En los últimos 10 años, Bolivia dejó escapar un promedio de $us 207 millones por año en Inversión Extranjera Directa (IED) neta. Es decir, desde 2014 la mayoría de las empresas extranjeras que operan en el país ‘desinvirtieron’ más de lo que invirtieron, una constante que produce una serie de efectos negativos en la economía, la principal: la falta de confianza.
De acuerdo con la teoría económica, existen diversas razones por las cuales una empresa puede optar por desinvertir: centrarse en un negocio principal, obtener liquidez, cambiar de estrategia, cumplir con regulaciones o minimizar riesgos.
Según datos del Banco Central de Bolivia (BCB), en 2014 la IED neta fue de $us 727 millones, el pico más alto en los últimos años, que se desplomó durante seis años consecutivos, para llegar a una profunda caída de $us -226 millones en 2020. En 2021 se volvió a recuperar, con $us 263 millones de IED, pero en 2023 volvió a caer en $us -74 millones (ver gráfico).
Entre enero y septiembre de 2024 la IED neta en Bolivia era de $us 176 millones, pero los economistas pronostican que cuando se conozca el dato al segundo semestre, la cifra no habrá mejorado debido a los conflictos sociales y políticos que marcaron el año, como el “fallido golpe de Estado” de junio y los 40 días de bloqueos que llevaron a cabo los seguidores del ex presidente Evo Morales.
Cabe señalar que la inversión extranjera neta es la diferencia entre la inversión directa bruta y la desinversión. En el tercer trimestre de 2024, la inversión extranjera bruta fue de $us 353 millones y la desinversión de $us 177 millones.
“Este resultado es explicado principalmente por las utilidades reinvertidas, provenientes en mayor medida de los sectores de industria manufacturera e hidrocarburos, así como por una menor desinversión. Al respecto, la desinversión fue menor en 50,2% en relación a similar periodo de 2023, siendo explicada en gran parte por amortizaciones de créditos intrafirma”, destacó el BCB en su Reporte de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional - Primer Semestre 2024.
Remesas superan a la IED
El experto en finanzas y máster en Administración de Empresas, Jaime Dunn, la IED en Bolivia sigue siendo muy inferior a niveles anteriores a 2014. De hecho, actualmente las remesas de los bolivianos que trabajan en el exterior, superan a la IED, lo cual refleja un contexto económico desafiante y muy pobre en inversión extranjera.
“En Latinoamérica y El Caribe, en 2022-2023 se han invertido más de 255 mil millones de dólares y Bolivia ha estado con inversión extranjera cercana a cero. Claramente, la falta de seguridad jurídica, la baja calificación de riesgo en Bolivia son factores importantes”, consideró.
En ese sentido, Dunn indicó que existen “desafíos muy grandes” para el país, como adecuar el marco regulatorio para las inversiones. “La falta de un marco normativo claro y estable es un obstáculo importante. Las empresas extranjeras necesitan transparencia, seguridad y que se les brinde confianza para invertir a largo plazo en Bolivia. Por ejemplo, actualmente hay una Ley de Inversiones (767), que aunque busque incentivar la inversión, ha fracasado; Bolivia necesita una nueva ley de inversiones del sector privado, ya sea nacional o extranjero”, apuntó el experto.
En ese sentido, consideró también que desincentivan la inversión la alta carga impositiva y las regulaciones excesivas. El sistema tributario tiene que ser más flexible, especialmente en el tema de hidrocarburos. Justamente Bolivia ha experimentado una crisis energética como la vemos ahora, pasando de ser un país exportador a importador (de combustibles). Y tiene que ver justamente porque explorar no tiene ningún tipo de incentivo para los inversionistas extranjeros”, agregó.
Por su parte, el economista y gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, lamentó que la IED en Bolivia “no levanta cabeza”, a diferencia de otros países como Perú, Chile y Paraguay.
“En nuestro país, pese al enorme potencial de recursos naturales con el que cuenta en hidrocarburos, minería y sectores no tradicionales, el deficiente entorno que ofrece Bolivia al inversionista extranjero, en términos de seguridad jurídica, previsibilidad de las reglas de juego, ausencia de incentivos y un deterioro de su imagen a nivel internacional (riesgo-país), determinan tan indeseada situación”, señaló.
Mencionó que, si bien Bolivia al primer semestre de 2024 había recibido $us 136 millones de IED y, si bien eso marcó una recuperación respecto a lo visto el año en igual período, “alegrarse por tal situación, es conformarse con poco”, expresó.
Un país como el nuestro, bendecido por Dios con más de un millón de km2 de geografía, la mitad con bosques naturales con ingentes reservas de minerales tradicionales y de la nueva minería aún por explotar, pero además, reservas hidrocarburíferas sin explorar, ni qué decir de las fértiles tierras para hacer ganadería y agricultura sin afectar a los bosques, o el tremendo potencial que hay en biodiversidad (...), deberíamos estar recibiendo miles de millones de dólares cada año”, destacó.
Sin embargo, añadió, las condicionantes son de orden interno: inseguridad jurídica, por la mala aplicación de la justicia y cambios en las reglas de juego; la falta de una inteligente agenda de integración económica y comercial de Bolivia al mundo; la ausencia de políticas públicas para la mejora estructural de la productividad y de la competitividad, a lo que hay que sumar la impredecible situación política del país.
“Todo esto hace que caigan, en saco roto, las aspiraciones de conseguir la atención de capitales extranjeros que prefieren ir a ubicarse a otras latitudes, donde no solo las reglas de juego son inmejorables y estables, sino que incluso hay incentivos de carácter fiscal, logístico, infraestructural, entre otros, que constituyen factores de atracción para el capital extranjero”, aseveró Rodríguez.
Contexto regional
Brasil es el el país que recibió mayor IED en Latinoamérica en 2023. Con poco más de $us 60 mil millones, destaca por su relativa estabilidad económica, política y reglas claras para los inversionistas. De lejos, le sigue México, con $us 30 mil millones en IED y Argentina, que superó los datos de 2022, con cerca de $us 25 mil millones.
Sin embargo, esas cifras no son las ideales, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), ya que la región se encuentra se encuentra en una crisis del desarrollo que se expresa en “tres grandes trampas”: una trampa de baja capacidad para crecer, una trampa de alta desigualdad y una trampa de baja capacidad institucional y de gobernanza poco efectiva.
“Desde el punto de vista sectorial, el desempeño negativo se atribuyó principalmente a una caída en las entradas de IED hacia el sector de servicios (-24%), lo que contrasta con el buen desempeño que mostró este sector en 2022”, destacó la Cepal en su último informe anual sobre la IED en la región.
En cuanto al análisis de los componentes de la IED, el organismo destacó que en 2023 solo las reinversiones de utilidades mostraron un crecimiento, al aumentar un 15%, mientras que los aportes de capital y los préstamos entre empresas experimentaron una disminución del 22% y el 36%, respectivamente, en relación con el año anterior.
“Por primera vez en la década, en 2023, los aportes de capital no son los componentes de la IED con mayor participación en los ingresos totales y su valor se mantiene por debajo de los promedios de la década anterior, lo que puede indicar un menor ímpetu de las empresas transnacionales en lo que respecta a la inversión en América Latina y el Caribe”, acotó.
En cuanto a Bolivia, la Cepal mencionó que la IED experimentó un alza en 2023, con entradas por $us 294 millones, lo que representa un crecimiento del 4.608% en comparación con 2022, cuando se recibió un valor muy bajo. Se observa un crecimiento del 26% de las entradas a través de préstamos entre compañías. “Los demás componentes, aportes de capital y reinversión de utilidades, presentaron caídas del 27% y el 51%, respectivamente14”, precisó.
En términos sectoriales, los ingresos en el sector de los recursos naturales totalizaron $us 345 millones.
Posición del BCB
El Banco Central de Bolivia (BCB), en el marco de sus competencias, señaló que no corresponde hacer una proyección sobre la IED en 2025, pero considerando las acciones del Gobierno nacional para dinamizar la IED, tales como la reactivación del upstream en el sector hidrocarburos, el acercamiento con importantes empresas que colaborarán con el Estado para la extracción directa de Litio (EDL), y la reglamentación de incentivos específicos a la IED recientemente aprobados mediante D.S. N°5248, “se espera un panorama positivo para los inversores extranjeros y para la economía nacional, reflejándose en un flujo dinámico de estos instrumentos, a fin de coadyuvar con la política de industrialización que se ha venido desarrollando”.
En lo que se refiere a la gestión que termina, la entidad informó que la IED bruta para el periodo enero-septiembre alcanzó a $us 353 millones, mientras que la IED neta recibida registró flujos positivos para este mismo periodo por $us 176 millones. “Este resultado es explicado por las utilidades reinvertidas de los sectores de hidrocarburos e industria manufacturera, principalmente”, señaló.
“Por actividad económica, la mayor parte de los sectores registraron flujos positivos, tanto de Inversión Directa bruta como neta. En particular, el sector de Hidrocarburos anotó un flujo neto positivo de $us 97 millones, Industria Manufacturera de $us 63 millones e Intermediación Financiera, así como Minería, de $us 39 millones”, agregó el BCB.
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