¿Cómo se puede sobrevivir al Darwinismo Digital? Es la pregunta que los ejecutivos del Banco de Crédito de Perú (BCP), el mayor del vecino país, pretenden responder rápidamente ante los cambios acelerados que la tecnología está provocando en el mundo y en la forma de vida de las personas.
Es así que se han puesto como reto reinventar el tradicional banco que nació en 1889, para convertirlo en uno moderno y totalmente digital.
La tarea no es fácil, pero hace poco emprendieron la carrera e instalaron en su gigantesco centro de operaciones de La Molina, en Lima, tres laboratorios de innovación. Allí 50 jóvenes, vestidos con jeans y poleras, crean productos financieros fáciles de acceder a través de las tablets o de los teléfonos celulares.
“Estamos absolutamente convencidos que la siguiente generación de clientes es la que ha nacido en el mundo de internet y su manera de interactuar es y será a través de medios móviles, y para eso tenemos que estar preparados”, afirma el gerente general del BCP, Walter Bayly Llona, un banquero y empresario peruano, que junto a los ejecutivos de la entidad financiera han decidido confiar el futuro del nuevo banco a jóvenes talentosos y expertos en sistemas.
Ese equipo de jóvenes ya ha creado algunos productos que, en corto tiempo, obtuvieron un alto índice de satisfacción en los clientes del banco.
Por ejemplo, el 16 de febrero de este año lanzaron al mercado un programa para que los clientes puedan abrir una cuenta bancaria sin necesidad de hacer fila o tener contacto con un funcionario de la entidad. La operación se traduce en tomar una tablet y llenar los datos personales, tarea que lleva un promedio de tres minutos, asegura Adriana Bonifaz, una joven peruana que es parte del singular equipo.
Así como este producto, el BCP quiere poner otros al mercado para que sus clientes puedan operar de forma rápida y segura.
La idea es ponerse en el lugar del cliente, qué quiere, cómo quiere y en cuanto tiempo lo quiere.
Es así que el equipo de los jóvenes innovadores crea cada uno de sus productos junto a un equipo multidisciplinario, estudiando primero al cliente para luego adecuarse a sus necesidades.
Pero los cambios del BCP van más allá. Bayly asegura que a futuro también habrá cambios en el personal.
“Ninguno de los ejecutivos serán los mismos a futuro, seremos historia (ríe). Realmente el perfil de las personas que trabajen en el futuro será diferente, gente que trabaje en entornos diferentes”, agrega el ejecutivo e indica que dentro de poco la gente no comparará al BCP con sus competidores similares, sino con empresas como Amazon, Uber u otras que son completamente digitales.
Los cambios que comenzaron a realizarse en Perú también se harán en la filial de Bolivia.
Bayly admite que por ahora están entre la primera y la segunda etapa del proceso de cambio que decidieron emprender al inicio de este año. Sin embargo, está seguro que avanzarán aceleradamente para estar a tono con los avances de la tecnología.
Para alcanzar ese objetivo decidieron realizar fuertes inversiones, que aunque no revela el monto, indica que son millonarias.
Este tipo de inversiones lo hace con gusto, en el fondo no lo hacemos porque simplemente nos guste la tecnología, sino porque queremos mejorar la experiencia del cliente”.
El Banco de Crédito BCP opera en el Perú desde 1889 como Banco Italiano y a partir de 1941 como Banco de Crédito del Perú. El BCP es una institución sólida, cuya vocación y principios la han hecho líder indiscutible del mercado peruano.
La entidad financiera, tanto la del Perú como la de Bolivia, forma parte del grupo Credicorp, uno de los conglomerados financieros más importantes de Latinoamérica, que combina los negocios bancarios del BCP y del Atlantic Security Bank con los negocios de seguros de Pacífico Peruano Suiza, la empresa más grande del Perú en su rubro.
Las acciones de Credicorp están inscritas en la Bolsa de Valores de Nueva York, lo que le permite acceder con facilidad a los mercados de capitales internacionales, según el portal oficial del banco.
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