13 junio 2010

Régimen simplificado se abre paso y reduce el ingreso fiscal

La Ramada se ha convertido en un punto estratégico de venta y por eso es una zona muy apetecida por los comerciantes. El precio comercial (basado en el flujo que existe en la zona) es de $us 1.000 por metro cuadrado de terreno, según información de algunos moradores de la Unidad Vecinal 10, y esto explica por qué reordenar el mercado es más complicado de lo que se piensa y por qué los comerciantes plantean alternativas sin necesidad de salir del lugar.


Muchos negocios están amparados en el Régimen de Tributación Simplificado (RTS), una categoría que, según Impuestos Nacionales, incluye sólo vivanderos, artesanos y comerciantes minoristas. Pero en la práctica sirve para todos, incluso para muchos que venden electrodomésticos.


Un negocio tipo de los que están asentados sobre las avenidas Grigotá e Isabel la Católica, y que no dispone de factura, tiene en exhibición al menos cuatro televisores de pantalla gigante, tres cocinas, tres heladeras, tres equipos de música y dos lavadoras de ropa. Esa mercadería suma aproximadamente $us 7.000.


Los vendedores aseguran que la comercialización de electrodomésticos era baja en 1989 y 1990, porque estos productos eran considerados suntuarios. Hoy son los más demandados por todas las clases sociales. Eso sí, para el comprador que llega a este lugar no es secreto que aquí no se otorga factura. Si el cliente insiste, hay algunos negocios que pueden emitirla, con un incremento del 13% al costo del producto. Otros prefieren bajar el precio inicial un poco más, con tal de que el cliente se anime a comprar sin exigir factura.
Ésas son precisamente las ‘armas’ que muchos de estos negocios usan para conquistar clientela frente a otras tiendas que no están bajo el RTS. Pero al mismo tiempo ha provocado que la informalidad se consolide en la zona. Así lo pudo comprobar EL DEBER en un recorrido realizado el pasado lunes y martes.


“No damos factura, la gente sabe que aquí es más barato que en otros lugares, porque es mercado negro”, dice uno de los vendedores que, asegura que lo más solicitado estos días son televisores, por el Mundial de fútbol.


Amalia Claros compró el lunes una cocina en $us 145, con cuatro hornillas, sin factura, según ella, porque no necesita hacer descargo. Los comerciantes argumentan que no se trata de productos de contrabando, sino que los traen mayoristas directamente desde Iquique para vender por menor y eso da opción a que tengan un costo más bajo que el de las tiendas o negocios ubicados en el centro de la ciudad. Al ser consultados, todos aseguran ser vendedores y no propietarios. Aun así, piden mantener sus nombres en reserva.


De acuerdo con la norma tributaria, los negocios dedicados a la venta de electrodomésticos deben estar en el régimen general, es decir, tributar y emitir facturas, pero en la práctica esto no sucede. Incluso hay muchos que ni siquiera están en el régimen simplificado, según asegura la gerente distrital del Servicio de Impuestos Nacionales, Leidy Escobar Vargas. La funcionaria indica que entre el 70% y 85% de los comerciantes que deberían estar registrados en el régimen general, no lo están. El resto debería estar inscrito en el régimen simplificado, pero muchos no están en ninguno de los dos. Por ejemplo, dijo que en La Ramada sólo se ha logrado registrar a vendedores del comercial del mismo nombre, pero a ninguno de los que están en las veredas y calles.


Hasta la década de los 80, los artículos de la línea blanca se compraban a importadoras. A principios de los años 90 comenzaron a venderse en la avenida Grigotá. En 2000, coparon la avenida Isabel la Católica. Hoy, las importadoras deben lidiar con la competencia del comercio informal que reina en La Ramada. Hay firmas, como Dismatec, que ha decidido hacerle frente a esa competencia abriendo tiendas en la misma zona y compitiendo codo a codo, pero de manera legal. Comercializan de forma exclusiva sólo las marcas Cónsul y Whirpool, y otorgan factura y dan garantía por el producto vendido.
Giovana Padilla, responsable de marketing de Dismatec, reconoce que la firma tiene seis de sus once tiendas ubicadas en La Ramada, donde se concentran sus mayores ventas.

Cifras comerciales

Alquiler en $us
500
Ése es el monto que puede alcanzar el alquiler de una tienda amplia con sus condiciones sobre la avenida Isabel la Católica o avenida Grigotá, donde reina el comercio

Gremiales
62.000
Si bien no hay una estadística que brinde información precisa sobre la cantidad de gremiales en los mercados, se calcula que alcanzan a esta cifra

Terreno
1.000
El metro cuadrado se llega a cotizar con valor comercial hasta en más de esta cifra, dependiendo la construcción, dado el movimiento económico que registra

Asentados en la calle
3.000
Es el número de gremiales asentados en las aceras y calles, donde sucedió el incendio el pasado 26 de mayo y se presume que perdieron en total $us 3 millones

La tributación

- En 1990. Surge la normativa del Régimen de Tributación Simplificado (RTS), el mismo que establece realizar aportes bimensuales al Servicio Nacional de Impuestos Internos, pero el comerciante no está obligado a emitir factura por los productos que expende. Surgió como un sistema transitorio, mientras se concienciaba a los comerciantes, pero, lejos de anularse, más bien ha ampliado el rango de capital que involucra este sistema. El RTS fue creado para facilitar el pago de impuestos de un determinado sector de contribuyentes, por ello se estableció cinco categorías que comprenden desde un capital de Bs 12.001 hasta Bs 37.000. En dichas escalas se tenía previsto a los artesanos, minoristas y vivanderos, pero muchos comerciantes de electrodomésticos, ferreterías y agencias de cemento se ‘camuflan’ en esa categoría. El régimen general establece un capital desde un boliviano hasta cualquier monto y el comerciante está obligado a emitir factura.

- En 2004. El Régimen Tributario Simplificado se limita para el sector gremial. Más del 80% de las personas involucradas en la categoría comercial no pagará tributos, producto de las modificaciones realizadas a la norma. Es decir, que se amplió el monto del capital y dejó de tomarse en cuenta los capitales pasivos (caseta, heladeras y otros bienes). Eso le permitió al sector gremial estar liberado del pago impositivo.

- En 2005. Los ejecutivos de SIN en ese entonces alertaron que más de 44.000 gremiales esquivaban al SIN y que en Santa Cruz los comerciantes se resisten a ser empadronados por los funcionarios de Impuestos. Se advirtió que la mayor parte de los propietarios de los negocios de los mercados de Santa Cruz se camuflaban en el Régimen Tributario Simplificado para tributar lo menos posible al Servicio de Impuestos. Los datos brindados en aquella gestión daban cuenta que de 50.000 comerciantes que había en los principales centros de abastecimiento de la capital cruceña, apenas 5.130 estaban empadronados y sólo aportaban con 0,03% al Tesoro General de la Nación.

- En 2009. Los comerciantes y concejales consensuaron un proyecto de ordenanza en el que los ambulantes de La Ramada se comprometen a tributar y readecuar sus espacios.

- En 2010. Después de 20 años el RTS sigue vigente, muchos de los grandes comerciantes que deberían estar en el Régimen General se ‘camuflan’ en el RTS; el SIN no ha podido empadronar a los comerciantes de todos los mercados, sobre todo La Ramada y la feria de Barrio Lindo, donde tiene bastante resistencia.

1 comentario:

  1. Regimen Tributario Simplificado un sistema que privilegia a unos pocos en desmedro de todo el país. Los llamados eufemísticamente "gremialistas" son un grupo organizado de poder que realizan demostraciones de fuerza cada vez que la autoridad pretende regularizar sus actividades económicas en forma legal similar al resto de los ciudadanos. Bajo este régimen tributario se amparan grandes comerciantes mayoristas quienes de esta forma evaden pagar IVA , IT Y IUE. Impuestos que todos quienes trabajan honesta y legalmente deben pagar. El Gobierno de una vez por todas debe mostrar su autoridad derogando esta modalidad tributaria que sólo se presta para abusos y homologando la estructura tributaria para que no sigan existiendo "privilegiados" en materia tributaria, los que además de usufructuar de estas franquicias dañan las arcas fiscales no aportando lo justo de acuerdo a sus ingresos.

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