La considerable disminución de las remesas de bolivianos que viven en el exterior ya comienza a sentirse en varias familias y provoca que la edificación de viviendas y condominios disminuya con lo que el “boom” de la construcción va quedando atrás.
Hugo Nogales, secretario de Conflictos de la Federación de Trabajadores de la Construcción de Cochabamba, dijo que el principal soporte económico para la construcción no sólo en el departamento sino en el país, es el dinero de miles de bolivianos que emigraron a países de Europa, Norteamérica y Asia.
Esas personas viajaron para concretar varios sueños, entre ellos una casa propia porque en el país por los bajos salarios y la falta de empleo no llegaron a juntar el dinero suficiente para adquirir un inmueble.
Pero ahora, dijo el dirigente de la Federación de Trabajadores Constructores, ese sueño se queda trunco por la crisis económica mundial, los ingresos de las personas no son los mismos de hace algunos meses.
“Las remesas que envían los bolivianos desde el exterior a sus familias y que se invierten en la construcción comenzaron a disminuir eso preocupa porque afecta a nuestras fuentes de trabajo”, señaló el dirigente de los constructores.
La falta de capital de inversión hará que varias de las construcciones planeadas se paralicen y otras vayan más lentamente con la disminución consiguiente de mano de obra, maestros albañiles, contramaestres y ayudantes.
Nogales señaló que las construcciones privadas generan cientos de fuentes de trabajo con las que operarios mantienen a sus familias, otros están empleados en las obras públicas de alcaldías, Prefectura y el Gobierno de manera directa.
“Creo que ya no podemos hablar de un ‘boom’ de la construcción, la principal línea de recursos económicos que son las remesas está afectada por la crisis mundial”, aseveró Nogales.
SE ENCARECIERON PRECIOS
Al problema de la baja de remesas del exterior se suma otra, el encarecimiento de los precios de los materiales de la construcción, que paralizó obras y en otros casos obligaron a ambas partes, contratistas y contratados, a modificar los acuerdos.
Esa situación provocó una serie de protestas de parte de los constructores, cuyos costos de operación se encarecían por el alza de los materiales, y solicitaron al Gobierno a modificar algunas normas para viabilizar los contratos.
Después de una serie de reuniones el Ejecutivo cedió en parte y modificó algunos términos de los precios de referencia, situación que no dejó contentos a los constructores porque indicaron que esas modificaciones no bastaban.
Hugo Nogales, secretario de Conflictos de la Federación de Trabajadores de la Construcción de Cochabamba, dijo que el principal soporte económico para la construcción no sólo en el departamento sino en el país, es el dinero de miles de bolivianos que emigraron a países de Europa, Norteamérica y Asia.
Esas personas viajaron para concretar varios sueños, entre ellos una casa propia porque en el país por los bajos salarios y la falta de empleo no llegaron a juntar el dinero suficiente para adquirir un inmueble.
Pero ahora, dijo el dirigente de la Federación de Trabajadores Constructores, ese sueño se queda trunco por la crisis económica mundial, los ingresos de las personas no son los mismos de hace algunos meses.
“Las remesas que envían los bolivianos desde el exterior a sus familias y que se invierten en la construcción comenzaron a disminuir eso preocupa porque afecta a nuestras fuentes de trabajo”, señaló el dirigente de los constructores.
La falta de capital de inversión hará que varias de las construcciones planeadas se paralicen y otras vayan más lentamente con la disminución consiguiente de mano de obra, maestros albañiles, contramaestres y ayudantes.
Nogales señaló que las construcciones privadas generan cientos de fuentes de trabajo con las que operarios mantienen a sus familias, otros están empleados en las obras públicas de alcaldías, Prefectura y el Gobierno de manera directa.
“Creo que ya no podemos hablar de un ‘boom’ de la construcción, la principal línea de recursos económicos que son las remesas está afectada por la crisis mundial”, aseveró Nogales.
SE ENCARECIERON PRECIOS
Al problema de la baja de remesas del exterior se suma otra, el encarecimiento de los precios de los materiales de la construcción, que paralizó obras y en otros casos obligaron a ambas partes, contratistas y contratados, a modificar los acuerdos.
Esa situación provocó una serie de protestas de parte de los constructores, cuyos costos de operación se encarecían por el alza de los materiales, y solicitaron al Gobierno a modificar algunas normas para viabilizar los contratos.
Después de una serie de reuniones el Ejecutivo cedió en parte y modificó algunos términos de los precios de referencia, situación que no dejó contentos a los constructores porque indicaron que esas modificaciones no bastaban.
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