Los notarios de Fe Pública sólo reportarán a la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) montos sospechosos superiores a los $us 300 mil en efectivo por la compra y venta de bienes, informó ayer el ministro de Economía, Mario Guillén.
La autoridad agregó que dichas operaciones son consideradas sospechosas para el lavado de dinero, tomando en cuenta que se realizan en efectivo y sin la intervención de entidades financieras.
“Hemos instruido a la UIF que estás transacciones lleguen a aquellos bienes que sean superiores a los 300 mil dólares”, sostuvo Guillén a los medios de prensa.
El miércoles de esta semana, la directora ejecutiva de la Unidad de Investigaciones Financieras, Teresa Morales, anunció que desde el próximo año “todos los notarios de Bolivia están pasando a ser sujetos obligados de la UIF y van a tomar datos sobre compras y ventas de bienes inmuebles sujetos a registro”.
Explicó que la entidad estatal creará el sistema de datos “red de información”, en el que se registrarán las compras y ventas de bienes inmuebles en el territorio nacional, lo que ayudará a identificar el dinero proveniente de actividades ilícitas, como el narcotráfico.
En ese marco, el ministro Guillén sostuvo que la disposición tiene apego a los estándares internacionales de seguridad que plantea el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el cual incluye a los notarios de Fe pública como sujetos obligados a dar información a la UIF.
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