La primera sentencia condenatoria en un caso de estafa piramidal se produjo ayer en La Paz. El juez 6º de Instrucción en lo Penal Cautelar, Álvaro Melgarejo, sentenció a cuatro años de prisión al dueño de LV Pharma, Luis Omar Vargas, por haber estafado un millón de dólares a 1.300 personas en la urbe paceña.
El magistrado también dictó sentencia condenatoria en contra de la esposa de Omar Vargas, Carmen Isabel Ocobere. Los esposos fueron procesados por los delitos de organización criminal y sociedades y asociaciones ficticias. Antes de dictarse sentencia, ambos ya se encontraban detenidos preventivamente.
La información la hizo conocer ayer a La Razón la fiscal asignada al caso, Giovanna Mendoza, quien explicó que los esposos se acogieron al proceso abreviado para tener una sentencia “relativamente baja”. “Una persona coadyuva a cambio de una pena relativamente baja”, precisó.
El 24 de septiembre del 2008, la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras (SBEF), ahora Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), intervino las oficinas de la empresa LV Pharma por no estar legalmente autorizada para la intermediación financiera.
Esta compañía tenía las mismas características que Roghel Bolivia, pues ofrecía al público una tasa de interés del 8 al 10 por ciento mensual a cambio de sus ahorros. A estas personas “se les hacía creer que el dinero iba a ser invertido en la Bolsa de Valores” de Nueva York (Estados Unidos), explicó la fiscal Mendoza.
Añadió que, al igual que Roghel Bolivia, los dueños de LV Pharma registraron a la firma en Fundempresa (Fundación para el Desarrollo Empresarial) como una importadora de medicamentos.
Esta empresa promocionaba en su portal de internet (lvpharmabolivia.com) productos farmacéuticos y naturales, como la estevia, sal de Andrews y el bicarbonato de sodio. Se consideraba una firma líder en importaciones. Sin embargo, se constató que por detrás se dedicaba a la captación de socios o inversionistas interesados en hacer crecer sus ahorros a cambio de una ganancia mensual.
Luis Omar Vargas y su esposa trabajaron inicialmente en la empresa Roghel Bolivia y, una vez que aprendieron la forma de captar el dinero de sus “asociados”, se independizaron para formar su propia empresa. Según la fiscal, el dueño de LV Pharma estafó alrededor de 2 millones de dólares a 4.000 personas. Empero, y después de la intervención dispuesta por la Superintendencia de Bancos, Vargas empezó a devolver el dinero a sus “socios o inversionistas”, añadió.
“Este señor hizo la devolución de casi la mitad de los $us 2 millones. Entonces quedan alrededor de 1.300 víctimas”, explicó Mendoza y agregó que estas personas aún tienen el compromiso del dueño de LV Pharma para recuperar sus dineros.
También dijo que se han identificado algunos bienes, que no estaban a nombre de Vargas, para que posteriormente “las víctimas (de la estafa piramidal) puedan ‘recaer’ sobre la reparación de daños y perjuicios”.
El magistrado también dictó sentencia condenatoria en contra de la esposa de Omar Vargas, Carmen Isabel Ocobere. Los esposos fueron procesados por los delitos de organización criminal y sociedades y asociaciones ficticias. Antes de dictarse sentencia, ambos ya se encontraban detenidos preventivamente.
La información la hizo conocer ayer a La Razón la fiscal asignada al caso, Giovanna Mendoza, quien explicó que los esposos se acogieron al proceso abreviado para tener una sentencia “relativamente baja”. “Una persona coadyuva a cambio de una pena relativamente baja”, precisó.
El 24 de septiembre del 2008, la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras (SBEF), ahora Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), intervino las oficinas de la empresa LV Pharma por no estar legalmente autorizada para la intermediación financiera.
Esta compañía tenía las mismas características que Roghel Bolivia, pues ofrecía al público una tasa de interés del 8 al 10 por ciento mensual a cambio de sus ahorros. A estas personas “se les hacía creer que el dinero iba a ser invertido en la Bolsa de Valores” de Nueva York (Estados Unidos), explicó la fiscal Mendoza.
Añadió que, al igual que Roghel Bolivia, los dueños de LV Pharma registraron a la firma en Fundempresa (Fundación para el Desarrollo Empresarial) como una importadora de medicamentos.
Esta empresa promocionaba en su portal de internet (lvpharmabolivia.com) productos farmacéuticos y naturales, como la estevia, sal de Andrews y el bicarbonato de sodio. Se consideraba una firma líder en importaciones. Sin embargo, se constató que por detrás se dedicaba a la captación de socios o inversionistas interesados en hacer crecer sus ahorros a cambio de una ganancia mensual.
Luis Omar Vargas y su esposa trabajaron inicialmente en la empresa Roghel Bolivia y, una vez que aprendieron la forma de captar el dinero de sus “asociados”, se independizaron para formar su propia empresa. Según la fiscal, el dueño de LV Pharma estafó alrededor de 2 millones de dólares a 4.000 personas. Empero, y después de la intervención dispuesta por la Superintendencia de Bancos, Vargas empezó a devolver el dinero a sus “socios o inversionistas”, añadió.
“Este señor hizo la devolución de casi la mitad de los $us 2 millones. Entonces quedan alrededor de 1.300 víctimas”, explicó Mendoza y agregó que estas personas aún tienen el compromiso del dueño de LV Pharma para recuperar sus dineros.
También dijo que se han identificado algunos bienes, que no estaban a nombre de Vargas, para que posteriormente “las víctimas (de la estafa piramidal) puedan ‘recaer’ sobre la reparación de daños y perjuicios”.
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