16 mayo 2016

Casas de empeño cometen usura al cobrar hasta 13 por ciento de interés mensual

El mecánico Mauricio Jaldín, de 42 años, se sintió aliviado al recibir los 1.500 dólares que requería para la operación de su esposa, pese a que el interés que le habían fijado era del 10 por ciento mensual.

Tuvo que acudir a una casa de empeño de la calle 25 de Mayo, debido a que en una entidad financiera le habían pedido “muchos requisitos” y el trámite del crédito llevaría por lo menos tres semanas, o incluso más.

Para recibir el dinero, por un plazo de seis meses, dejó como garantía su vehículo Toyota Spacio, además de los documentos en calidad de hipoteca.

Cada mes cancelaba 157 dólares por el interés convenido. Sin embargo, en las últimas dos cuotas se atrasó en el pago, por lo que se vio obligado a pagar un 3 por ciento más por concepto de multas, lo que elevó el interés real a 13 por ciento (202 dólares aproximadamente).

Una vez que se cumplió el plazo, pagó el capital y recuperó su vehículo. En estos seis meses canceló en total 1.025 dólares solo por concepto de intereses.

Si este mecánico hubiese adquirido el préstamo de la entidad financiera a la que había acudido inicialmente, donde le pidieron 16 por ciento de interés anual, habría cancelado en ese tiempo solo 120 dólares.

Cobrar un interés mensual mayor a 3 por ciento es tipificado como delito de usura y se sanciona con hasta tres años de cárcel, de acuerdo con los artículos 360 y 361 del Código Penal, advirtió el abogado penalista Luis Butikoffer.

No obstante, las casas de empeño cobran intereses mensuales que oscilan entre 6 y 16 por ciento , según pudo verificar este medio, y ninguna entidad regula su funcionamiento.

La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) explicó, en respuesta a un requerimiento de este diario, que ninguna entidad regula el funcionamiento de las casas de empeño “porque no se encuentran dentro del ámbito de aplicación de la Ley N° 393 de Servicios Financieros”.

NEGOCIO REDONDO

La mayor parte de las casas de empeño funcionan en la calle 25 de Mayo y en la avenida San Martín, entre Jordán y Uruguay. La totalidad de ellas ofrece en sus anuncios préstamos al instante con garantía de joyas, oro, electrodomésticos, celulares, televisores, vehículos, lotes y viviendas.

El interés que piden estos negocios oscila entre 6 por ciento , cuando se trata de montos elevados, y 16 por ciento si es una cantidad menor.

El economista y docente universitario Luis Cuba aseguró que al ser un capital de usura, las casas de empeño se constituyen en negocios de alta rentabilidad, pese a que algunos prestamistas señalaron que algunas veces pierden dinero.

Estas casas de empeño ofrecen montos desde 50 bolivianos hasta 100 mil dólares inclusive. En este último caso se exige garantía hipotecaria.

Para acceder a un préstamo menor (hasta 2.000 bolivianos), el interesado debe dejar como garantía algún electrodoméstico o celulares táctiles de última generación.

Si la persona requiere un préstamo de 2.500 bolivianos, o más, la garantía que se pide es oro o joyas. Para montos mayores se debe hipotecar vehículos, lotes o viviendas en favor del prestamista.

Por el momento las casas de empeño no aceptan líneas telefónicas como garantía.

Si la persona se presta dinero por un mes, pero cancela la deuda en la primera semana, igual debe pagar el interés total.

¿CÓMO OPERAN?

Este diario realizó un recorrido por la calle 25 de Mayo y adyacentes y contabilizó un poco más de una treintena de negocios que ofrecen préstamos de dinero al instante.

Sobre la acera este de la calle 25 de Mayo las casas de empeño se encuentran unas al lado de otras y, en algunos casos, separadas por tiendas de ropa, muebles y joyerías.

Otras casas de empeño se han instalado en la calle Ladislao Cabrera y Calama, y son reconocidas fácilmente por sus letreros que anuncian “préstamos al instante”.

En algunos casos, los propietarios venden maquinaria, ropa u otros artículos diversos, además de los electrodomésticos que reciben como garantía.

¿Necesita dinero de emergencia? y “Préstamos al instante las 24 horas todos los días”, son algunas de las frases que se pueden leer en los letreros al ingreso de estos negocios y que llaman la atención de los peatones.

En el interior de una de estas casas de empeño, los objetos que han sido dejados por los prestatarios se exhiben en vitrinas. Hay electrodomésticos a la venta, desde televisores hasta computadoras.

En estas tiendas hay también motocicletas, con sus respectivas llaves, en las que se describe el modelo de los vehículos.

Las paredes están abarrotadas de electrodomésticos empolvados. En el centro de la oficina hay dos escritorios en los que varias personas esperan para firmar unos papeles. Uno de ellos tiene un televisor entre sus manos y otro se encuentra sentado sobre una garrafa de gas.

Están también aquellas personas interesadas en adquirir uno de los productos que oferta la casa de empeño. Revisan el interior de los refrigeradores, manipulan los minicomponentes y verifican los precios que están pegados en letreros.

Las personas que solo se aproximan para averiguar el porcentaje del interés que se cobra en esta casa de empeños son despachadas casi de inmediato por quienes atienden el negocio. “Tienes que traer. Es de acuerdo al estado de lo que quieres empeñar”.

Algunos de los potenciales clientes sacan de sus mochilas celulares táctiles, computadoras portátiles, tabletas y otros dispositivos y reciben ofertas de préstamos desde 500 bolivianos hasta 500 dólares, según el estado y el precio del aparato que pretenden empeñar.

Quienes aceptan cerrar el negocio deben firmar un contrato, comprometiéndose a pagar el 8 por ciento de interés mensual y asumiendo el riesgo de perder sus bienes, en caso de no cumplir con las cuotas de pago.

Los que cierran el trato, según pudo observar este diario, pasan de un escritorio a otro. En este último, un joven que se presenta como abogado marca una fecha y una hora con el cliente para formalizar el contrato a través de un segundo papel que el deudor también debe firmar.

Desde el fondo del local, un par de adolescentes sale de una puerta apenas visible a causa de unos parlantes y radios apiladas. Cargan una máquina de soldar y se dirigen con dirección a la calle, donde les espera una camioneta que lleva el logotipo de la misma casa de empeño.

El propietario de una segunda casa de empeño explica que por una laptop de 13 pulgadas, en buen estado, presta como máximo 300 dólares.

“Un mes máximo para recoger las prendas empeñadas. El interés es de 13 por ciento . Pasado el mes, nosotros vendemos las prendas para recuperar el dinero”, advierte al interesado.

El administrador de otra casa de empeño, que se encuentra a no más de tres metros de la anterior, explica que en su caso entrega el dinero con el 8 por ciento de interés mensual, para todo tipo de préstamo.

Por un refrigerador nuevo ofrece como máximo 200 dólares, si es que está en buen estado.

“Por una laptop que tenga ocho megas ram de memoria de trabajo, con un procesador i 5 y pantalla de retina (la laptop más actual) damos como máximo 3.000 bolivianos”, recita de memoria el prestamista.

Explica que se cobra un interés del 8 por ciento y se otorga un plazo máximo de dos meses para recoger la prenda, caso contrario se pone a la venta, a no ser que se llegue a un acuerdo. Si se concilia, el deudor debe pagar un monto extra de interés, que suele ser 3 por ciento como promedio.

NO REMATAN

El propietario de una tercera casa de empeño, en la calle 25 de Mayo, afirma que las prendas que se dejan como garantía no son rematadas porque no les conviene hacerlo.

Agrega que con la venta de un artículo empeñado muy raras veces se gana. “Por eso es (casa de) empeño, porque ganamos de los intereses”.

Esta casa de empeño garantiza, mediante un contrato, que no se venderán las prendas que se dejan como garantía, pero recalcan al que se presta el dinero que debe pagar sus cuotas puntualmente.

En el caso de esta casa de empeño, el propietario sostiene que los intereses que se cobran son del 13 por ciento mensual.

“Si tú, por ejemplo, me empeñas una computadora, cumples con el pago de los intereses los dos primeros meses, pero fallas el tercero y no contestas las llamadas, ponemos a la venta tu laptop”, asegura.

Aclara, sin embargo, que se puede llegar a un acuerdo, según se encuentra establecido en el contrato que se firma.

En este documento, el dueño de la casa de empeño se compromete a mantener en buen estado las prendas que se dejan como garantía, porque es su responsabilidad.

El administrador de este negocio confió, por ejemplo, que en una oportunidad prestaron 20 mil dólares con la garantía de un vehículo último modelo, el cual tuvieron que vender porque el dueño se perdió.

“Nosotros salimos perdiendo en muchos casos, porque la gente no compra estos bienes por la cuestión de papeles. Si se trata de un vehículo, el comprador debe encargarse de los trámites, la transferencia de nombre y todo el asunto de los impuestos”.

Los bienes que se venden en esta casa de empeño, afirma, están garantizados en su calidad, porque antes de recibirlos de los que solicitan los préstamos los revisan con detalle.

“Cuando tu empeñas, firmas un contrato, nos autorizas a vender si fallas o no lo recoges a tiempo. Todo está regulado. Aquí tenemos un abogado”.

En la 25 de Mayo

* La mayor parte de las casas de empeño está ubicada en el Distrito 10 de Cercado, que pertenece a la comuna Adela Zamudio.

* La calle 25 de Mayo alberga a casi una treintena de casas de empeño que se especializan en el préstamo de dinero, con intereses que oscilan entre el 6 por ciento y 16 por ciento , inclusive, cometiendo el delito de usura.

* Otras casas de empeño, en menor cantidad, funcionan en la avenida San Martín, otras en la calle Calama y algunas más en la Ladislao Cabrera.

* Tienen letreros que anuncian préstamos al instante y enumeran las garantías que reciben.

Televisores, lotes o vehículos

* Entre los artículos que reciben como garantía las casas de empeño hay electrodomésticos, motocicletas, vehículos, lotes y viviendas.

* Cuando se trata de vehículos o bienes inmuebles, los administradores de las casas de empeño elaboran documentos para hipotecar estos bienes en su favor. Un abogado se encarga de elaborar los documentos.

* Los artículos que no son recogidos a tiempo por los propietarios son rematados por las casas de empeño.

Si el deudor no paga a tiempo el interés, incluso de un mes, el acreedor puede disponer de este bien y venderlo para recuperar su capital. En algunos casos se penaliza a los que fallan, con el incremento de 3 por ciento en el interés.

El último censo

* Según un último censo realizado, entre noviembre y diciembre de 2012, por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), en el país existían 496 casas de empeño, de las cuales la mayoría se concentraba en el eje central del país, en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

* La Paz concentraba el 44 por ciento , con 218 casas de empeño; seguido de Santa Cruz con 22 por ciento (109 negocios); Cochabamba con 69 casas de empeño, que representaba el 14 por ciento ; Tarija con 43 negocios (9 por ciento ) y Chuquisaca con 28 casas de empeño (6 por ciento ).

* También se evidenció que el 74 por ciento de operaciones reporta montos entre 1 boliviano y 100.000 bolivianos.




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