La banca siente el impacto de la desaceleración económica en la menor cantidad de fondos que maneja. Además, el titular de Asoban considera que la ‘sobre regulación’ limita el crecimiento de los negocios del sector
El sistema financiero boliviano se adecua al nuevo escenario económico del país, consciente de que hay una menor liquidez en el mercado interno debido a la caída de las exportaciones. Así, la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), que en octubre cumplirá 60 años de fundación, promovió el foro Banca, Economía y Desa-rrollo. En el encuentro se habló de la necesidad de una regulación prudente, que permita la expansión del sector.
¿Cómo está la regulación a la banca? ¿se hicieron cambios tomando en cuenta el nuevo escenario económico?
Nosotros siempre hablamos de la ‘sobre regulación’, lo que limita el crecimiento de los negocios. Nos referimos a varios aspectos, entre ellos la fijación de tasas, tanto activas como pasivas, así como el direccionamiento de cartera que debemos hacer en función a metas en lo que corresponde al sector productivo y a vivienda social. Es un elemento complicado, no es fácil de llevar adelante porque hay una serie de elementos que dificultan lo que puede ser un crecimiento más orgánico y acorde a la situación del país.
¿Y en el tema impositivo? Se dice que en Bolivia la banca tributa más...
Sobre el impuesto a las utilidades tributamos el 50% y eso tomando en cuenta que tenemos otros impuestos y contribuciones que debemos hacer. Tenemos el IVA no compensado y el aporte que se hace a la función social, que es el 6% sobre las utilidades, que no es evidentemente parte impositiva, pero sí es una resta a las utilidades que pueden ser invertidas. El peso tributario afecta a la oferta crediticia. Si capitalizamos menos, tenemos menor capacidad de apalancamiento.
La disminución del encaje legal del Banco Central de Bolivia, ¿se constituyó en un alivio para la banca?
Sí, la disminución del encaje legal generó una mejora en los niveles de liquidez, pero básicamente la liquidez se genera de una mayor actividad económica inversiones y exportaciones; entonces, en estos momentos, sabemos que se ha contraído.
Nosotros debemos adecuarnos a una nueva realidad y lo que corresponde es que nos acomodemos con diferentes niveles de tasas de crecimiento y captación. La banca no puede tener un comportamiento distinto a la economía.
Bolivia crecerá menos, ¿cómo afecta al sistema?
Para crecer la banca necesita recursos, eso se limita si hay menor crecimiento económico. La liquidez ha disminuido porque las exportaciones cayeron.
¿La iliquidez genera una menor posibilidad de prestar?
Yo creo que no hay un cambio importante, pero sí puede ser. La banca siempre acompaña los momentos económicos, entonces en crecimiento la actividad es más dinámica y los servicios son más fáciles, pero en momentos de contracción o desa-celeración impacta en el dinamismo del sector. El tema de la iliquidez, también se da por la misma economía, son aspectos que se van encadenando y son procíclicos inclusive en el análisis de cómo evolucionan las diferentes variables del sistema financiero.
¿Cómo impacta la ralentización en las tasas de interés?
Hay dos elementos, uno es la liquidez y el otro la demanda. En estos momentos hay una leve reducción de la demanda, pero lo más impactado es la liquidez.
Al haber menos recursos en la banca ¿cuesta más caro un crédito?
Claro que sí, es lo lógico. Con menos recursos hay una mayor tasa de interés.
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