Pese a que el real brasileño se apreció ayer un 0,29% frente al dólar, la moneda en Bolivia se mantiene baja, pues un real equivale a Bs 1,80, es decir, 50 centavos menos que a mediados de 2015, lo cual acentúa el deterioro de la economía fronteriza.
A modo de ejemplo. En Corumbá, un bufet de la mejor comida brasileña se lo encuentra desde 28 reales; el aceite brasileño que inunda el comercio en la frontera boliviana está entre Bs 6,50 y 7,50 el litro; dos kilos de azúcar en Bs 9, un kilo de harina Bs 4 y 4,50, dos kilos de arroz en Bs 5 y 6, una caja de 12 latas de cerveza Skol cuesta Bs 50 etc. De esta manera la gente opta por ir de compras al lado brasileño.
Lo cierto es que la devaluación del real en Brasil impacta en la actividad comercial en Puerto Quijaro y Arroyo Concepción. Las ferias y tiendas se cierran paulatinamente y comienzan a lucir vacías.
Los pocos negocios que permanecen abiertos liquidan sus productos porque ya no llegan los clientes brasileños y sufren la crisis; sin embargo, los gritos permanentes desde inicios de 2015 no logran eco en el Gobierno, señaló la vocera del Comité Interinstitucional de Frontera (CIF), Ligia Lewin de Céspedes.
Adolfo Rau, presidente del Comité Cívico de Puerto Suárez, indicó que la situación económica de la región empeora día a día y el Gobierno no atiende sus demandas.
Informó de que hace una semana una comisión del CIF viajó a La Paz para reunirse con la viceministra de Política Tributaria con el objetivo de que declaren a la zona fronteriza como zona económica especial de desarrollo, pero no recibieron ninguna respuesta positiva.
“El Gobierno no genera empleos, yo invito a las autoridades a venir a la frontera. Los negocios desaparecen y la gente pone a la venta sus casas”, agregó el directivo cívico.
Alta inflación en Brasil
Según testimonio de algunos comerciantes de la feria de Arroyo Concepción, los negocios del centro de Corumbá también ‘rifan’ sus mercancías. Lo que más busca la gente boliviana en el lado brasileño son los productos de la canasta familiar, y luego las sandalias, zapatos y electrodomésticos pues se cotizan a precios más económicos que en los mercados fronterizos de Bolivia.
Cabe recordar que la inflación llegó al 10,67% en Brasil en 2015, su nivel más alto desde 2002, muy por encima de la meta del Gobierno del 4,5%, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
En diciembre, el alza de los precios al consumidor fue de un 0,96%, la más alta para ese mes desde 2002.
En noviembre el índice de precios había avanzado el 1,01%, el mayor aumento para el mismo mes desde 2002
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