El Gobierno mantiene la idea de que el país goza de estabilidad de precios. Esto pese a que datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reportara una inflación acumulada de 9,97%, la más alta desde 2008. En una entrevista con Bolivia Tv, el ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro, aseguró que, en los últimos años, en promedio, la tasa de inflación fue de 2,5%, una de las más bajas de la región.
Muchos especialistas, incluso, cuestionan la veracidad del calculo oficial porque reduce la ponderación de la canasta básica y artículos de primera necesidad en la metodología que se usa para medir el incremento de precios. Es más, aseguran que a la inflación real llegaría hasta un 20%.
Estabilidad
Pese a las observaciones, el Poder Ejecutivo mantiene su postura: hay estabilidad de precios. En una entrevista con el programa Los Hechos cuentan que emite por Bolivia TV, el ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro defendió esta premisa y aseguró que se incrementaran los controles para evitar la especulación de productos de primera necesidad.
En el programa televisivo, la autoridad explicó que este logro es el resultado de un modelo económico orientado a la estabilidad y al bienestar de la población.
Sostuvo que mientras en América Latina está marcada por tasas de inflación que en algunos países alcanzan los dos dígitos, Bolivia se destaca por mantener este indicador bajo control. Y que, según datos oficiales, la inflación en el país ha promediado un 2.5% en los últimos años.
“Mientras otros países enfrentan inflaciones de dos dígitos, Bolivia sigue demostrando que la estabilidad económica es posible con políticas acertadas y un modelo económico sólido”, declaró Montenegro.
Control de precios
Detalló que una de las estrategias clave para mantener la inflación baja ha sido el control de precios en productos esenciales. Para esto el gobierno boliviano ha implementado acuerdos con productores y distribuidores para asegurar que bienes como el arroz, el azúcar y el pan se mantengan accesibles para la población.
“Hemos trabajado para que productos básicos no sufran incrementos significativos, incluso en un contexto global adverso”, afirmó Montenegro.
Añadió que otro eje central en la política económica ha sido la lucha contra la especulación y el contrabando. Así también dijo que el gobierno ha intensificado operativos para evitar el desabastecimiento y garantizar precios justos en los mercados locales.
“No permitiremos que la especulación ni el contrabando pongan en riesgo la economía familiar ni el trabajo de los bolivianos”, aseguró el ministro.
Una de las medidas más destacadas ha sido el mantenimiento de subsidios en sectores estratégicos como el combustible. Esta política ha evitado que los costos de transporte y producción aumenten, generando un impacto positivo en los precios de los bienes de consumo.
“Gracias a nuestras políticas de subsidio, el costo del transporte y la producción agrícola se mantiene estable, beneficiando a millones de familias”, explicó Montenegro.
El ministro destacó que estas políticas forman parte de un modelo económico que prioriza la estabilidad y el bienestar. La aplicación de medidas consistentes, según él, ha permitido al sistema financiero boliviano mantenerse fuerte, garantizando la liquidez y protegiendo la economía del país frente a choques externos.
“La estabilidad de precios no solo es un indicador económico; es una garantía de bienestar para las familias bolivianas y un pilar fundamental de nuestro modelo económico”, concluyó.
Observaciones
Recientemente el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, sostuvo que el porcentaje oficial parece haber sido calculado estratégicamente para evitar llegar al 10%, lo que hubiera significado entrar en una inflación de dos cifras.
Este tipo de inflación, conocida como "galopante", tendría implicaciones negativas tanto económicas como políticas, ya que reflejaría un desbordamiento en las políticas económicas del gobierno.
“Es inconcebible que el INE registre un incremento menor al 10%, cuando en el mercado muchos productos han aumentado” más allá de ese límite, comentó.
Para el economista, si se consideraran solo los productos de la canasta básica, la inflación real sería al menos del 20% o incluso del 30%.
En tanto, que el economista, German Molina, sostiene el incremento de la inflación tiene varias causas estructurales y políticas. Como por ejemplo el gasto público excesivo.
Para el especialista, el Gobierno ha mantenido una política de gasto superior a los ingresos fiscales y a la capacidad productiva del país.
“Hoy en día, los supermercados cambian sus precios continuamente, lo que genera confusión en los consumidores y vendedores. Esto refleja la falta de estabilidad en las señales económicas clave”, explicó Molina.
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