08 agosto 2009

Deuda contraída por Evo subió a $us 2.550 millones en 3 años


La Prensa



Entre 2006 y 2009, la administración del presidente Evo Morales contrató deuda externa por 2.550,2 millones de dólares. Del saldo a junio, el 61 por ciento es de carácter comercial y el principal acreedor es la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Se trata de recursos que cuando se termine de desembolsar se sumarán al remanente adeudado de mediano y largo plazo hasta el primer semestre que asciende a 2.486,3 millones de dólares.

De este saldo, el 74,4 por ciento es multilateral, originado en préstamos de organismos internacionales, y el 25,6 por ciento es bilateral, es decir, contraído con países amigos.

Datos oficiales publicados por el Banco Central de Bolivia (BCB) dan cuenta de que los montos gestionados con organismos multilaterales y bilaterales en 2006 alcanzaron los 157,1 millones de dólares.

En 2007 se elevaron a 1.056,6 millones de dólares y en la gestión pasada a 1.209,6 millones. En el primer semestre de este año sólo se adquirió 126,9 millones.

Sin embargo, de los montos contratados en tres años de gestión, los desembolsos sólo llegaron a 1.115,2 de dólares.

En comparación, la gestión de los ex presidentes Hugo Banzer y Jorge Quiroga (1997-2002) contrató 1.924,8 millones de dólares. En la administración gubernamental de los ex presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez Veltzé (2002-2005) se contrataron 2.426,2 millones de dólares.

En el periodo comparado, el déficit fiscal se había descontrolado al superar el 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Gracias a la condonación de organismos multilaterales de crédito, las obligaciones se redujeron de un saldo superior a los 4.900 millones de dólares en 2005 a 2.000 millones en 2007.

Los datos del BCB, sin embargo, muestran hoy una composición diferente. El 61,1 por ciento, es decir, 1.518,1 millones de dólares, está en condiciones comerciales, o sea que se deben amortizar en plazos más cortos y con una tasa de interés variable que puede llegar al 8 por ciento. Sólo el 38,9 por ciento, equivalente a 968,3 millones de dólares, se encuentra en términos concesionales que tienen una tasa de interés de 2 por ciento, un plazo de 40 años y periodos de gracia en que sólo se amortiza el capital.

Bolivia dejó de ser considerada por los organismos internacionales un país pobre luego de beneficiarse del perdón de la deuda multilateral apoyado por las gestiones de los países ricos.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) condonó 1.171 millones de dólares (1/enero/ 2007), el Banco Mundial 1.511,3 millones (1/julio/2006) y el Fondo Monetario Internacional 232,5 millones (6/enero/2006). Antes de que Bolivia recibiera este beneficio, la concesionalidad alcanzaba el 67 por ciento.

Según el BCB, en términos de plazos, 1.577,9 millones (64 por ciento) han sido contratados con plazos de 11 a 30 años, 725,5 millones para más de 30 años (29 por ciento) y 183 millones (7 por ciento) hasta diez años.

Los principales acreedores del país son la CAF (51 por ciento) y el BID (27 por ciento) y demandan el 78 por ciento del servicio.

Hasta junio, entre las instituciones ejecutoras de los desembolsos externos para los distintos proyectos del sector público, la Administradora Boliviana de Carreteras recibió el mayor flujo de fondos, 54 millones de dólares, y alcanzó una participación del 44,4 por ciento; Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, 23 millones de dólares (19 por ciento) y el municipio de La Paz, 10,9 millones de dólares (9 por ciento).

Las obligaciones bilaterales pasaron de 624 a 637,2 millones de dólares entre diciembre del año pasado y junio de este año.

Los acreedores bilaterales más importantes son Venezuela, con 252,3 millones (10 por ciento); Brasil, con 107,7 millones (4,2 por ciento), y España, con 100,4 millones (3,9 por ciento).

Cuestionamientos

Para el ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez, es ilógico que el Gobierno haya contratado más deuda si en los tres últimos años logró un superávit fiscal.

La necesidad de prestarse recursos del exterior se da cuando los Estados precisan financiar el desbalance entre ingresos y gastos (déficit fiscal).

Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas, el país alcanzó un superávit de 4,5 por ciento en 2006, de 1,7 por ciento en 2007, de 3,2 por ciento en 2008 y de 2,1 por ciento en junio de este año.

El ex ministro de Hacienda Waldo Gutiérrez opinó que el Tesoro General de la Nación (TGN) nunca dejó de necesitar recursos para cubrir sus gastos en salarios del sector público, pensiones, servicio de la deuda y subvención a las universidades.

Recordó que la descentralización de recursos provenientes de la renta petrolera en favor de las regiones sin ninguna transferencia de competencias le restó ingresos al TGN, que aún debe cargar los principales gastos y precisa endeudarse.

Lo irónico, en criterio de Gutiérrez, es que los recursos que llegan a la regiones, lejos de invertirse, se encuentran en caja y bancos y esta inmovilidad explica el superávit fiscal.

Además, la bonanza observada en los años recientes fue coyuntural, gracias a los elevados precios de las materias primas, entre ellas minerales y gas natural, y no se repetirá.

Agregó que lo importante será que los nuevos recursos contratados por el Gobierno en el exterior se inviertan adecuadamente y se fiscalicen. Esto con el objetivo de que apoyen al desarrollo.

YPFB, un deudor más

En 2008, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) pasó a convertirse en un deudor más en los saldos de las obligaciones externas del país por las importaciones de diésel desde Venezuela.

Según el Banco Central de Bolivia (BCB), la deuda de corto plazo por este concepto al 30 de junio de este año llegó a 74,2 millones de dólares.

El mes pasado se conoció que Bolivia importa gasolina de Chile y diésel de Venezuela, Argentina y Brasil, y desde mayo, también GLP argentino para satisfacer la demanda interna.

De acuerdo con datos de YPFB, las compras de diésel del exterior equivalen al 50 por ciento de la demanda mensual de 100.000 metros cúbicos.

El país necesita recurrir a las importaciones debido a que la oferta interna de líquidos es insuficiente para atender el mercado interno.

El promedio de producción en mayo de este año fue de 43.030 barriles, 3.000 barriles menos que un año antes.

Más datos

Los principales acreedores del país con la CAF, el BID, Venezuela, Brasil y España.

El país debe pagar mensualmente capital e intereses por las obligaciones contraídas.

Bolivia contrata recursos externos principalmente para financiar obras públicas.

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