La decisión de los gobiernos de la región de devaluar sus monedas frente al dólar es con el fin de mejorar su competitividad en el mercado externo; los resultados se observarán en el futuro y no en el corto plazo, según el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal. La directora de Estudios Macroeconómios de CAF, Adriana Arreaza, dijo que las medidas asumidas por los países es parte de los regímenes de objetivos de inflación.
Mientras tanto, el analista económico en temas de comercio exterior, Dario Monasterio, señala que no se trata de devaluar por devaluar, sino que se debe liberar el tipo de cambio, gradualmente.
En el documento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), denominado Tiempo de decisiones, América Latina y el Caribe ante sus desafíos, señala que los países con flexibilidad del tipo de cambio utilizaron las depreciaciones del tipo de cambio nominal para moderar los grandes shocks relacionados con la caída de los precios de las materias primas.
Sin embargo, se ha producido un traslado moderado a la inflación. Los shocks similares sobre los precios de las materias primas y las grandes depreciaciones fueron de corta duración y ofrecen escasa orientación respecto a los shocks negativos actuales, probablemente más persistentes, señala el documento.
PRESIONES
Monasterio indica que actualmente hay presión hacía una devaluación para abaratar las exportaciones; la medida obedece a que la producción se ponga al nivel de los socios comerciales del país.
La decisión que se tome sobre el tema del tipo de cambio apunta a la competitividad y descarta que sea una intervención.
Señala que la decisión la tomaron algunos países de la región, en la década de los 80, en el caso de las minidevaluaciones, y Bolivia también aplicó bajo el Decreto Supremo 21060.
En un video de explicación del economista Gonzalo Chávez, difundido en youtube, explicaba que la devaluación incidirá en su mayoría en la producción no tradicional, pero no tanto en la tradicional. Además dijo que los beneficiados son alrededor de 600.000 exportadores, mientras que los que sacan ganancia con el tipo de cambio fijo casi llegan a los 3 millones. Y al final señala que el Gobierno analiza a quién va afectar y opta por el primero.
Monasterio coincide con Chávez al indicar que las minidevaluaciones mejoran la competitividad de la exportación no tradicional; mientras tanto el shock externo de los precios afecta al 80 por ciento de la exportación, productos tradicionales, gas y minerales.
CHINA
Mientras tanto, Bernal explica que la decisión de los países de la región es provocada por la situación de China, cuyo país devalúo el yen, debido a que ingresó en una desaceleración económica y ha un proceso de devaluación de su moneda.
Decisión que tienen impacto en la economía de la región, en especial a las economías emergentes. "América Latina está preocupada por la volatibilidad financiera del yuan", apuntó.
La mayoría de los países de la región establecieron la devaluación de sus monedas para competir en el mercado externo. Arreaza señala que dejar flotar el tipo de cambio, indica las condiciones de una economía.
INFLACIÓN
Según la experta de la CAF, la decisión de devaluar las economías de la región tiene un costo en términos de inflación, afirmación que coincide con lo que establece el informe del BID.
Si bien la medida sirve para cerrar la brecha externa de esos países, todavía no es claro, hasta ahora, que la decisión haya permitido un repunte de las exportaciones de algunos productos, reflexiona.
Informa que la demanda de materias primas, tanto en volumen como en valor, decayeron, debido a un contexto débil.
"La demanda externa se desacelera, y el tipo de cambio permite más competitividad; todavía esa conducción de algunos actores para incentivar las exportaciones, no se ha visto muy reflejada, por lo menos, en las estadísticas", señala Arreaza.
Sin embargo, confía en que a futuro, si las economías de la región hacen bien estas tareas (diversificar producción), el tipo de cambio competitivo contribuya a mejorar el perfil de estos países. Lo cierto es que en el corto plazo tiene un costo, en términos de la inflación, agrega.
Todavía la economía tiene indicios de dolarización elevada, y en particular las economías de América Latina registran esta situación, y es por ello que las autoridades son cuidadosas en permitir la flotación del tipo de cambio, señaló.
Al respecto, Bernal indicó que los resultados de las medidas aplicadas por las economías de la región, en el tema de la devaluación, no se verán efectos, a corto plazo, efectos importantes, sino que los resultados serán de mediano plazo.
Lamentó que Bolivia no hay ingresado en ese proceso de devaluación, pese a la desaceleración que registra desde la pasada gestión, que se refleja en la disminución del Producto Interno Bruto (PIB).
Al igual que Monasterio, Bernal sugiere establecer minidevaluaciones, y recuerda que el Gobierno estableció un tipo de cambio fijo para frenar la inflación, pero deberá revisar su decisión ante la desaceleración de la economía nacional.
DECRETO
Bernal dijo que el Gobierno parece que toma acciones para proteger a la industria nacional, a través del cuidado de la importación de productos. Dos decretos promulgados el primero de mayo, por el presidente Evo Morales, establecen plazos para el ingreso de mercadería y alimentos.
Recordemos que fruto de reuniones entre los industriales, fabriles y la vicepresidencia se promulgó los decretos, pero el sector empresarial informaba que en las normas no contemplan todas las propuestas.
ANÁLISIS
Por otro lado, debido al aumento de la inflación esperada es importante asegurar que las expectativas de inflación estén bien ancladas de modo que el objetivo de inflación nominal siga siendo creíble para permitir una mayor flexibilidad del tipo de cambio en el futuro, señala el documento del BID.
“Los países con regímenes intermedios enfrentan disyuntivas más o menos similares a medida que aumenta la inflación. Los países con un tipo de cambio fijo siguen teniendo una inflación muy baja, pero el reto de los países con una flexibilidad limitada o nula del tipo de cambio consiste en asegurar que se implementen otros mecanismos para amortiguar los shocks externos y que los precios sean relativamente flexibles.
En aquellos países con una escasa flexibilidad del tipo de cambio que dependen de los ingresos fiscales por venta de materias primas, o que son grandes importadores de petróleo, los amortiguadores fiscales son particularmente importantes.
BID
La tasa de inflación media de los países con estrategias de metas de inflación aumentó de aproximadamente 2,5% a comienzos de 2013 a casi 5,5% hacia finales de 2015,
Entretanto, el documento del BID, denominada La Recaída: América Latina y el Caribe frente al retroceso del comercio mundial, señala que la apreciación del dólar entre julio de 2014 y el mismo mes de 2015 (–12,8%) se refleja de manera desigual sobre los tipos de cambio nominales de los países de ALC, según sus distintos regímenes cambiarios.
RÉGIMEN FLEXIBLE
En siete de ocho países con régimen flexible, 6 en el intervalo anual mencionado se producen depreciaciones respecto al dólar cuyo promedio simple alcanza 26,7%. Se destacan en particular las correcciones cambiarias de Colombia (47,6%), Brasil (44,5%) y México (23,0%). Por otro lado, de los once países con régimen cambiario intermedio, en seis se registran depreciaciones nominales con un promedio de 8,4%, mientras que en el resto las monedas se aprecian o permanecen estables respecto al dólar. En este grupo, las depreciaciones más significativas son las de Haití (21,4%) y Argentina (12,0%), mientras que las monedas de Costa Rica (–0,7%) y Trinidad y Tobago (–0,6%) se aprecian marginalmente.
La combinación de los movimientos del tipo de cambio nominal y la dinámica relativa de la inflación del país respectivo y de sus socios comerciales determina la variación del tipo de cambio real efectivo, una medida de la competitividad-precio de las exportaciones.
Se sigue sustancialmente la clasificación de Powell (2015) para los regímenes cambiarios de ALC. Tipo de cambio flexible: Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Paraguay, Perú y Uruguay; régimen intermedio: Argentina, Bolivia, Costa Rica, República Dominicana, Haití, Honduras, Nicaragua, Jamaica, Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela; los demás países tienen un régimen de tipo de cambio fijo, señala el documento del BID, sobre comercio.
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