El Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) presume que al menos 1.200 ganaderos, de los casi 30 mil que existen en Beni y Santa Cruz, evaden tributos. Aportan en el Régimen Agrario Unificado (RAU), para los pequeños propietarios, cuando les corresponde el Régimen General, para grandes contribuyentes.
Carlos Quaino, presidente de la Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni), la mayor organización del rubro en el país, admitió que buena parte de sus afiliados tributa en el RAU y que no emite facturas por la comercialización de la carne. “Nosotros estamos en el simplificado, pero de todas maneras se paga un impuesto por la tierra y a la Alcaldía, por los domicilios que tenemos. Como el animal se vende al consumidor, también se paga un tributo a la transformación de la carne y además pagamos para comprar los insumos para producir este alimento”.
Según el SIN, cualquier productor que posea encima de 50 mil cabezas de ganado debe tributar en el Régimen General; es decir, tiene que emitir facturas además de pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto a las Transacciones (IT) y el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE). En cambio, bajo el RAU, sólo se paga un monto anual que varía según la categoría, entre 500 y tres mil bolivianos.
Sólo pueden pertenecer al RAU los que tienen un hato por debajo de las 50 mil cabezas de ganado. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), cada productor puede tener hasta cinco cabezas de ganado por hectárea y en función de la carga animal se define el tipo de propiedad que se posee.
Las posibilidades son las siguientes: pequeña, de una a 500 hectáreas; mediana, de 500 a 2.500, y hacia arriba de ese número se considera el hato de las grandes empresas.
La Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni) cuenta con 29 asociaciones, en las cuales existen en total unos 10 mil afiliados. Según Quaino, el 80 por ciento son pequeños (de una a 500 cabezas de ganado), los medianos representan el 15 por ciento, y los grandes son los menos. Se calcula que Fegasacruz tiene unos 20 mil miembros.
Hace tres días, La Prensa informó que la gerente nacional de Fiscalización del SIN, Marlene Ardaya, inició un proceso de indagación en el sector porque detectó que ganaderos “grandes” tributaban como “chicos” y que éstos no entregaban notas fiscales a los carniceros.
La experta explicó ayer que una vez que se corrobore la información con todas las pruebas del caso, el fisco enviará una carta a los ganaderos para recategorizarlos de forma voluntaria. El proceso dura entre 10 y 20 días. Si luego de este tiempo los notificados no responden, la entidad puede anotarlos en forma directa por renuencia a la norma.
Quaino informó a este diario que era una buena idea realizar las investigaciones antes de “hablar sin conocimiento de causa”. “Yo sé que el propósito es atacar a los productores en el ámbito nacional, pero me parece que es bueno mostrar qué aportamos nosotros y qué aporta el Gobierno”.
En cambio, dijo a El Deber de Santa Cruz que “la autoridad de impuestos lea y se instruya, pues los ganaderos, pese a no contar con el apoyo, trabajan”.
Más datos
Impuestos asegura que la fiscalización se hará en Santa Cruz, Beni y La Paz.
La entidad indaga sobre si los ganaderos pagan o no 500 y 600 bolivianos al año.
Se presume que ocho frigoríficos de Santa Cruz protegen a los productores.
Con el cambio de régimen, tendrán que tener un Número de Identificación Tributaria.
Luego deberán emitir facturas a todos sus clientes para que descarguen la compra.
Actualmente, comercializan grandes cantidades de carne sin emitir notas fiscales.
Carlos Quaino, presidente de la Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni), la mayor organización del rubro en el país, admitió que buena parte de sus afiliados tributa en el RAU y que no emite facturas por la comercialización de la carne. “Nosotros estamos en el simplificado, pero de todas maneras se paga un impuesto por la tierra y a la Alcaldía, por los domicilios que tenemos. Como el animal se vende al consumidor, también se paga un tributo a la transformación de la carne y además pagamos para comprar los insumos para producir este alimento”.
Según el SIN, cualquier productor que posea encima de 50 mil cabezas de ganado debe tributar en el Régimen General; es decir, tiene que emitir facturas además de pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto a las Transacciones (IT) y el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE). En cambio, bajo el RAU, sólo se paga un monto anual que varía según la categoría, entre 500 y tres mil bolivianos.
Sólo pueden pertenecer al RAU los que tienen un hato por debajo de las 50 mil cabezas de ganado. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), cada productor puede tener hasta cinco cabezas de ganado por hectárea y en función de la carga animal se define el tipo de propiedad que se posee.
Las posibilidades son las siguientes: pequeña, de una a 500 hectáreas; mediana, de 500 a 2.500, y hacia arriba de ese número se considera el hato de las grandes empresas.
La Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni) cuenta con 29 asociaciones, en las cuales existen en total unos 10 mil afiliados. Según Quaino, el 80 por ciento son pequeños (de una a 500 cabezas de ganado), los medianos representan el 15 por ciento, y los grandes son los menos. Se calcula que Fegasacruz tiene unos 20 mil miembros.
Hace tres días, La Prensa informó que la gerente nacional de Fiscalización del SIN, Marlene Ardaya, inició un proceso de indagación en el sector porque detectó que ganaderos “grandes” tributaban como “chicos” y que éstos no entregaban notas fiscales a los carniceros.
La experta explicó ayer que una vez que se corrobore la información con todas las pruebas del caso, el fisco enviará una carta a los ganaderos para recategorizarlos de forma voluntaria. El proceso dura entre 10 y 20 días. Si luego de este tiempo los notificados no responden, la entidad puede anotarlos en forma directa por renuencia a la norma.
Quaino informó a este diario que era una buena idea realizar las investigaciones antes de “hablar sin conocimiento de causa”. “Yo sé que el propósito es atacar a los productores en el ámbito nacional, pero me parece que es bueno mostrar qué aportamos nosotros y qué aporta el Gobierno”.
En cambio, dijo a El Deber de Santa Cruz que “la autoridad de impuestos lea y se instruya, pues los ganaderos, pese a no contar con el apoyo, trabajan”.
Más datos
Impuestos asegura que la fiscalización se hará en Santa Cruz, Beni y La Paz.
La entidad indaga sobre si los ganaderos pagan o no 500 y 600 bolivianos al año.
Se presume que ocho frigoríficos de Santa Cruz protegen a los productores.
Con el cambio de régimen, tendrán que tener un Número de Identificación Tributaria.
Luego deberán emitir facturas a todos sus clientes para que descarguen la compra.
Actualmente, comercializan grandes cantidades de carne sin emitir notas fiscales.
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