frente a la COVID-19 o nuevo coronavirus, Bolivia haya ingresado a una contracción de su Producto Interno Bruto (PIB).
Según la información estadística, la variación de la tasa de crecimiento a similar periodo de marzo de 2020 muestra una contracción de 2,63%. Esto quiere decir que Bolivia ya ha comenzado a mostrar efectos en la economía, siguiendo la tendencia mundial de afectación causada por la pandemia de la COVID-19.
La última vez que Bolivia registró una expansión económica tan baja fue en el primer trimestre de 2001, cuando el IGAE creció 0,02%.
A marzo de 2020, las actividades económicas que incidieron en el bajo crecimiento fueron la minería, la construcción, transporte y almacenamiento, otras industrias y servicios financieros. Los demás sectores registraron una expansión, aunque por debajo del 5%, lo que en definitiva permitió en lo global un crecimiento de solo el 0,55%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo que depende de Naciones Unidas, ya adelantaron que para este año habrá una contracción del PIB boliviano.
El FMI señala que la retracción de la economía boliviana será de un 2,9% del PIB, mientras que para el BM llegará a 3,4%. La CEPAL prevé una contracción económica de 3%.
DESACELERACIÓN
A febrero de este año, la expansión de la economía ya había comenzado una lenta desaceleración con un crecimiento de solo el 2,13%, según el IGAE, que muestra la evolución de la actividad económica del país.
El IGAE es un indicador que posibilita a los ciudadanos e inversionistas conocer la evolución del sector real de la economía y está estrechamente relacionado con el Producto Interno Bruto (PIB). El IGAE es un indicador de periodicidad mensual y el PIB se calcula con una periodicidad trimestral.
Desde el 12 de marzo, el Gobierno de transición asumió medidas de la alerta sanitaria, declarando “Situación de Emergencia Nacional” por la presencia del brote de la COVID-19. Desde esa fecha se establecieron medidas restrictivas de circulación de personas, ajuste del horario laboral, restricciones a las reuniones y concentraciones de personas.
En la primera etapa de estas medidas, se limitó una parte del transporte, suspensión de vuelos comerciales, actividades recreativas, turismo, restaurantes y hoteles. La segunda etapa inicia el 22 de marzo con la declaración de “Cuarentena Total”, donde se suspenden todas las actividades excepto aquellas de abastecimiento de alimentos, se restringe la circulación de transporte masivo y los centros de comercio son controlados.
FONDO
Tras aprobar la solicitud financiera de emergencia para Bolivia por $us 327 millones, el 17 de abril pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había advertido que la pandemia de la COVID-19 o nuevo coronavirus tendrá un “severo impacto” económico en Bolivia que afectará las exportaciones, la producción y los ingresos fiscales.
“La pandemia de la COVID-19 tendrá un severo impacto en Bolivia. El costo económico será sustancial, ya que la combinación de precios mundiales de energía más bajos, cuarentenas domésticas y una interrupción repentina en las entradas de capital conduce a reducciones bruscas en las exportaciones, la producción y los ingresos fiscales”.
El crédito aún no fue aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) debido a que el informe presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas está incompleto.
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