América Latina y el Caribe recibirán unos $us 62.000 millones en remesas de sus emigrados en el 2009, una reducción de 11% en comparación con el año pasado, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el centro de análisis Diálogo Interamericano.
Un comunicado de prensa del BID, publicado ayer en su página web, da cuenta de que la estimación refleja el impacto de la crisis económica global en los trabajadores emigrados de esta región, que en su mayoría viven en países industrializados que han sufrido recesiones, como los Estados Unidos, España y Japón.
“La crisis claramente está limitando la capacidad de los emigrados para enviar dinero a sus países de origen”, dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno. “Sin embargo, las remesas han caído menos que otros flujos financieros privados a la región, dado que los emigrados siguen haciendo sacrificios para ayudar a sus familias”.
La estimación se basa en las conclusiones de un informe elaborado por Manuel Orozco del Interamerican Dialogue, un centro de estudios de Washington, en colaboración con especialistas en remesas del FOMIN, Natasha Bajuk y Gregory Watson. El FOMIN depende del BID.
El informe reúne datos de una encuesta encargada por el FOMIN entre 1.350 emigrados latinoamericanos y caribeños, realizada entre marzo y junio, combinados con investigación de escritorio y análisis estadístico de patrones de migración y desempleo. Las conclusiones del nuevo informe están en línea con el análisis del FOMIN de datos de bancos centrales sobre ingresos por remesas. Según estas fuentes oficiales, las remesas cayeron 15% en el segundo trimestre del 2009, comparadas con el mismo período del año pasado.
DATOS
Bolivia • Las remesas enviadas por los inmigrantes sumaron $us 400,3 millones entre enero y mayo pasados, lo que supone una caída del 9,24% en relación a igual período del 2008.
Desempleo • El estudio señala que incluso las personas que han perdido sus empleos siguen enviado dinero a sus países de origen, generalmente recurriendo a sus ahorros.
Un comunicado de prensa del BID, publicado ayer en su página web, da cuenta de que la estimación refleja el impacto de la crisis económica global en los trabajadores emigrados de esta región, que en su mayoría viven en países industrializados que han sufrido recesiones, como los Estados Unidos, España y Japón.
“La crisis claramente está limitando la capacidad de los emigrados para enviar dinero a sus países de origen”, dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno. “Sin embargo, las remesas han caído menos que otros flujos financieros privados a la región, dado que los emigrados siguen haciendo sacrificios para ayudar a sus familias”.
La estimación se basa en las conclusiones de un informe elaborado por Manuel Orozco del Interamerican Dialogue, un centro de estudios de Washington, en colaboración con especialistas en remesas del FOMIN, Natasha Bajuk y Gregory Watson. El FOMIN depende del BID.
El informe reúne datos de una encuesta encargada por el FOMIN entre 1.350 emigrados latinoamericanos y caribeños, realizada entre marzo y junio, combinados con investigación de escritorio y análisis estadístico de patrones de migración y desempleo. Las conclusiones del nuevo informe están en línea con el análisis del FOMIN de datos de bancos centrales sobre ingresos por remesas. Según estas fuentes oficiales, las remesas cayeron 15% en el segundo trimestre del 2009, comparadas con el mismo período del año pasado.
DATOS
Bolivia • Las remesas enviadas por los inmigrantes sumaron $us 400,3 millones entre enero y mayo pasados, lo que supone una caída del 9,24% en relación a igual período del 2008.
Desempleo • El estudio señala que incluso las personas que han perdido sus empleos siguen enviado dinero a sus países de origen, generalmente recurriendo a sus ahorros.
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