La economía boliviana enfrentará en 2010 cuatro problemas : caída de ingresos fiscales, presiones por una mayor aumento salarial, más desempleo y disminución de las exportaciones por falta de mercados.
Así lo analizaron cuatro especialistas en distintos sectores de la economía nacional.
Según el Presupuesto General del Estado (PGE), para 2010, los ingresos del país caerán en 12 por ciento: en esta gestión se obtuvieron 12.737 millones de bolivianos, el próximo disminuirá a 11.163 millones.
Esto, debido al menor precio del barril de petróleo, proyectado a 61,5 dólares.
El ex secretario general de los mineros medianos y analista macroeconómico Rolando Jordán dijo que terminó el periodo de bonanza económica y empieza el de escasez, “en el que el Gobierno debe llevar adelante políticas (económicas) más serias y sostenibles”.
Esto porque el precio de las materias primas (petróleo, zinc, estaño, soya y sus derivados) en el exterior no subirán. Es más, la tendencia es a la baja, por lo tanto, los ingresos del país serán inferiores a los gastos comprometidos por el Estado.
El Órgano Ejecutivo creó en los anteriores cuatro años una serie de bonos para incrementar la disponibilidad de recursos directos en los ciudadanos, por ejemplo, el Bono Juancito Pinto, para niños en edad escolar; la Renta Dignidad, dirigida a los ancianos mayores de 60 años, y el Bono Juana Azurduy, a las madres.
Estos beneficios sociales se financian directamente con los ingresos de la actividad petrolera, que el próximo año sufrirán una disminución respecto de 2009 por la menor cotización internacional del petróleo.
Jordán explicó que para cubrir estas subvenciones, el Gobierno acudirá a las Reservas Internacionales Netas (RIN), que suman 8.500 millones de dólares, y al crédito interno y externo.
Esto último puede hacer subir el déficit anunciado del 4,9 por ciento en 2009.
El economista Julio Linares explicó que el Ejecutivo hizo un cálculo más cauto sobre los ingresos en comparación a 2009, por lo tanto se espera que los fondos disponibles sean similares.
Sin embargo, hay una baja que afectará la ejecución de proyectos nuevos que quieran desarrollar municipios o prefecturas para impulsar su desarrollo.
El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, explicó que son dos factores los que inciden en un crecimiento sostenido y real de la economía: la inversión y los mercados, que están vinculados porque la producción generada necesita venderse.
Su impulso dependerá de las políticas públicas de apoyo al sector exportador, que se vio perjudicado este año con el tipo de cambio fijo o la prohibición al comercio externo de algunos alimentos.
Agregó que en 2010 todo apunta a un descenso de las exportaciones debido a que los mercados alternativos para las manufacturas no funcionan.
Argentina y Brasil continúan aplicando medidas proteccionistas de su industria, a pesar de la firma de acuerdos bilaterales para comprar 30 millones de dólares en textiles nacionales.
Tanto Rodríguez como Jordán aseguraron que el mercado interno es reducido para sostener un incremento de la producción manufacturera, que además debe competir con importaciones baratas debido a la política monetaria y al contrabando.
En el PGE de 2010, el Gobierno destinó el mayor porcentaje de su inversión pública a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), 600 millones de dólares, que representan un poco más del 30 por ciento del total.
El especialista en temas laborales Rolando Eróstegui dijo que este rubro no es generador de empleo, por lo que esta inversión no incidirá en mayor trabajo.
Explicó que tampoco se verá un repunte de la manufactura, porque no hay una recuperación de mercados de venta.
Los salarios enfrentarán al Gobierno a presiones sociales porque un incremento mayor al 5 por ciento anunciado no será sostenible con los recursos que tiene, puesto que se debe tomar en cuenta que es el Estado el mayor empleador, entonces es quien tendrá que disponer del presupuesto y no el sector privado.
Los fabriles demandan un aumento de al menos 12 por ciento en 2010, mientras que el sector salud pide un ajuste mayor, y los maestros, un salario que equilibre el costo de una canasta de alimentos.
La política de subvención (bonos) requerirá de endeudamiento.
Regiones serán afectadas
Los municipios y las prefecturas se verán afectados en la generación de nuevos proyectos por la baja en sus ingresos sufrido en 2009 y que se mantiene en 2010, según la proyección del Presupuesto General del Estado (PGE).
El economista y especialista en temas municipales Julio Linares explicó que debido a la baja en un 14 por ciento en la coparticipación tributaria (impuestos) y del 20 por ciento en el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) suscitado en 2009, las regiones tuvieron que reprogramar sus proyectos por falta de recursos, especialmente las más pequeñas.
Estas obras serán asumidas en 2010 porque fueron comprometidas ante la población, situación que, sumado a la baja de ingresos nacionales prevista para el próximo año, no permitirán programar nuevos proyectos grandes.
En 2009, el PGE calculó 12.737 millones de bolivianos para prefecturas y municipios, basados en una cotización del barril de petróleo de 73,5 dólares. En 2010, el ingreso caerá en 12 por ciento, 11.163 millones de bolivianos.
Sólo la construcción crecerá
En 2010, sólo el sector de la construcción tiene perspectivas de crecimiento, la minería y los hidrocarburos se verán afectados por las bajas cotizaciones y la falta de inversión; la industria manufacturera enfrentará la falta de mercados.
Así lo analizó el economista Rolando Jordán, quien dijo que sólo con un boom de la construcción se podrá lograr alcanzar el 4,5 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que calculó el Gobierno en el Presupuesto General del Estado (PGE 2010).
Explicó que en la minería, las grandes inversiones de proyectos, como San Vicente y San Cristóbal, ya dieron sus frutos en producción, incluso la última superó en 10 a 15 por ciento su capacidad instalada; entonces, el país no se beneficiará de su crecimiento; frente a esto está la minería pequeña y cooperativista que no es intensiva en capital, es decir inversión, sino generadora de mano de obra, pero dependiente de una cotización alta de los minerales, es decir, si el precio sube, acude la gente a la explotación y crece la producción, o puede generarse lo contrario.
Jordán dijo que la situación económica de China y Estados Unidos obligará a mantener los precios de las materias primas en un nivel similar al de este año, e incluso inferior por una menor demanda de sus industrias.
Según datos del Ministerio de Planificación, hasta septiembre, la construcción y la minería fueron lo sectores que impulsaron el crecimiento de la economía en 3,2 por ciento, mientras que hidrocarburos se contrajo en 12 por ciento.
Jordán aseguró que la inversión en petróleo y gas no crecerá por la falta de condiciones favorables para los privados y la incapacidad del Estado de generar proyectos, situación evidenciada en esta gestión.
El especialista en comercio Gary Rodríguez aseveró que las manufacturas enfrentarán la falta de mercados tanto externo como interno.
Así lo analizaron cuatro especialistas en distintos sectores de la economía nacional.
Según el Presupuesto General del Estado (PGE), para 2010, los ingresos del país caerán en 12 por ciento: en esta gestión se obtuvieron 12.737 millones de bolivianos, el próximo disminuirá a 11.163 millones.
Esto, debido al menor precio del barril de petróleo, proyectado a 61,5 dólares.
El ex secretario general de los mineros medianos y analista macroeconómico Rolando Jordán dijo que terminó el periodo de bonanza económica y empieza el de escasez, “en el que el Gobierno debe llevar adelante políticas (económicas) más serias y sostenibles”.
Esto porque el precio de las materias primas (petróleo, zinc, estaño, soya y sus derivados) en el exterior no subirán. Es más, la tendencia es a la baja, por lo tanto, los ingresos del país serán inferiores a los gastos comprometidos por el Estado.
El Órgano Ejecutivo creó en los anteriores cuatro años una serie de bonos para incrementar la disponibilidad de recursos directos en los ciudadanos, por ejemplo, el Bono Juancito Pinto, para niños en edad escolar; la Renta Dignidad, dirigida a los ancianos mayores de 60 años, y el Bono Juana Azurduy, a las madres.
Estos beneficios sociales se financian directamente con los ingresos de la actividad petrolera, que el próximo año sufrirán una disminución respecto de 2009 por la menor cotización internacional del petróleo.
Jordán explicó que para cubrir estas subvenciones, el Gobierno acudirá a las Reservas Internacionales Netas (RIN), que suman 8.500 millones de dólares, y al crédito interno y externo.
Esto último puede hacer subir el déficit anunciado del 4,9 por ciento en 2009.
El economista Julio Linares explicó que el Ejecutivo hizo un cálculo más cauto sobre los ingresos en comparación a 2009, por lo tanto se espera que los fondos disponibles sean similares.
Sin embargo, hay una baja que afectará la ejecución de proyectos nuevos que quieran desarrollar municipios o prefecturas para impulsar su desarrollo.
El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, explicó que son dos factores los que inciden en un crecimiento sostenido y real de la economía: la inversión y los mercados, que están vinculados porque la producción generada necesita venderse.
Su impulso dependerá de las políticas públicas de apoyo al sector exportador, que se vio perjudicado este año con el tipo de cambio fijo o la prohibición al comercio externo de algunos alimentos.
Agregó que en 2010 todo apunta a un descenso de las exportaciones debido a que los mercados alternativos para las manufacturas no funcionan.
Argentina y Brasil continúan aplicando medidas proteccionistas de su industria, a pesar de la firma de acuerdos bilaterales para comprar 30 millones de dólares en textiles nacionales.
Tanto Rodríguez como Jordán aseguraron que el mercado interno es reducido para sostener un incremento de la producción manufacturera, que además debe competir con importaciones baratas debido a la política monetaria y al contrabando.
En el PGE de 2010, el Gobierno destinó el mayor porcentaje de su inversión pública a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), 600 millones de dólares, que representan un poco más del 30 por ciento del total.
El especialista en temas laborales Rolando Eróstegui dijo que este rubro no es generador de empleo, por lo que esta inversión no incidirá en mayor trabajo.
Explicó que tampoco se verá un repunte de la manufactura, porque no hay una recuperación de mercados de venta.
Los salarios enfrentarán al Gobierno a presiones sociales porque un incremento mayor al 5 por ciento anunciado no será sostenible con los recursos que tiene, puesto que se debe tomar en cuenta que es el Estado el mayor empleador, entonces es quien tendrá que disponer del presupuesto y no el sector privado.
Los fabriles demandan un aumento de al menos 12 por ciento en 2010, mientras que el sector salud pide un ajuste mayor, y los maestros, un salario que equilibre el costo de una canasta de alimentos.
La política de subvención (bonos) requerirá de endeudamiento.
Regiones serán afectadas
Los municipios y las prefecturas se verán afectados en la generación de nuevos proyectos por la baja en sus ingresos sufrido en 2009 y que se mantiene en 2010, según la proyección del Presupuesto General del Estado (PGE).
El economista y especialista en temas municipales Julio Linares explicó que debido a la baja en un 14 por ciento en la coparticipación tributaria (impuestos) y del 20 por ciento en el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) suscitado en 2009, las regiones tuvieron que reprogramar sus proyectos por falta de recursos, especialmente las más pequeñas.
Estas obras serán asumidas en 2010 porque fueron comprometidas ante la población, situación que, sumado a la baja de ingresos nacionales prevista para el próximo año, no permitirán programar nuevos proyectos grandes.
En 2009, el PGE calculó 12.737 millones de bolivianos para prefecturas y municipios, basados en una cotización del barril de petróleo de 73,5 dólares. En 2010, el ingreso caerá en 12 por ciento, 11.163 millones de bolivianos.
Sólo la construcción crecerá
En 2010, sólo el sector de la construcción tiene perspectivas de crecimiento, la minería y los hidrocarburos se verán afectados por las bajas cotizaciones y la falta de inversión; la industria manufacturera enfrentará la falta de mercados.
Así lo analizó el economista Rolando Jordán, quien dijo que sólo con un boom de la construcción se podrá lograr alcanzar el 4,5 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que calculó el Gobierno en el Presupuesto General del Estado (PGE 2010).
Explicó que en la minería, las grandes inversiones de proyectos, como San Vicente y San Cristóbal, ya dieron sus frutos en producción, incluso la última superó en 10 a 15 por ciento su capacidad instalada; entonces, el país no se beneficiará de su crecimiento; frente a esto está la minería pequeña y cooperativista que no es intensiva en capital, es decir inversión, sino generadora de mano de obra, pero dependiente de una cotización alta de los minerales, es decir, si el precio sube, acude la gente a la explotación y crece la producción, o puede generarse lo contrario.
Jordán dijo que la situación económica de China y Estados Unidos obligará a mantener los precios de las materias primas en un nivel similar al de este año, e incluso inferior por una menor demanda de sus industrias.
Según datos del Ministerio de Planificación, hasta septiembre, la construcción y la minería fueron lo sectores que impulsaron el crecimiento de la economía en 3,2 por ciento, mientras que hidrocarburos se contrajo en 12 por ciento.
Jordán aseguró que la inversión en petróleo y gas no crecerá por la falta de condiciones favorables para los privados y la incapacidad del Estado de generar proyectos, situación evidenciada en esta gestión.
El especialista en comercio Gary Rodríguez aseveró que las manufacturas enfrentarán la falta de mercados tanto externo como interno.
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