Juan Antonio Morales, ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), cierra el ciclo de entrevistas sobre Diálogos sobre la Crisis. El experto estima que si este hecho se prolonga por más de 18 meses, el impacto en la economía boliviana será muy fuerte, porque “ya no tendremos los recursos” suficientes en las reservas para soportarlo.
Desde su punto de vista, el 2009 será un año esencialmente político, lo que podría afectar a la calidad de la política económica. Con respecto a las reservas, sugiere emplear las utilidades como manda la Ley del BCB y advierte que congelar el tipo de cambio del dólar no es del todo bueno porque esto hace menos competitivas las exportaciones.
¿Qué análisis puede hacer sobre la política monetaria?
Hubo una expansión monetaria muy importante en los últimos tres años, que ha sido la contraparte de la fuerte acumulación de reservas internacionales. Con la crisis, ese proceso se va a atenuar; la expansión monetaria será muchísimo menor y la acumulación de reservas también será mucho más lenta.
¿Cómo afectará eso a la balanza de pagos? ¿Es real que estaba gozando de buena salud?
Hemos estado ganando muchas reservas internacionales porque teníamos un superávit muy abultado en la cuenta corriente, en la balanza de pagos, es decir, muchas más exportaciones que importaciones. Pero eso era debido esencialmente a un efecto de precios, a lo que se sumaban las remesas de la emigración tan fuerte de nuestros compatriotas.
Con la crisis, uno puede prever que eso se ha terminado, porque los precios de las materias primas han estado cayendo fuertemente. Entonces, en lugar de tener una situación superavitaria en la balanza de pagos, posiblemente se tenga una situación deficitaria, pero cuyo financiamiento no producirá ninguna dificultad porque tenemos un nivel muy alto de reservas.
¿En qué tiempo prevé que se sentirá el efecto de la crisis?
El 2009 todavía será un año holgado para la economía boliviana por las reservas internacionales y porque, por la parte fiscal, el Gobierno ha estado constituyendo un superávit muy voluminoso y tiene lo que se llama en términos técnicos una caja grande para financiar cualquier déficit fiscal que podría presentarse.
Una hipótesis optimista me permite señalar que si la crisis se prolonga por más de 18 meses —porque hay opiniones que indican que durará una década—, ya no tendremos los recursos y la economía sentirá fuertemente los efectos de la crisis mundial.
¿Cómo se sentirán los efectos?
Lamentablemente, en el empleo y probablemente en el tipo de cambio, que tendrá que ajustarse. La gente sentirá que va a tener un dólar más caro.
¿Qué opina sobre el hecho de congelar el tipo de cambio?
Congelando el tipo de cambio se crean muchos riesgos, sobre todo para el sector productivo de la economía, porque la moneda pierde competitividad. Si los países vecinos comienzan a devaluar sus monedas con más impulso, los exportadores sentirán el efecto de la apreciación. Por ejemplo, en la crisis del 99, uno encontraba en Potosí botellas de Coca-Cola argentina, por la ventaja cambiaria. Es decir, las depreciaciones quitan competitividad.
El congelar el tipo de cambio tiene méritos, pero también tiene costos. Habrá que ver si en términos de empleo los efectos son tan graves que obliguen a depreciar.
¿Ésa es una decisión de política monetaria?
En los últimos dos meses, el Banco Central de Bolivia (BCB) prácticamente ya no ha comprado dólares del sistema financiero como lo hacía antes. Más bien está vendiendo, eso está indicando que ya hay un cambio de tendencia. Veremos qué pasa hasta fin de año y sobre todo el 2009.
Hemos dicho que el manejo económico puede ser holgado por las reservas que tenemos, pero no hay que olvidarse que es un año esencialmente político, habrá un referéndum y elecciones presidenciales a fin de año, y eso probablemente afecte la calidad de la política económica.
¿Cuál es el desafío de la política monetaria?
El desafío siempre es estabilizar la inflación o el tipo de cambio, pero en este momento también es muy importante que se preste mucha atención al desempeño del sector financiero que ha estado muy bien. Lo recomendable es que no se tomen medidas que pudiesen perjudicar.
¿Se debe parar la apreciación del boliviano?
Yo tengo la impresión de que se va a parar la apreciación del boliviano por dos razones. Primero, porque las presiones inflacionarias que venían de afuera se han reducido muy fuertemente. Los precios de alimentos y energía que influían han disminuido, se ha ampliado el tipo de cambio para mitigar lo que venía de afuera.
Segundo, y más importante, es que las monedas de casi todos nuestros socios comerciales se han estado depreciando, o hay presiones para que se devalúen. Prácticamente todas las monedas donde el tipo de cambio es flotante se han devaluado. En ese marco yo creo que una cosa es segura: se va a parar lo que la gente llama devaluación del dólar o en todo caso se va a frenar. Tal vez haya algún movimiento, pero mucho más lento que en el pasado.
¿Tendrá que devaluar el boliviano el Banco Central?
Si se va a devaluar el boliviano, dependerá de la política del Banco Central de Bolivia. El hecho de que tenga ocho mil millones de dólares en reservas puede colocar al ente emisor en una situación de congelar el tipo de cambio, que no se mueva, lo que también tiene riesgos, como ya lo hemos dicho, sobre todo si el tipo de cambio comienza a moverse con más impulso en los países vecinos.
¿Qué va a pasar con el euro?
El euro había caído muy fuertemente los últimos dos días (miércoles y jueves pasados). Se observa una recuperación. Hay diferentes análisis sobre su comportamiento que son opuestos, pero mi criterio es que probablemente el euro se estabilice en $us 1,30, es decir, se va a estabilizar ahí con ligeras modificaciones.
¿Qué se debe esperar respecto a las Operaciones de Mercado Abierto (OMA) que ha estado aplicando el BCB, pagando altas tasas de interés para retirar liquidez del mercado?
Yo creo que las Operaciones del Mercado Abierto (OMA) se van a reducir y eso se traducirá en la caída de las tasas de interés que ofrece el Banco Central.
¿Qué pasa con la confianza?
Gran parte de la confianza del sistema bancario está sentada en las reservas del BCB. Si éstas bajan, la gente irá a comprar dólares. Por eso es importante que las reservas se mantengan como está, por eso la palabra clave es la “confianza” y para eso es importante la independencia del BCB.
Desde su punto de vista, el 2009 será un año esencialmente político, lo que podría afectar a la calidad de la política económica. Con respecto a las reservas, sugiere emplear las utilidades como manda la Ley del BCB y advierte que congelar el tipo de cambio del dólar no es del todo bueno porque esto hace menos competitivas las exportaciones.
¿Qué análisis puede hacer sobre la política monetaria?
Hubo una expansión monetaria muy importante en los últimos tres años, que ha sido la contraparte de la fuerte acumulación de reservas internacionales. Con la crisis, ese proceso se va a atenuar; la expansión monetaria será muchísimo menor y la acumulación de reservas también será mucho más lenta.
¿Cómo afectará eso a la balanza de pagos? ¿Es real que estaba gozando de buena salud?
Hemos estado ganando muchas reservas internacionales porque teníamos un superávit muy abultado en la cuenta corriente, en la balanza de pagos, es decir, muchas más exportaciones que importaciones. Pero eso era debido esencialmente a un efecto de precios, a lo que se sumaban las remesas de la emigración tan fuerte de nuestros compatriotas.
Con la crisis, uno puede prever que eso se ha terminado, porque los precios de las materias primas han estado cayendo fuertemente. Entonces, en lugar de tener una situación superavitaria en la balanza de pagos, posiblemente se tenga una situación deficitaria, pero cuyo financiamiento no producirá ninguna dificultad porque tenemos un nivel muy alto de reservas.
¿En qué tiempo prevé que se sentirá el efecto de la crisis?
El 2009 todavía será un año holgado para la economía boliviana por las reservas internacionales y porque, por la parte fiscal, el Gobierno ha estado constituyendo un superávit muy voluminoso y tiene lo que se llama en términos técnicos una caja grande para financiar cualquier déficit fiscal que podría presentarse.
Una hipótesis optimista me permite señalar que si la crisis se prolonga por más de 18 meses —porque hay opiniones que indican que durará una década—, ya no tendremos los recursos y la economía sentirá fuertemente los efectos de la crisis mundial.
¿Cómo se sentirán los efectos?
Lamentablemente, en el empleo y probablemente en el tipo de cambio, que tendrá que ajustarse. La gente sentirá que va a tener un dólar más caro.
¿Qué opina sobre el hecho de congelar el tipo de cambio?
Congelando el tipo de cambio se crean muchos riesgos, sobre todo para el sector productivo de la economía, porque la moneda pierde competitividad. Si los países vecinos comienzan a devaluar sus monedas con más impulso, los exportadores sentirán el efecto de la apreciación. Por ejemplo, en la crisis del 99, uno encontraba en Potosí botellas de Coca-Cola argentina, por la ventaja cambiaria. Es decir, las depreciaciones quitan competitividad.
El congelar el tipo de cambio tiene méritos, pero también tiene costos. Habrá que ver si en términos de empleo los efectos son tan graves que obliguen a depreciar.
¿Ésa es una decisión de política monetaria?
En los últimos dos meses, el Banco Central de Bolivia (BCB) prácticamente ya no ha comprado dólares del sistema financiero como lo hacía antes. Más bien está vendiendo, eso está indicando que ya hay un cambio de tendencia. Veremos qué pasa hasta fin de año y sobre todo el 2009.
Hemos dicho que el manejo económico puede ser holgado por las reservas que tenemos, pero no hay que olvidarse que es un año esencialmente político, habrá un referéndum y elecciones presidenciales a fin de año, y eso probablemente afecte la calidad de la política económica.
¿Cuál es el desafío de la política monetaria?
El desafío siempre es estabilizar la inflación o el tipo de cambio, pero en este momento también es muy importante que se preste mucha atención al desempeño del sector financiero que ha estado muy bien. Lo recomendable es que no se tomen medidas que pudiesen perjudicar.
¿Se debe parar la apreciación del boliviano?
Yo tengo la impresión de que se va a parar la apreciación del boliviano por dos razones. Primero, porque las presiones inflacionarias que venían de afuera se han reducido muy fuertemente. Los precios de alimentos y energía que influían han disminuido, se ha ampliado el tipo de cambio para mitigar lo que venía de afuera.
Segundo, y más importante, es que las monedas de casi todos nuestros socios comerciales se han estado depreciando, o hay presiones para que se devalúen. Prácticamente todas las monedas donde el tipo de cambio es flotante se han devaluado. En ese marco yo creo que una cosa es segura: se va a parar lo que la gente llama devaluación del dólar o en todo caso se va a frenar. Tal vez haya algún movimiento, pero mucho más lento que en el pasado.
¿Tendrá que devaluar el boliviano el Banco Central?
Si se va a devaluar el boliviano, dependerá de la política del Banco Central de Bolivia. El hecho de que tenga ocho mil millones de dólares en reservas puede colocar al ente emisor en una situación de congelar el tipo de cambio, que no se mueva, lo que también tiene riesgos, como ya lo hemos dicho, sobre todo si el tipo de cambio comienza a moverse con más impulso en los países vecinos.
¿Qué va a pasar con el euro?
El euro había caído muy fuertemente los últimos dos días (miércoles y jueves pasados). Se observa una recuperación. Hay diferentes análisis sobre su comportamiento que son opuestos, pero mi criterio es que probablemente el euro se estabilice en $us 1,30, es decir, se va a estabilizar ahí con ligeras modificaciones.
¿Qué se debe esperar respecto a las Operaciones de Mercado Abierto (OMA) que ha estado aplicando el BCB, pagando altas tasas de interés para retirar liquidez del mercado?
Yo creo que las Operaciones del Mercado Abierto (OMA) se van a reducir y eso se traducirá en la caída de las tasas de interés que ofrece el Banco Central.
¿Qué pasa con la confianza?
Gran parte de la confianza del sistema bancario está sentada en las reservas del BCB. Si éstas bajan, la gente irá a comprar dólares. Por eso es importante que las reservas se mantengan como está, por eso la palabra clave es la “confianza” y para eso es importante la independencia del BCB.
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