26 mayo 2008

Banca móvil transformará el microfinanciamiento

Los actuales modelos bancarios por teléfono celular no han alcanzado todo su potencial.
• El servicio todavía se usa fundamentalmente para realizar pagos, no para otras transacciones bancarias.
En condiciones de mercado adecuadas, la banca móvil podría llegar a una gran cantidad de personas pobres que hoy quedan fuera del sistema financiero formal, según predice un nuevo informe del Grupo Consultivo de Ayuda a la Población más Pobre (CGAP, por sus siglas en inglés), del centro del microfinanciamiento mundial publicado en la página web del Banco Mundial.

El informe titulado The Early Experience with Branchless Banking (Las primeras experiencias con la banca sin sucursales) se basa en investigaciones y observaciones de estudios del CGAP en el campo de la tecnología y el microfinanciamiento e identifica la necesidad de implementar lo siguiente: sistemas de pago que puedan trabajar con muchos proveedores, es decir, que no operen en un sistema cerrado; regulación de las transacciones en términos proporcionales; y creación de redes de agentes de gestión de efectivo (como oficinas de correo o comerciantes locales) que puedan trabajar con muchos proveedores, en lugar de las redes cerradas que hoy existen en países como Brasil.

“Las fuerzas del mercado están bajando los costos. En Filipinas, vemos que el costo de una transacción a través del teléfono celular o del cajero automático es apenas el 20% del costo de una visita tradicional a una sucursal bancaria”, dijo Gautam Ivatury, Director del Programa Tecnológico del CGAP y coautor del informe.

A pesar del ahorro en costos, no ha sido posible explotar plenamente el potencial de la banca móvil para los pobres.

“Calculamos que a nivel mundial, menos de uno de cada 10 clientes bancarios a través de la telefonía móvil es pobre, es un nuevo cliente bancario o realiza algo más que sólo pagos y transferencias”, dijo.

Transferencias versus ahorros

El informe dice que los usuarios hacen más pagos y transferencias que otro tipo de servicios bancarios más complejos como créditos y ahorros, en parte porque los proveedores concentran sus esfuerzos de comercialización en los primeros dos.

En particular, los operadores de telefonía móvil prefieren promover los servicios de pago y no la capacidad de guardar dinero virtualmente, porque los servicios de pago se ajustan mejor a su modelo tradicional de ingresos (por minuto o mensaje).

Algunos de esos operadores sostienen que si promocionaran la capacidad de sus servicios bancarios móviles para tomar depósitos, entrarían en conflicto con las aprobaciones recibidas de los reguladores del sector bancario.

“Cuando se trata de llegar a los pobres que están fuera del alcance del sector financiero formal, la realidad de la banca telefónica móvil no se ajusta al potencial. Mucho menos a la publicidad exagerada, al menos no todavía”, dijo el asesor del CGAP y coautor del informe, Ignacio Mas.

“Vemos que hay oportunidades para los proveedores de servicios que actúen con rapidez para crear nuevos productos, en especial si logran establecer redes compartidas de agentes de gestión de efectivo para cubrir el ‘último kilómetro’ de la prestación de servicios”, explicó.

Oportunidades de crecimiento

Una alternativa para desarrollar la banca sin sucursales se basa en recurrir a redes de agentes compartidos, medida que permitiría a los bancos dejar atrás las restricciones que impone la ubicación y les daría la posibilidad de competir por la captación de clientes en cualquier lugar sobre la base del diseño del producto, la comercialización y la marca.

En lugar de utilizar agentes exclusivos para gestionar las necesidades de liquidez de los clientes, se agruparía la liquidez de todos los agentes de un mismo lugar para que presten servicios a cualquier cliente. De esta manera, este modelo de banca sería más eficiente y requeriría un mínimo apoyo crediticio.

Sin ese nivel adicional de beneficios, es poco probable que la banca sin sucursales sea viable para los proveedores, en especial en las zonas rurales, donde existen pocos agentes y el transporte de dinero tiene un alto costo.

Sin embargo, para que esa posibilidad pueda concretarse, es necesario cambiar las regulaciones bancarias, los modelos comerciales de la industria y las estrategias comerciales utilizadas por los diversos proveedores de servicios financieros.

En la actualidad, el crecimiento de la banca sin sucursales enfrenta el desafío de superar la reticencia de los bancos a involucrarse en esta modalidad, como también reglas obsoletas o inadecuadas, según el informe.

Eso ocurre a pesar de los múltiples beneficios de la banca sin sucursales: comodidad, mayor seguridad y menores costos para los clientes.

Por ejemplo, el costo de funcionamiento de una sucursal bancaria es de 28.000 dólares mensuales en Pakistán, mientras que un agente de un negocio de barrio que gestiona el efectivo por cuenta del banco sólo cuesta 1.400 dólares.

El rol que le cabe a las autoridades

En aquellos casos en que las condiciones de mercado no están impulsando la prestación de una gama de servicios bancarios más amplia, como créditos y ahorros, tanto las autoridades responsables como quienes propugnan mayor acceso a servicios financieros pueden desempeñar una función importante.

“No es de extrañar que los pobres no adopten las tecnologías en sus primeras etapas. Con frecuencia se debe a la experiencia personal, y también a que este grupo representa un menor potencial de ingresos para los proveedores”, dice Ivatury.

“Ello dificulta la labor de los gobiernos y donantes que desean focalizar los servicios financieros en los pobres”, en su empeño por mejorar las condiciones de vida mediante un mayor acceso al financiamiento.

Conferencia sobre banca móvil

Los problemas abordados en el informe se presentaron en una conferencia sobre la banca a través de la telefonía móvil a mediados de este mes en El Cairo, Egipto. Se trató de la primera reunión internacional enfocada en la prestación de servicios financieros a través de teléfonos móviles que congregó a 500 líderes del ámbito de las finanzas, las telecomunicaciones y la comunidad del desarrollo. La Cumbre de la banca móvil fue organizada conjuntamente por el CGAP, la Asociación GSM que representa a más de 700 operadores de redes móviles, el Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés).

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