Informar a la población sobre sus derechos y obligaciones a momento de contratar un seguro es uno de los componentes de la campaña que la Asociación Boliviana de Aseguradores (ABA) inició hace algunas semanas.
“En el país no hay una cultura del seguro, la gente desconoce los beneficios reales y los detalles de su póliza. Con esta información, el cliente podrá aprovechar en su totalidad las ventajas del seguro que contrate”, dijo Hugo de Grandchant, presidente de la entidad gremial.
Al cancelar por un servicio, el usuario espera recibir algo a cambio, pero en el caso de un seguro no se obtiene este retorno hasta que ocurre alguna eventualidad, sea un robo, un choque o, por ejemplo, el desperfecto de la maquinaria o daño en la materia prima de una empresa. En este sentido, la falta de orientación puede generar desconfianza respecto a las compañías aseguradoras o bien la percepción de que un seguro es innecesario.
Al respecto, Grandchant afirma que el costo de los daños nunca está planificado, ni en la familia ni en la empresa. “Por ello, al contratar una póliza, básicamente trasladamos las consecuencias —los gastos— a un tercero especializado en la administración de riesgo que, además, cuenta con la solvencia para reponer los daños rápidamente; ésta es la principal ventaja que ofrece un seguro”, señala.
Existe un marco legal que regula a las compañías aseguradoras y que también reconoce los derechos del usuario. Uno de estos derechos básicos es el de contar con información clara, veraz y suficiente sobre los productos y servicios ofertados. Es decir, antes de firmar un contrato un cliente tiene la opción de informarse en detalle sobre todo en lo que su seguro cubre y no cubre. Adicionalmente, la ley le da el derecho de no aceptar modificaciones unilaterales, cláusulas discriminatorias o estipulaciones que limiten sus derechos.
Ahora bien —dice Grandchant— el cliente también debe cumplir las responsabilidades que asume al firmar un contrato. Por ejemplo, debe saber que, de acuerdo con la ley, la aseguradora no indemnizará acciones intencionadas con mala fe. También tiene la obligación de dar información veraz y dar parte de cualquier siniestro ocurrido en los tres días siguientes del hecho.
NORMAS
Plazos • Según la normativa vigente, cuando se reporta un siniestro, la aseguradora tiene 30 días para pronunciarse (ya sea para aceptarlo o rechazarlo) y 60 días para pagar.
Tarifas • No existen tarifas oficiales, las tasas se determinan libremente, cumpliendo los respectivos parámetros técnicos. Los contratos pueden ser suscritos en dólares.
“En el país no hay una cultura del seguro, la gente desconoce los beneficios reales y los detalles de su póliza. Con esta información, el cliente podrá aprovechar en su totalidad las ventajas del seguro que contrate”, dijo Hugo de Grandchant, presidente de la entidad gremial.
Al cancelar por un servicio, el usuario espera recibir algo a cambio, pero en el caso de un seguro no se obtiene este retorno hasta que ocurre alguna eventualidad, sea un robo, un choque o, por ejemplo, el desperfecto de la maquinaria o daño en la materia prima de una empresa. En este sentido, la falta de orientación puede generar desconfianza respecto a las compañías aseguradoras o bien la percepción de que un seguro es innecesario.
Al respecto, Grandchant afirma que el costo de los daños nunca está planificado, ni en la familia ni en la empresa. “Por ello, al contratar una póliza, básicamente trasladamos las consecuencias —los gastos— a un tercero especializado en la administración de riesgo que, además, cuenta con la solvencia para reponer los daños rápidamente; ésta es la principal ventaja que ofrece un seguro”, señala.
Existe un marco legal que regula a las compañías aseguradoras y que también reconoce los derechos del usuario. Uno de estos derechos básicos es el de contar con información clara, veraz y suficiente sobre los productos y servicios ofertados. Es decir, antes de firmar un contrato un cliente tiene la opción de informarse en detalle sobre todo en lo que su seguro cubre y no cubre. Adicionalmente, la ley le da el derecho de no aceptar modificaciones unilaterales, cláusulas discriminatorias o estipulaciones que limiten sus derechos.
Ahora bien —dice Grandchant— el cliente también debe cumplir las responsabilidades que asume al firmar un contrato. Por ejemplo, debe saber que, de acuerdo con la ley, la aseguradora no indemnizará acciones intencionadas con mala fe. También tiene la obligación de dar información veraz y dar parte de cualquier siniestro ocurrido en los tres días siguientes del hecho.
NORMAS
Plazos • Según la normativa vigente, cuando se reporta un siniestro, la aseguradora tiene 30 días para pronunciarse (ya sea para aceptarlo o rechazarlo) y 60 días para pagar.
Tarifas • No existen tarifas oficiales, las tasas se determinan libremente, cumpliendo los respectivos parámetros técnicos. Los contratos pueden ser suscritos en dólares.
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