El bajo crecimiento económico registrado repercute en una menor inflación, que se registra a la fecha, y que se proyecta cerrará con una cifra menor a la estimada por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Banco Central de Bolivia (BCB), según opinó el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro, Ernesto Bernal.
El economista señala que hubo una presión a la inflación, por parte del Banco Central de Bolivia, entidad que controló la misma, pero también los resultados fueron parte del movimiento económico no esperado, que llegó a 3,9%.
Sin embargo, observa que de los más 300 artículos que componen el Índice de Productos al Consumidor, sí se concentrase el análisis sólo en 40, referidos a los alimentos más consumidos, la cifra sería mayor, y podría alcanzar a 5% o 6%, respectivamente.
INFLACIÓN ESTIMADA
A nivel global, la proyección estimada de inflación por el Gobierno para fines de gestión, estaría entre 4% a 5%, pero a la fecha la cifra está por debajo del 3%, y por lo tanto no alcanzaría ni al mínimo proyectado, según el presidente del Banco Central de Bolivia, Pablo Ramos.
Ramos dijo que este año la inflación está muy baja, tanto que en los primeros meses hubo preocupación, debido a que la tasa estaba por 0,14%; al mes de octubre la cifra fue negativa -0,21%.
El presidente del ente emisor descartó que haya una deflación, sino que la baja inflación obedece a los precios bajos que se registró de los productos alimenticios, debido a que hubo una buena cosecha.
También recuerda que la escasez de alimentos impulsa los precios de los productos hacia arriba, pero los datos registrados a lo largo del año, son bajos, y se prevé cerrar la presente gestión con una cifra menor.
PODER ADQUISITIVO
Para el presidente del BCB, no alcanzar la meta inflacionaria prevista representa un mantenimiento del poder adquisitivo de la moneda nacional y hay estabilidad de la misma.
Asimismo, la autoridad descarta la desaceleración, al indicar que la baja inflación obedece básicamente al tema de la oferta de productos, y por lo tanto los precios no se incrementan.
También descartó que la baja inflación obedezca a un problema monetario o de liquidez, al reiterar que es un tema de oferta; la cosecha fue buena en la presente gestión y el mercado nacional
Entretanto, Bernal lamenta que el Gobierno niegue una desaceleración, si los datos muestran todo lo contrario a los largo de los últimos años, en el que el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) bajaron considerablemente, de 6,8 en 2013 a 4,3% en 2016.
Y los organismos internacionales proyectan un crecimiento entre 3,9% a 4,2% para la presente gestión, cuya cifra está por debajo a la registrada en la pasada gestión que llegó a 4,34%, y nuevamente muestra una desaceleración de la economía. Y para el 2018 fijan en 4% el crecimiento.
BALANZA COMERCIAL
A eso hay que sumar la balanza comercial negativa, debido a los precios bajos de los commodities en el mercado internacional, lo que muestra una dependencia de la economía nacional, al recibir menos recursos y reducir gastos.
Como se recordará el Ministerio de economía y Finanzas Públicas en un boletín de prensa dijo que Bolivia tenía un déficit comercial saludable, al respecto Bernal señala que ningún déficit comercial es saludable, y reitera que la cifra negativa muestra la dependencia de los precios de los commodities en el mercado internacional.
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