Desde el 6 de octubre del 2008 a la fecha, el dólar se ha mantenido congelado en Bs 7,07 para la venta y Bs 6,97 para la compra. Esta política ha generado que la divisa estadounidense pierda fuerza en el mercado cambiario y de transacciones.
Los exportadores, que hace un año tenían una posición crítica sobre el manejo de la política cambiaria, también destacaron los beneficios de tener un tipo de cambio estable y que dé certidumbre a las empresas que venden su producción al exterior.
El presidente de la Cámara de Exportadores de La Paz (Camex), Guillermo Pou Mont, dijo que el hecho de que haya un tipo de cambio estable da certidumbre a los productores nacionales. “La apreciación del boliviano tiene un efecto (...), ahora estamos con un tipo de cambio estable y esperamos que se mantenga así”, afirmó.
Destacó el manejo prudente que hizo el Banco Central de Bolivia (BCB) de la política cambiaria al evitar “el efecto trauma del proceso de apreciación y depreciación”, tal como ocurrió con las economías vecinas. Días atrás, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, dijo que la política de estabilizar el tipo de cambio del dólar fue “acertada”, ya que evitó innecesarias depreciaciones o apreciaciones.
“Cuando se produjo la crisis internacional, los países de la región se asustaron y empezaron a devaluar. Nosotros fuimos muy fríos y no dimos una dirección a nuestro tipo de cambio (...). No nos equivocamos”, indicó.
La Razón hizo ayer un recorrido por centros comerciales, ferias, restaurantes, confiterías, casas de repuestos y mercados de abasto, donde pudo corroborar que la mayoría rechaza la divisa estadounidense en las transacciones, para no perder al tener que cambiar por moneda nacional.
Los librecambistas y las casas de cambio también bajaron en su actividad económica. Esta gente que trabaja con el cambio de monedas sintió sus efectos (tipo de cambio fijo o estable) y se quejó porque sus ganancias se redujeron, incluso hasta en un 80%, al existir menos movimiento en el negocio en el último año.
“Cuando el dólar subía o bajaba, la gente se asustaba o veía la oportunidad de hacer crecer su dinero, y realizaba continuos cambios de moneda, compraba y vendía dólares, ahora muy poca gente realiza este cambio”, dijo un librecambista.
El gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), José Ribero, señaló que a diferencia de la gestión pasada, ahora el tipo de cambio está en niveles adecuados para el sector exportador. “Inicialmente el dólar estaba sobrevaluado en relación al peso boliviano y eso generaba un conflicto al sector exportador”, sostuvo.
Expresó que al haber una “estaticidad” en el tipo de cambio, el dólar ya no está “sobrevaluado”. “(La moneda nacional) está más próxima a un equilibrio de lo que estaba antes y en estos niveles ya no es desventajoso para el sector exportador”, subrayó.
“La medida, en sí, no ha sido mala”
El analista económico y ex presidente del BCB Armando Méndez dijo que “la política de tipo de cambio fijo que Bolivia tiene hace 19 meses es compatible con la ausencia de inflación”. “Desde ese punto de vista, la medida no ha sido mala”, dijo y añadió que si el ente emisor empezaba a depreciar la moneda, la inflación habría subido.
Casi la mitad de los ahorros se encuentra en bolivianos
La política monetaria del Banco Central, de mantener un tipo de cambio estable, ha permitido que el boliviano se fortalezca y crezcan los depósitos en moneda nacional en el sistema financiero.
Datos de la Autoridad de Supervisión y Fiscalización del Sistema Financiero dan cuenta que, al 25 de abril, los depósitos en moneda nacional sumaban el 47% del total de las obligaciones del sistema. Este monto es representativo si se toma en cuenta que hasta el 2005 sólo el 8% de los depósitos estaba en bolivianos. En cuatro años esa tendencia se revirtió gracias también a otras políticas como la aplicación del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) y la ufevización.
Inflación puede afectar tipo de cambio
El analista económico y ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez señaló que es posible mantener estable el tipo de cambio, siempre y cuando no suba el costo de vida en el país.
“Si los precios empiezan a subir, esta política de tipo de cambio fijo ya no sirve y ahí el Gobierno va a tener problemas”, advirtió y añadió que el Ejecutivo debe estar preocupado por las presiones sociales que se han originado en los últimos días en demanda de un mayor incremento salarial.
Si el Gobierno cede a las presiones, se puede desatar una espiral inflacionaria y afectar a la estabilidad del tipo de cambio, afirmó el experto y agregó que mientras no suceda aquello, “no hay ninguna necesidad de modificar el tipo de cambio”. Méndez recordó que la política de mantener fijo el tipo de cambio ha ido acompañada de una estabilidad de precios. “El año pasado prácticamente hemos tenido cero de inflación. Por tal motivo, el tipo de cambio fijo es compatible con la estabilidad de precios”, sostuvo el analista.
Bolivia registró el 2009 la tasa de inflación más baja de los últimos 23 años, un cuarto de punto porcentual (0,26%), muy por debajo de lo previsto por el Ejecutivo. Este índice fue notablemente menor al 11,85% del 2008, pero difícilmente puede repetirse este año por un previsto aumento de las inversiones públicas y privadas en sectores clave como los hidrocarburos, la minería y carreteras.
El Presupuesto General del Estado (PGE) 2010 prevé una inflación acumulada de 4,5%, igual al crecimiento esperado en el que será el primer año del segundo gobierno consecutivo del presidente Evo Morales Ayma.
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