Un hombre y una mujer que se hicieron pasar por funcionarios del Banco Mercantil Santa Cruz sustrajeron 43.000 dólares y 22.000 bolivianos en efectivo a un cliente, ayer a las 11.30, en la oficina central de la entidad (calle Junín), donde debía depositar dicho monto.
De acuerdo con el reporte de la Policía, el afectado, miembro de una empresa privada y acostumbrado a realizar transacciones en la mencionada institución, supuestamente cayó en el engaño de la pareja dentro del edificio, donde los ladrones le preguntaron si él era la persona que debía depositar el dinero, a lo cual la víctima respondió que sí y, por lo tanto, le indicaron que ellos le iban a recibir el monto en la bóveda. Acto seguido, lo condujeron a un ambiente donde había un escritorio vacío, lejos de las cajas habituales y, mientras le hacían llenar unos formularios, desaparecieron. El hombre esperó un buen rato por los falsos funcionarios y después se dio cuenta de que había sido víctima de una tramoya.
La desesperación cundió en el hombre, quien dio parte a los funcionarios del banco y posteriormente a la Policía, que acudió al lugar y patrulló los alrededores en busca de los delincuentes, cuyas imágenes han quedado grabadas por cámaras de video del sistema de seguridad.
El fiscal Joadel Bravo, el investigador el caso, dijo que ya solicitó el video para analizar las circunstancias de cómo sucedió este hurto.
Este hecho se suma a otro ocurrido en días recientes en el mismo banco cuando una mujer cobró dos cheques endosados a su nombre por un monto de 20.000 bolivianos. Luego se descubrió que los documentos eran de una amiga suya de quien los había sustraído aprovechándose de su confianza.
La Fiscalía, mediante un requerimiento, consiguió que la entidad financiera le proporcionara las imágenes del caso.
De acuerdo con el reporte de la Policía, el afectado, miembro de una empresa privada y acostumbrado a realizar transacciones en la mencionada institución, supuestamente cayó en el engaño de la pareja dentro del edificio, donde los ladrones le preguntaron si él era la persona que debía depositar el dinero, a lo cual la víctima respondió que sí y, por lo tanto, le indicaron que ellos le iban a recibir el monto en la bóveda. Acto seguido, lo condujeron a un ambiente donde había un escritorio vacío, lejos de las cajas habituales y, mientras le hacían llenar unos formularios, desaparecieron. El hombre esperó un buen rato por los falsos funcionarios y después se dio cuenta de que había sido víctima de una tramoya.
La desesperación cundió en el hombre, quien dio parte a los funcionarios del banco y posteriormente a la Policía, que acudió al lugar y patrulló los alrededores en busca de los delincuentes, cuyas imágenes han quedado grabadas por cámaras de video del sistema de seguridad.
El fiscal Joadel Bravo, el investigador el caso, dijo que ya solicitó el video para analizar las circunstancias de cómo sucedió este hurto.
Este hecho se suma a otro ocurrido en días recientes en el mismo banco cuando una mujer cobró dos cheques endosados a su nombre por un monto de 20.000 bolivianos. Luego se descubrió que los documentos eran de una amiga suya de quien los había sustraído aprovechándose de su confianza.
La Fiscalía, mediante un requerimiento, consiguió que la entidad financiera le proporcionara las imágenes del caso.
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