La elaboración del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2009 está demorada debido a que, por la crisis financiera, el Ministerio de Hacienda deberá revisar las proyecciones que había realizado, informó ayer Luis Alberto Arce, ministro de Hacienda.
La autoridad sostuvo que este año no se sentirá el efecto en términos reales (precios, exportaciones) de la crisis financiera en Estados Unidos, que el lunes alcanzó su punto más crítico con la caída de las principales bolsas del mundo.
Explicó que, ante lo ocurrido, los cambios correspondientes se deben incorporar en el PGN. “Es por eso que nos está retrasando el trabajo porque teníamos unas proyecciones de precios del petróleo, de las exportaciones. Ahora tenemos que revisarlas con este último acontecimiento”.
Agregó que se tiene instrumentos de política monetaria, fiscal, cambiaria y arancelaria, que pueden emplearse de inmediato para disminuir el efecto que pudiera tener la crisis en el país. “Sin embargo, antes de utilizar estos instrumentos, tenemos que hacer la evaluación del verdadero impacto para no hacer una exagerada política de protección antes de que ocurra el fenómeno, que podría desacelerar la economía nacional”.
La autoridad señaló que se hará evaluaciones permanentes a lo que suceda en el ámbito internacional y a las acciones de los países vecinos. Afirmó que los indicadores en la región son positivos, “lo que nos da una esperanza de que el efecto no pudiera ser tan grave como en el pasado”. Indicó que el panorama para el país “no es tan grave” y que la disminución de las remesas dependerá de la magnitud de la crisis. “Va a haber efectos, sin duda, pero no van a ser sustanciales por el momento”.
Añadió que la repercusión se podría sentir en el primer o segundo trimestre del 2009, si la crisis se profundiza, la desaceleración es crónica y las medidas que aplique el Gobierno de EEUU no logran ralentizar la pérdida de poder en el aparato productivo estadounidense.
La autoridad sostuvo que este año no se sentirá el efecto en términos reales (precios, exportaciones) de la crisis financiera en Estados Unidos, que el lunes alcanzó su punto más crítico con la caída de las principales bolsas del mundo.
Explicó que, ante lo ocurrido, los cambios correspondientes se deben incorporar en el PGN. “Es por eso que nos está retrasando el trabajo porque teníamos unas proyecciones de precios del petróleo, de las exportaciones. Ahora tenemos que revisarlas con este último acontecimiento”.
Agregó que se tiene instrumentos de política monetaria, fiscal, cambiaria y arancelaria, que pueden emplearse de inmediato para disminuir el efecto que pudiera tener la crisis en el país. “Sin embargo, antes de utilizar estos instrumentos, tenemos que hacer la evaluación del verdadero impacto para no hacer una exagerada política de protección antes de que ocurra el fenómeno, que podría desacelerar la economía nacional”.
La autoridad señaló que se hará evaluaciones permanentes a lo que suceda en el ámbito internacional y a las acciones de los países vecinos. Afirmó que los indicadores en la región son positivos, “lo que nos da una esperanza de que el efecto no pudiera ser tan grave como en el pasado”. Indicó que el panorama para el país “no es tan grave” y que la disminución de las remesas dependerá de la magnitud de la crisis. “Va a haber efectos, sin duda, pero no van a ser sustanciales por el momento”.
Añadió que la repercusión se podría sentir en el primer o segundo trimestre del 2009, si la crisis se profundiza, la desaceleración es crónica y las medidas que aplique el Gobierno de EEUU no logran ralentizar la pérdida de poder en el aparato productivo estadounidense.
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